jueves, 11 de diciembre de 2025

Diciembre 11 de 2025

Citi cree que Colombia enfrentará problemas fiscales y riesgos de alza de tasas en 2026

Los tres temas principales que llaman la atención de Citi en Colombia son las elecciones, la política fiscal y la política monetaria.

Citi ha identificado grandes incertidumbres en la política fiscal y monetaria de Colombia, destacando que el país enfrenta la necesidad de profundas reformas estructurales tras las próximas elecciones.

La entidad también anticipa un año marcado por la volatilidad en el comportamiento del peso colombiano frente al dólar y un riesgo creciente de que el Banco de la República opte por un alza de tasas.

Los tres temas principales que llaman la atención de Citi en Colombia son las elecciones, la política fiscal y la política monetaria, según Esteban Tamayo, director de análisis para América Latina de la entidad.

Respecto al primero, aunque la incertidumbre es alta, las expectativas del mercado se han reducido a un puñado de candidatos, con un escenario base que apunta a una elección de cambio más hacia la derecha, según el análisis de la entidad financiera. La elección del Congreso también será crucial, ya que el presidente electo necesitará apoyo para aprobar legislación que permita el ajuste fiscal necesario.

Por otra parte, en el corto plazo, se espera que el déficit fiscal de este año sea mejor de lo planeado por el Gobierno, en gran parte debido a las operaciones de manejo de deuda realizadas por el Ministerio de Hacienda. Este ahorro se contabiliza principalmente por un menor pago de intereses, gracias a la recompra de deuda por debajo del precio de emisión.

Los analistas de la entidad financiera creen que el déficit podría ser inferior al 7 %, incluso aunque el mercado espere algo cercano o superior al 7,5 % excluyendo estos ajustes contables.

No obstante, manifestaron que esto no altera las necesidades reales de financiación del Gobierno. La deuda ha realizado movimientos fuertes hacia el corto plazo, y el Ministerio de Hacienda ha tenido que participar activamente en el mercado, comprando o devolviendo bonos, lo que ha generado una desconexión en los precios de activos colombianos, incluido el tipo de cambio (dólar-peso).

El verdadero desafío se vislumbra para el próximo año, cuando el nuevo gobierno enfrente problemas fiscales importantes. El mercado sabe que mantener déficits bajos de manera permanente requiere cambios estructurales, no solo en los ingresos, sino crucialmente, en el gasto. El gasto fiscal colombiano es notablemente persistente e «inamovible» debido a legislación pasada. Por ello, se necesitará una reforma fiscal que toque el gasto, requiriendo un recorte significativo.

Además, temas centrales de la agenda política como la seguridad y la salud implican un mayor gasto fiscal, potencialmente dos puntos del Producto Interno Bruto (PIB) o más. Si el ganador de las elecciones promueve mejoras en el sistema de salud, esto inevitablemente implicará gasto, obligando al nuevo gobierno a compensar con una reducción en otros rubros. Por consiguiente, el ajuste fiscal que se logre probablemente será menos fuerte de lo que el mercado desearía.

Crecimiento y volatilidad del tipo de cambio

El panorama para los activos colombianos se divide en dos momentos. La primera mitad del año podría ser positiva para el tipo de cambio, reflejando el optimismo del mercado ante las elecciones. No obstante, se espera que la volatilidad continúe hasta mayo, ya que el peso colombiano es la moneda menos intervenida por su banco central y la más volátil de la región.

En la segunda mitad del año, se prevé el regreso de la realidad fiscal del país y la esperada fortaleza del dólar global. La ventana para realizar los ajustes fiscales más fuertes se abre en la segunda mitad del año y posiblemente en la primera mitad de 2027, aprovechando el inicio de la nueva administración, aunque el tipo de reformas requeridas es difícil de lograr.

En cuanto al crecimiento, se espera una mejora el próximo año. Esto será impulsado por la inversión privada que ha estado represada y que debería fluir nuevamente con un nuevo gobierno, además de un consumo que se mantiene muy fuerte gracias a factores externos como las remesas y el turismo.

Política monetaria: riesgo de un alza de tasas

La fortaleza del consumo interno, impulsada por la demanda y los factores externos, está generando preocupación en el frente monetario. BanRep ha manifestado que la demanda sigue creciendo a pesar de las altas tasas de política monetaria.

La entidad financiera indica que el próximo movimiento en la tasa de intervención «puede no ser un recorte», siendo más probable un aumento. Aunque algunos inversionistas consideran que el alza podría ocurrir en diciembre, la expectativa de Citi es que el banco central permanezca en pausa.

Sin embargo, los riesgos están sesgados hacia un incremento, posiblemente en marzo, después de conocer los datos de inflación y el ajuste del salario mínimo. La postura de la Reserva Federal de EE. UU. también influirá en la presión del Banco Central para subir las tasas.

Fuente: Valora

Salario mínimo definirá el rumbo de las tasas en Colombia en 2026 y la deuda pública

Un factor crucial que podría alterar significativamente las proyecciones de tasas de interés es el aumento del salario mínimo, según BNP Paribas.

Las perspectivas macroeconómicas y de política monetaria para Colombia en los próximos años estarán intrínsecamente ligadas a la decisión sobre el aumento del salario mínimo y la gestión del elevado déficit fiscal, según proyecciones de BNP Paribas.

Expertos del banco francés señalan que, si bien se espera una desaceleración económica, la demanda interna sigue impulsando un crecimiento liderado por el consumo, forzando una política monetaria más restrictiva.

El inicio del ciclo de alzas en las tasas de interés será un factor clave. Felipe Klein, economista de BNP Paribas para Argentina, Chile y Colombia, proyecta que las tasas comenzarán a subir en enero con un ajuste de 25 puntos básicos, alcanzando el 10,5 % en abril de 2026. Esta expectativa surge de la opinión de que la política monetaria actual no es lo suficientemente restrictiva.

Un factor crucial que podría alterar significativamente estas proyecciones es el incremento del salario mínimo. Mario Castro, estratega de divisas y mercado financiero para Latinoamérica de BNP Paribas, indicó que actualmente el mercado está descontando alzas de alrededor de 130 a 140 puntos básicos en la tasa de referencia por cuenta de esta decisión.

«Creo que el mercado está esperando un aumento del salario mínimo entre el 10 % y el 12 %», afirmó Castro. Si el anuncio se mantiene dentro de esa magnitud, «probablemente la proyección en términos de alzas no va a variar significativamente».

Sin embargo, el escenario cambia si el incremento supera ese rango: «Si por cualquier razón el aumento del salario mínimo es más del 12 %, probablemente el mercado va a reaccionar y le va a poner al menos otros 50 puntos básicos al ciclo», advirtió Castro. Si esto ocurre, el mercado adoptaría posteriormente un «sesgo alcista» o una «asimetría al alza,» reaccionando a cualquier sorpresa inflacionaria positiva pero no a las sorpresas a la baja.

Además, BNP Paribas asume en sus proyecciones una inflación del 4,6 % para 2026.

Recalentamiento económico impulsado por el consumo

Las proyecciones de BNP Paribas se basan en una lectura de «recalentamiento» de la economía, un punto en el que la entidad discrepa con la estimación de brecha del producto negativa del equipo técnico del Banco de la República.

Klein señaló que la demanda doméstica crece al 5 %, muy por encima del producto potencial de la economía, que ronda el 2,5 %. Además, el nivel actual del PIB se encuentra un 4 % por encima de lo que sería la tendencia prepandemia.

Este exceso de demanda está liderando el crecimiento proyectado. Klein reveló que la entidad espera que la economía crezca entre 2,6 % y 2,8 % en 2025, con el consumo subiendo un 4 %. Para 2026, se espera una desaceleración económica, con una variación del 2 % y el consumo manteniéndose como el principal motor de crecimiento (2,5 %), en medio de una inversión moderada (cerca del 1,5 %).

La contrapartida de este crecimiento es una subida en las importaciones, lo que dejaría las exportaciones netas en terreno negativo tanto este año como el siguiente. La desaceleración proyectada para 2026 es consistente con la expectativa de una política monetaria más restrictiva y la volatilidad financiera asociada al periodo electoral, según el vocero.

Déficit fiscal y el movimiento de los títulos de deuda pública

El panorama fiscal sigue siendo un desafío, lo que obliga al gobierno a mantener altos niveles de emisión de deuda.

Felipe Klein reveló que el banco proyecta que el déficit primario (excluyendo intereses) será del 3,5 % del PIB en 2025 y del 3 % en 2026. En términos de déficit total, el banco estima que este año probablemente cerrará cerca del 6,5 %, por debajo de la estimación oficial del 7,1 %, debido a una menor carga de intereses proyectada. Sin embargo, para 2026, el déficit total se acercará nuevamente al 7 %.

Dado que el déficit fiscal se mantendrá «bastante elevado el próximo año,» el Gobierno «no va a tener más remedio que emitir porque tiene que financiarse,» explicó Mario Castro. En su análisis, la cantidad de emisión no debería ser muy diferente a la vista este año.

También advirtió que el desenlace de la operación de manejo de deuda ha generado una gran incertidumbre para el mercado TES. El estratega señaló que, si el gobierno lograra recomprar todo el colateral, como ha sugerido el director de Crédito Público, Javier Cuellar, «no habría un impacto de mercado negativo porque el colateral no regresaría al mercado».

No obstante, la duda persiste sobre si será posible comprar la totalidad del colateral o solo una parte. El resultado de esta operación afectará la oferta en la parte larga de la curva de los TES, según el experto.

A pesar de las incertidumbres internas, Castro aclaró que las recientes alzas en las tasas de los TES se han debido principalmente al inicio del ciclo de alzas del Banco de la República y al movimiento a la baja de las tasas de referencia americanas, y no a la estrategia de endeudamiento del gobierno.

El desafío para el Ministerio de Hacienda, según el vocero, será decidir hasta qué punto podrá concentrar la emisión en la parte media de la curva, ya que eventualmente deberá volver a emitir en la parte larga debido a las grandes necesidades de financiación.

Fuente: Valora

Reserva Federal de EE. UU. recorta tasas de interés: vuelven a niveles de 2022

Tras la baja de un cuarto de punto porcentual, los tipos -que actualmente se ubicaban entre 3,75 % y 4 %- quedaron fijados en el rango de 3,5 % al 3,75 %.

En línea con los pronósticos del mercado, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) realizó un último recorte de tasas de interés en este 2025, como se anunció al final de su reunión de política monetaria celebrada este miércoles.

Tras la baja de un cuarto de punto porcentual, los tipos -que actualmente se ubicaban entre 3,75 % y 4 %- quedaron fijados en el rango de 3,5 % al 3,75 %. 

“El comité decidió reducir el rango objetivo de la tasa de los fondos federales en 0,25 puntos porcentuales, a un rango entre 3,5 % y 3,75 %. El comité está firmemente comprometido a apoyar el máximo empleo y a que la inflación vuelva a su objetivo del 2 %”, dijo la FED en su comunicado oficial.

En septiembre, los funcionarios del Comité de la Reserva Federal planearon tres recortes para este otoño y solo uno para 2026.

En los últimos dos años, la FED ha bajado el tipo de interés clave en 1,5 puntos. Estas reducciones se debieron principalmente al debilitamiento del mercado laboral.

Con este nuevo recorte de diciembre, el tipo de interés de referencia para préstamos alcanza su nivel más bajo desde octubre de 2022.

Sin embargo, los recortes de tasas pueden impulsar la inflación, que se mantiene por encima del objetivo del 2 % de la FED.

Tanto los precios como el desempleo están subiendo. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) pasó del 2,3 % en abril al 3 % en septiembre, mientras que la tasa de desempleo aumentó del 4 % en enero al 4,4 % en septiembre.

Con la inflación ubicada un punto porcentual por encima del objetivo del 2 % del banco central, se espera que en 2026 hayan muchos menos recortes de tasas.

2026 tendrá otro rumbo de política monetaria con la salida de Jerome Powell

La nueva decisión de la FED no solo se enmarca en un contexto de incertidumbre por los indicadores económicos y las medidas políticas que los impactan, sino también por el rumbo que tomará el banco central con la elección de su próximo presidente el año entrante.

Jerome Powell, quien hasta hoy se encuentra al frente de la entidad, terminará su mandato en mayo de 2026 y el presidente, Donald Trump, aspira que su sucesor sea cercano a su Gobierno.

En una encuesta de diciembre realizada por CNBC se reveló que el 84 % cree que el presidente Trump designará a Hassett, director del Consejo Económico Nacional, para dirigir el banco central. Sin embargo, solo el 11 % cree que eso es lo que el presidente debería hacer.

En contraste, los números muestran que el gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, es el favorito del 47 % de los encuestados, seguido de Kevin Warsh con el 23 %. Pese a estos nombres, solo el 5 % de los encuestados cree que Trump elegirá a alguno de los dos.

En cuanto a la postura frente al avance de los recortes de la tasa de interés en el país, el 76 % de los encuestados por CNBC cree que el próximo presidente de la FED adoptará una postura más moderada que Powell.

Fuente: Valora

Dólar en Colombia cae a la espera de decisión clave de la FED; deuda pública se desvalorizó

La divisa abrió en $3.860 y operó en rangos estrechos, moviéndose entre un mínimo de $3.838,99 y un máximo de $3.875,30.

El dólar estadounidense registró un descenso en el mercado colombiano durante la jornada, revirtiendo parte del fuerte repunte de la semana pasada. El precio de cierre se estableció en $3.839,30, un valor inferior al de ayer, que fue de $3.865.

La divisa abrió en $3.860 y operó en rangos estrechos, moviéndose entre un mínimo de $3.838,99 y un máximo de $3.875,30. El mercado se mostró contenido y operó con una alta sensibilidad, a la espera del anuncio de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos.

El dólar global llega a la decisión de la FED con el mercado prácticamente descontando un recorte de 25 puntos básicos (pb), lo que llevaría el rango objetivo a 3,5 %-3,75 %. 

Un mensaje más restrictivo podría dar soporte táctico al índice DXY y limitar la toma de riesgo global. Por otro lado, un sesgo más acomodaticio abriría espacio para que continúe la rotación hacia emergentes, según Acciones & Valores.

Margarita Henao renuncia como CEO de DaviPlata; estará hasta el 31 de diciembre

La atención se centra en los movimientos futuros en torno a la senda de tasas hacia 2026. Los mercados anticipan dos recortes de 25 pb para el próximo año, por encima del único recorte proyectado por la FED en septiembre. Analistas creen que una marca de 3,875 % en el dot plot para 2025 sugeriría que un miembro preferiría mantener la tasa estable, subrayando la fragilidad del consenso.

Petróleo y panorama global

Los precios del petróleo se mantienen presionados por el persistente riesgo de sobreoferta. El mercado está a la espera de los informes de la IEA y OPEC que podrían replantear las expectativas de equilibrio para 2026.

La proyección de producción récord en EE. UU. refuerza un escenario de saturación, mientras que las conversaciones diplomáticas sobre Ucrania moderan parcialmente las primas geopolíticas. El barril WTI se ubicó en US$58,03 (-0,38 %) y el Brent en US$61,73 (-0,34 %).

En Estados Unidos, los mercados operan con estabilidad a la espera del anuncio, pese a la aceleración del PCE general al 2,8 % en septiembre y a señales de enfriamiento laboral.

Finalmente, la deuda pública (TES) en Colombia cerró mercados con una desvalorización del 1,15 %, que equivale al promedio ponderado de todas las referencias de títulos de tesorería que integran el ETF de Global X, que se negocia en la Bolsa de Valores de Colombia.

Fuente: Valora

Inflación de noviembre da un respiro al BanRep, pero Deutsche Bank aún proyecta seis alzas de tasas en 2026

Deutsche Bank Research entregó sus pronósticos sobre inflación, tasas de interés y condiciones macroeconómica para Colombia.

Deutsche Bank Research publicó sus perspectivas económicas para Colombia y advirtió que la inflación podría permanecer por encima de la meta del Banco de la República por al menos un año más, debido a presiones persistentes en precios y salarios.

Según el informe, la inflación anual cerraría 2025 en 5,19 % y la subyacente en 4,85 %.

Para 2026, el banco proyecta que ambos indicadores terminarían en 5,15 % y 4,35 %, respectivamente. Estos niveles se mantendrían alejados del objetivo del Banco de la República del 3 %, en un contexto marcado por “mecanismos de indexación robustos, mayor dinamismo del consumo, un nuevo incremento significativo del salario mínimo y expectativas inflacionarias desancladas”.

El análisis también señala que la “liberalización fiscal” seguirá añadiendo presión a los precios. Eso quiere decir que la política fiscal del Gobierno sigue siendo expansiva y está empujando la inflación al alza.

El equipo de investigación afirma que el deterioro en las expectativas de inflación amerita una respuesta contundente de política monetaria.

En su escenario ideal, el Banco de la República debería iniciar en diciembre un ciclo agresivo de aumentos con cuatro alzas de 50 puntos básicos, para corregir rápidamente las expectativas y habilitar eventuales recortes hacia finales de 2026.

Sin embargo, el reporte reconoce que el directorio no estaría dispuesto a un ajuste de esta magnitud. En cambio, anticipa una estrategia más moderada: seis incrementos consecutivos de 25 puntos básicos, a partir de enero, que llevarían la tasa de referencia hasta 10,75 % en el tercer trimestre de 2026: «Prevemos una secuencia de 6 subidas de 25 pb que elevarían la tasa de interés oficial al 10,75% para el tercer trimestre de 2026. Sin embargo, un enfoque más moderado y gradual también implicaría la necesidad de mantener una postura más restrictiva durante más tiempo, en nuestra opinión».

La lectura de inflación de noviembre, según Deutsche Bank, le da tiempo al Emisor para esperar el anuncio del aumento del salario mínimo y para enviar una señal clara de endurecimiento durante su próxima conferencia de prensa.

Recortes quedarían aplazados hasta 2027

Debido al ajuste gradual previsto, el banco estima que la postura monetaria deberá mantenerse restrictiva durante un periodo más prolongado. Solo hacia el tercer trimestre de 2027, cuando la inflación subyacente podría bajar de 3,5 % y las expectativas se estabilicen, comenzaría un nuevo ciclo de recortes. Para finales de ese año, la tasa de política cerraría en torno al 10 %.

Fuente: Valora

No hay comentarios:

Publicar un comentario