lunes, 10 de noviembre de 2025

Noviembre 10 de 2025

Servicios de electricidad, gas y agua jalonarían la inflación a 5,5% en octubre; el IPC lleva tres alzas consecutivas

Otras proyecciones indicaron que sería la electricidad la que haría la mayor contribución; proyecciones apuntaron a incrementos en las tarifas en 2026.

Este lunes 10 de noviembre el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, revelará el dato del IPC o inflación de octubre de 2025. La canasta energética en servicios públicos como el gas o la electricidad hace parte de los componentes de este indicador macroeconómico.

Las proyecciones del mercado financiero indicaron que la inflación anual se ubicaría en 5,5 %, y lo anterior se daría a causa del incremento en los bienes regulados (servicios de gas, electricidad y agua). Aunque también habría aportes de rubros como alimentos, que vienen al alza en los últimos reportes del DANE.

Corficolombiana detalló que el IPC en los regulados, que integra parte de la canasta energética, se ubicaría en 0,58 % a nivel mensual, mientras que en el mismo lapso de 2024 fue de -0,40 %.

“Estimamos que las presiones al alza durante el resto de 2025 provendrán principalmente de los precios regulados y bienes, mientras que los servicios y los alimentos aportarían a la moderación. Proyectamos que la inflación anual alcanzará su máximo en octubre (5,5%), impulsada por efectos transitorios, para luego moderarse levemente a 5,4 %”, señaló César Pabón, jefe de investigaciones económicas de la organización.

Como lo indica la siguiente gráfica, el rubro de los regulados (servicios de gas, electricidad, agua) haría los mayores aportes a la inflación de octubre, según lo afirmó Corficolombiana.

Servicios de electricidad, gas y agua jalonarían la inflación a 5,5% en octubre; el IPC lleva tres alzas consecutivas

La otra cara de la moneda

Las proyecciones del comportamiento de la inflación de Bancolombia apuntaron a que los regulados se mantendrán estables. Para la entidad financiera, habría presiones al alza de la electricidad, recogida de basuras y servicio de agua, pero las tarifas del gas y alcantarillado no irían al alza. La organización apuntó a que la inflación se ubicaría en 5,47 %.

Servicios de electricidad, gas y agua jalonarían la inflación a 5,5% en octubre; el IPC lleva tres alzas consecutivas

La inflación en contexto de mayor importación de gas

Fabián Osorio, director de análisis y sostenibilidad de Corficolombiana, manifestó que, a lo largo de 2025, las importaciones de gas han representado 18,4 % de la oferta en el país, teniendo un impacto directo sobre el sector residencial.

Añadió que 15,1% del suministro firme que fue contratado en el mercado primario para el segmento residencial provino de las importaciones.

Cabe recordar que la compra al exterior del energético para abastecer la demanda a hogares y sector comercial comenzó en diciembre de 2024. Los mercados más importantes para adquirirlo son EE. UU. y Trinidad y Tobago. Es la Sociedad Portuaria El Cayao, SPEC, filial de Promigas, la que recibe el gas desde el exterior, para luego ser inyectado a la red de gasoductos y abastecer la demanda.

“Esto ha llevado a que los precios del gas hayan aumentado 10,8 % entre el cierre de 2024 y septiembre de 2025, contribuyendo con 0,12 puntos básicos a la inflación total. Bogotá y Villavicencio han tenido aumentos de 20,4 % y 15,8 %, respectivamente”, afirmó Osorio.

Luego señaló que la situación se profundizará en los próximos años, debido a la declinación de la oferta local.

“Por cada 10 % de participación del gas importado sobre el suministro total (excluyendo al sector termoeléctrico), las tarifas aumentarían en 4,2 %, sin tener en cuenta el costo de transporte”, reveló. 

Álvaro Josué Yáñez, socio de CMS Rodríguez-Azuero, expresó que, para 2026 las tarifas del gas pueden incrementar 40 % si no hay nuevos proyectos que sirvan para abastecer la demanda.

Destacado: Importación de combustibles en Colombia se multiplicó casi 10 veces en la última década

“El Banco de la República ha calculado que un incremento de 10 % en el valor de los energéticos, particularmente de la gasolina y el diésel, puede tener un impacto de entre 0.83 y 1.3 puntos porcentuales en el IPC (inflación)”, dijo.

Para luego concluir que la canasta energética tiene un impacto importante sobre el indicador económico, puesto que los energéticos son la base de procesos industriales, junto con toda la cadena de producción, transporte y distribución de bienes y servicios. 

Fuente: Valora

Estos son los escenarios que podrían llevar al BanRep a subir la tasa de interés

Si el Gobierno opta por un aumento importante del salario mínimo para 2026 y se deterioran las finanzas públicas, sería necesario subir las tasas.

El equipo técnico del Banco de la República identificó una serie de riesgos que, de materializarse, podrían obligar a la Junta Directiva a contemplar la posibilidad de pasar de mantener la tasa de interés en el 9,25 % actual a hacer ajustes al alza y suspender así un ciclo de recortes que empezó en diciembre de 2023.

De acuerdo con la actualización del Informe de Política Monetaria, si el Gobierno opta por decretar un aumento importante del salario mínimo para 2026 por encima de la fórmula técnica (inflación más productividad) y se materializa un deterioro en las finanzas públicas que incremente la percepción de riesgo crediticio, sería necesario subir la tasa de referencia.

Un salario mínimo que crezca a doble dígito, por ejemplo, implicaría mayores costos de producción para las empresas y generaría presiones inflacionarias al alza porque estos se reflejarían en los precios a los consumidores.

Por otro lado, la presión del crecimiento de la deuda pública con relación al PIB (alrededor del 60 %) sostiene una tendencia creciente de la prima de riesgo país (CDS), lo que podría reducir la confianza de los inversionistas y provocar la salida de capitales, empujando el peso a una depreciación y el dólar en Colombia a un encarecimiento.

Hernando Vargas, gerente técnico del Banco de la República, se refirió a una serie de choques internos o externos que de materializarse aumentarían los riesgos inflacionarios y, en consecuencia, motivarían a la Junta del emisor a adoptar una política monetaria más restrictiva a la esperada inicialmente.

Este 2025, el banco central completará cinco años sin cumplir la meta de inflación, que desde hace décadas se calcula en el 3 %, pues la última vez cerca de dicho valor fue en pandemia, cuando el año cerró en 1,6 %.

Además, la persistencia de desviaciones de la inflación respecto a la meta podría conducir a una mayor inercia inflacionaria o al desanclaje de expectativas, según el Informe de Política Monetaria. Este desanclaje es preocupante porque y relaja la postura de política monetaria real si las tasas nominales se mantienen estables mientras suben las expectativas.

Sumado al escenario mencionado previamente, se identificó otro con el mismo desenlace: una mayor persistencia en la dinámica de la demanda interna privada sumada a un fuerte impulso fiscal podrían obligar al BanRep a endurecer su política.

Vargas recordó que la demanda interna ha mostrado crecimientos anuales persistentemente superiores al 4 %. Si esta fortaleza continúa, implicaría que la demanda agregada estaría creciendo con más fuerza de lo previsto (un posible choque de demanda positivo), generando mayores presiones sobre los precios y la necesidad de una senda de tasas de interés superior.

Este escenario también sugiere que los excesos de capacidad productiva podrían ser menores de lo estimado, o que la tasa de interés real neutral de la economía podría ser más alta, lo que haría que la política monetaria actual no fuera tan restrictiva como se planea.

Finalmente, la materialización de riesgos en los precios regulados también requeriría una política monetaria más estricta. En particular, los precios del gas enfrentan problemas estructurales de oferta interna, y un choque climático que incremente el uso de gas en la generación eléctrica podría elevar sus costos, generando presiones inflacionarias adicionales y la necesidad de tasas de interés mayores.

Fuente: Valora

Dólar en Colombia cerró semana a la baja: Termina por debajo de los $3.790

Desde la perspectiva del análisis técnico, la firma HFM advierte que el dólar se está aproximando a un soporte semanal clave alrededor de $3.740.

El mercado de divisas colombiano concluyó la semana con una nueva caída en el precio del dólar. La divisa estadounidense cerró la jornada en $3.783, manteniendo la trayectoria bajista observada a lo largo de los últimos días y situándose ligeramente por debajo del cierre de ayer ($3.785).

La sesión se caracterizó por una rápida corrección del precio. El dólar abrió en $3.789,90 y rápidamente encontró un soporte en el mínimo intradiario de $3.766, para luego cerrar con una leve recuperación, en un rango que tuvo un techo de $3.794.

La prolongada paralización del gobierno de Estados Unidos ha generado una escasez de datos económicos clave, lo que reduce la visibilidad para los operadores y aumenta la dependencia de las expectativas de política monetaria.

A pesar de cierta fortaleza reciente del índice DXY del dólar, impulsada por la menor expectativa de recortes agresivos, los flujos de inversión hacia Colombia y la debilidad generalizada de la divisa estadounidense mantienen al peso colombiano con un soporte sólido.

Acciones & Valores subraya que el panorama global está marcado por la divergencia económica y la escalada de tensiones geopolíticas, centradas en la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China. La reciente prohibición de exportación de chips de alta gama a China (como el B30A de Nvidia) aumenta la incertidumbre en las cadenas de suministro.

Además, la divergencia en las políticas monetarias entre el Banco de la República (BanRep), que decidió mantener su tasa de interés en 9,25 %, y otros bancos centrales, como la FED, sigue favoreciendo al peso. Esta postura de cautela, sumada a las dudas fiscales y las posibles presiones inflacionarias por el salario mínimo, sostiene el atractivo del peso para estrategias de carry trade, donde los inversionistas buscan rendimientos más altos.

Desde la perspectiva del análisis técnico, Paula Chaves, analista de mercados de HFM, advierte que el dólar se está aproximando a un soporte clave alrededor de $3.740. Este nivel, históricamente propenso a generar rebotes, determinará la tendencia a corto plazo: si se respeta, podría haber una corrección al alza; si se rompe, el fortalecimiento del peso podría continuar.

Petróleo y activos refugio

Los precios del petróleo registraron incrementos marginales, con el WTI en US$59,56 (+0,22 %) y el Brent en US$63,44 (+0,09%). Sin embargo, la preocupación por el exceso de oferta, generado por la OPEP+ y los recortes de precios de Arabia Saudita, limita cualquier repunte significativo.

El oro, un activo refugio, se mantuvo fuerte, respaldado por las expectativas de recortes de tasas y la demanda por incertidumbre global en US$4.013,47 por onza. 

Finalmente, la deuda pública (TES) en Colombia cerró mercados con una desvalorización del 0,03 %, que equivale al promedio ponderado de todas las referencias de títulos de tesorería que integran el ETF de Global X, que se negocia en la Bolsa de Valores de Colombia.

Esta información se toma del indicador de Global X (GXTESCOL), que replica el índice GBI-EM de J.P.Morgan para Colombia.

Por otra parte, los cierres de TES de deuda pública, de acuerdo con el sistema de negociación del Banco de la República, donde operan los grandes inversionistas de Colombia, registraron los siguientes movimientos:

•Los TES de 2026 cerraron en 9,210 %.

•Los TES de 2028 terminaron en 10,322 %, mientras que el dato anterior fue de 10,268 %.

•Los TES de 2033 cerraron en 11,652 % y la jornada previa finalizaron en 11,650 %.

•Los TES de 2050 terminaron en 11,700 % y el dato anterior deja ver que terminaron en el mismo valor.

Fuente: Valora

Tras críticas, gobierno Petro se echa para atrás en incremento de retención en la fuente para pagos y transferencias

La propuesta de unificar el impuesto al 1,5 % para pagos digitales y transferencias de Bre-B, como se cobra en el caso de las tarjetas, no recibió respaldo.

Tras una serie de críticas al proyecto de decreto que proponía una tarifa del 1,5 % en retención en la fuente para las transacciones digitales justo cuando Colombia estrena su sistema de pagos inmediatos, Bre-B, el Gobierno anunció ajustes a la iniciativa planteada.

La nueva versión del borrador, que se volverá a publicar para comentarios, propone unificar la tasa para pagos con tarjetas débito y crédito, transacciones entre billeteras digitales (como Nequi o Daviplata) y transferencias mediante los sistemas de electrónicos de pago de bajo valor (como Bre-B) en el 0 %.

Inicialmente, el proyecto de decreto le apuntaba a que en los pagos digitales se aplicara la tarifa de retención en la fuente más alta (1,5 %), tal como sucede con las tarjetas. El ministro de Hacienda, Germán Ávila, dijo que ahora la intención es nivelar las reglas del juego, pero ya no según una retención del 1,5 % sino del 0 %.

“Así, se afirma el incentivo para el uso de medios digitales y electrónicos en clave de mayor transparencia y modernidad en las transacciones y pagos de las personas y las empresas”, indicó.

Por su parte, el director (e) de la DIAN, Carlos Betancourt, resaltó que la modificación que se hará al proyecto de decreto le apunta a unificar la tarifa de retención en la fuente por concepto del impuesto sobre la renta para todos los medios de pago.

El funcionario contó que la primera versión de la propuesta recibió más de 170 comunicaciones con comentarios. “La mayoría de estos coincidió en que la retención generalizada del 1,5 %, aun cuando apuntaba a corregir la asimetría regulatoria entre esos dos grandes ambientes para los pagos, podría impulsar el uso desmedido del efectivo, lo cual debilita los alcances de verificación de trazabilidad de las transacciones que es una herramienta útil en nuestra lucha contra la evasión y el contrabando”, dijo Betancourt.

Fuente: Valora

Reforma a la salud de Petro tendría «salvavidas financiero» sin tributaria, pero debate sigue bloqueado

Hacienda aseguró que el impacto fiscal del proyecto es compatible con el Marco Fiscal de Mediano Plazo.

El Ministerio de Hacienda afirma que el proyecto de reforma a la salud que avanza en el Congreso cuenta con aval fiscal, y que su implementación no depende de una nueva ley de financiamiento ni de nuevos impuestos. 

De acuerdo con el análisis oficial remitido al Senado, la cartera de Hacienda determinó que el costo total del nuevo sistema —que arrancaría en 2026— podrá cubrirse con recursos ya existentes dentro del Presupuesto General de la Nación y del Sistema General de Seguridad Social en Salud.

“En este sentido, y conforme a lo expuesto en este documento, el impacto fiscal estimado del proyecto de ley del asunto puede incorporarse de forma compatible con el Marco Fiscal de Mediano Plazo, manteniendo la sostenibilidad del Sistema General de Seguridad Social en Salud y de las finanzas públicas”, se lee.

Así se financiará la reforma

El Ministerio de Salud proyecta que los gastos del sistema —incluidos atención primaria, fortalecimiento hospitalario, licencias, incentivos y funcionamiento de la Adres— ascenderán a $109 billones en 2026, equivalentes al 5,88 % del PIB.

Hacienda detalló que la financiación provendrá de cuatro fuentes tradicionales y dos nuevas:

Aportes de la Nación: $44 billones en 2026, que subirán progresivamente hasta cerca de $96 billones en 2036.

Cotizaciones al sistema: $37 billones en 2026, provenientes de los aportes de trabajadores y empleadores.

Sistema General de Participaciones (SGP): $20 billones, destinados a salud pública y transferencias territoriales.

Otras fuentes: $8 billones provenientes de rentas cedidas, juegos de azar, multas y cajas de compensación.

A estos se suman dos fuentes adicionales ya existentes, que tendrán destinación específica al sistema de salud:

Impuestos saludables: el 100 % del recaudo de los tributos a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados se destinará al sector salud desde 2026. Se espera recaudar unos $2,9 billones en el primer año.

IVA social: el 0,5 % del IVA nacional continuará destinado a la salud, lo que representa alrededor de $2 billones anuales.

En conjunto, las fuentes proyectadas aportarían más de $109 billones en 2026, cifra que crece a medida que aumenta el PIB, lo que dejaría incluso un ligero superávit fiscal.

¿Sin reforma tributaria?

El Ministerio de Hacienda señaló que estos ingresos no implican la creación de tributos nuevos ni la aprobación de una ley de financiamiento.

Los impuestos saludables y el IVA social ya están incorporados en el presupuesto vigente, y solo se redistribuirán para fortalecer la sostenibilidad del sistema.

El ministerio aclara que las proyecciones de ingresos y gastos podrían ajustarse en función de la reglamentación del Acto Legislativo 03 de 2024, de los cambios que surjan durante el trámite legislativo o de eventuales modificaciones al Presupuesto General de la Nación.

En todo caso, el análisis confirma que el impacto fiscal de la reforma puede incorporarse dentro del Marco Fiscal de Mediano Plazo, y por eso Hacienda emite concepto favorable, señalando que las obligaciones del sector salud se cubrirán con los recursos ya asignados y según las prioridades que defina el Ministerio de Salud.

¿Se reactiva el debate?

Con el aval fiscal emitido por el Ministerio de Hacienda, varios senadores han insistido en reactivar el debate de la reforma a la salud. Sin embargo, el presidente de la Comisión Séptima, Miguel Ángel Pinto, aseguró que el trámite sigue detenido y cuestionó la solidez del concepto económico presentado por el Gobierno.

“Con esta decisión estamos cumpliendo la ley”, afirmó Pinto, pero aclaró que el proyecto “no tiene un aval fiscal real” y que aún no se conoce cuál será la suerte de la reforma tributaria o ley de financiamiento.

El senador lanzó fuertes críticas al Ejecutivo: “Por favor, lea lo que dice el Ministerio de Hacienda: que los recursos de la reforma a la salud están sujetos a la aprobación de una ley de financiamiento. ¿Esto para usted es un aval fiscal? No culpe al Congreso, culpe al Gobierno, que es inepto”, dijo.

Petro responde con “plan B”

Ante la falta de avances, el presidente Gustavo Petro reaccionó y advirtió que el Ejecutivo activará un plan B para implementar los cambios en el sistema de salud.

“Dado que la Comisión Séptima se niega a cumplir su deber, el Gobierno implementará su plan B para disminuir las intermediaciones financieras insanas del sistema de salud colombiano”, señaló el mandatario.

La senadora Nadia Blel respondió con dureza a las declaraciones de Petro: “Se acabó este gobierno y el presidente nunca comprendió que el Congreso ejerce sus funciones con plena autonomía e independencia, sin subordinarse a los caprichos del Ejecutivo”, afirmó.

La congresista agregó que “confío plenamente en que cualquier arbitrariedad que tenga planeada será frenada por una rama judicial autónoma e independiente. Ya no vale la pena seguirle insistiendo que respete la Constitución y la separación de poderes; nuestra única esperanza es un nuevo gobierno que honre la democracia y la independencia de las ramas del poder público”.

Fuente: Valora

Pese a menor dinamismo del crecimiento en Colombia, el PIB se expandiría 2,5 % en el cuarto trimestre

Bancolombia reforzó su proyección vigente de crecimiento del PIB para todo el año 2025, que se mantiene en 2,6 %.

Las estimaciones del indicador de actividad económica NowCast de Bancolombia le apuntan a una expansión del 2,5 % anual para el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia durante el cuarto trimestre de 2025.

Este pronóstico se sitúa levemente por encima de la expectativa media de los analistas, que revisaron su consenso a la baja, fijándolo en 2,4 % para el cierre del año, según LatinFocus Consensus Forecasts.

El Grupo Cibest (Bancolombia) señaló que este resultado para el último tramo del año refuerza su proyección de crecimiento del PIB para todo el año 2025, que se mantiene en 2,6 %. Con este comportamiento, el Grupo Cibest considera que el cierre del año muestra una tendencia menos optimista que la observada durante el tercer trimestre de este año.

Además, el NowCast Bancolombia muestra que en el trimestre móvil agosto-octubre de este año, la actividad productiva en Colombia se expandió un 2,3 % anual.

Este registro da cuenta de un menor dinamismo en comparación con la estimación anterior para julio-septiembre, que fue revisada al alza hasta el 3 %, desde un 2,4 % inicial.

En términos de variación anual, para el mes de octubre, en la serie original, la entidad financiera estima un crecimiento del 2,1 %, un dato que dará a conocer el DANE de forma oficial a mediados de diciembre.

Y en la serie ajustada por efecto estacional, el índice NowCast Bancolombia exhibió una aceleración del 1,2 % mensual y del 2,2 % anual en octubre de 2025. Este dato contrasta con el retroceso del mes anterior (-0,2 %) y con el repunte de 12 meses atrás (3,8 %).

Finalmente, a nivel sectorial, el trimestre móvil terminado en octubre reflejó un balance con contrastes.

Crecimiento en Colombia por sectores a octubre de 2025

Las actividades que mostraron una aceleración en sus niveles de crecimiento fueron la administración pública (4,8 %) y la industria (2 %). Por su parte, los sectores de servicios financieros y profesionales mantuvieron sus ritmos de expansión.

En el lado del menor dinamismo, el comercio, a pesar de haber reflejado un crecimiento notable el mes anterior, registró el menor crecimiento durante el año, con un 3,3 %.

El sector de la construcción también moderó su ritmo de expansión (1,1 %), mientras que minería fue el único renglón que experimentó una contracción durante el mes de octubre (-0,6 %).

Fuente: Valora

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