Reforma tributaria de Petro sigue sin definirse: Hay nueva fecha para debate
El debate, que había sido
reanudado a petición de varios congresistas, quedó suspendido hasta el próximo
martes.
La discusión de la reforma
tributaria del gobierno Petro vivió un nuevo bloqueo este miércoles, luego de
que las Comisiones Económicas Conjuntas levantaran la sesión por falta de
quórum.
Esto en medio de un debate
marcado por la tensión entre las diferentes comisiones presentes en el Congreso
por medio de acusaciones cruzadas. El debate, que había sido reanudado a
petición de varios congresistas, quedó suspendido hasta el próximo martes.
El episodio se produjo
pocas horas después de que varias senadoras del Partido Liberal y del Centro
Democrático retiraran sus firmas de la ponencia que buscaba archivar la
reforma, un giro que cambió el rumbo del trámite legislativo y abrió nuevamente
la puerta a su discusión.
Se levanta la sesión por
falta de quórum para votar
Tras la solicitud de
algunos congresistas, las Comisiones Económicas retomaron la discusión con la
intención de avanzar en la votación. Sin embargo, al momento de verificar la
asistencia, no había el número mínimo de legisladores para decidir sobre la reforma
o sobre el articulado de archivaba o no. Ante la imposibilidad de votar, el
presidente de las Comisiones decidió levantar la sesión y fijar una nueva
fecha.
La falta de quórum reflejó
el profundo desacuerdo interno entre partidos y mostró que, incluso después del
retiro de firmas, el Congreso no tiene una mayoría clara para avanzar. También
dejó en evidencia que varios congresistas se retiraron del recinto, mientras
otros optaron por no registrarse para evitar que la votación se llevara a cabo.
Así las cosas, la
discusión del próximo martes definirá el futuro de una reforma que podría
impactar tarifas, exenciones, renta empresarial, tributos al consumo entre
otras medidas.
Fuente: Valora
Gobierno Petro propone eliminar impuestos a la cerveza
y revivir prohibición de deducción de regalías para salvar su tributaria
Los congresistas
opositores le pidieron a las directivas de las comisiones económicas que lleven
a cabo el debate de la ponencia positiva.
Una nueva polémica se
desató en medio del debate de la reforma tributaria del gobierno Petro, por una
decisión no informada de retirar firmas que apoyaban el archivo de la
iniciativa del ejecutivo. El debate se reabrió en las comisiones económicas del
Congreso, que sesionan de manera conjunta.
Los congresistas
opositores le pidieron a las directivas de las comisiones económicas que lleven
a cabo el debate de la ponencia positiva, toda vez que también se tienen los
sufragios suficientes para hundir el proyecto de ley.
Mientras esto pasa, el
gobierno Petro busca algunas salidas para avalar la reforma tributaria, que
complementaría los recursos del presupuesto del año entrante.
El ministro de Hacienda,
Germán Ávila, dio a conocer algunos cambios sobre la reforma tributaria con
foco en cambios en la no deducibilidad de las regalías para el impuesto de
renta en la industria extractiva.
Una de las razones
por las que esta idea fue negada por la
Corte Constitucional tenía en cuenta los reconocimientos de pago en especie y
en dinero. La corrección ya la tiene el Gobierno Petro, además de una salvaguarda
en la que se tienen en cuenta los cambios en los precios del petróleo.
«Apreciados congresistas,
esta proposición aditiva cuenta con el respaldo del ejecutivo y representa un
aumento del recaudo de $3 billones anuales y esto nos permite revisar aquellas
iniciativas que generan inquietud».
Dijo Ávila que, con esta
nueva propuesta se podría eliminar, por completo, la idea de subirles los
impuestos a los licores en Colombia y también se podría revisar, agregó el
ministro, el impuesto al carbón.
«Nos queda el incremento
de la tributación para el sistema financiero», dijo el funcionario Petro, quien
agregó que este sector tiene el dinero suficiente para aportar a los planes
sociales de los más necesitados.
Fuente: Valora
¿Cuánto debería subir el salario mínimo en 2026? Esto
dicen los economistas
El pronunciamiento se da
en un contexto económico marcado por inflación persistente, presiones fiscales
y un mercado laboral con un 55 % de informalidad.
Un amplio grupo de más de
120 economistas, exministros, exdirectores de Planeación Nacional,
expresidentes de la Andi, exdirectores del Banco de la República y académicos
hizo un llamado a la Mesa de Concertación del Salario Mínimo (MCSM) para que la
fijación del salario mínimo de 2026 se base estrictamente en criterios
técnicos, ajustados a la inflación y la productividad, con el fin de proteger
el empleo formal y evitar mayores presiones fiscales.
El pronunciamiento se da
en un contexto económico marcado por inflación persistente, presiones fiscales
y un mercado laboral con un 55 % de informalidad, que supera el 80 % en zonas
rurales. Para los expertos, cualquier incremento que exceda la inflación
causada y las ganancias de productividad generaría efectos adversos sobre los
trabajadores más vulnerables.
Un salario mínimo
sostenible
El documento advierte que
el salario mínimo juega un papel determinante en la estructura económica del
país. Afecta directamente:
La demanda de empleo
formal
La competitividad
empresarial
El costo de la seguridad
social
La sostenibilidad del
sistema pensional
El gasto público nacional
“Un piso salarial sólido y sostenible es clave para impulsar la equidad y la protección social”, señala el pronunciamiento, subrayando que “las decisiones deben construirse desde la evidencia y no desde consideraciones políticas”.
Aumentos por encima de lo
técnico
El documento destaca que
los incrementos del salario mínimo por encima de la inflación y la
productividad generan efectos indeseados:
Aumento de la informalidad
laboral, especialmente en jóvenes y pequeñas empresas.
Presiones inflacionarias,
que afectan más a los hogares de bajos ingresos.
Deterioro de la
competitividad y encarecimiento de la contratación formal.
Impacto fiscal directo
para la Nación.
El pronunciamiento
recuerda que el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2025 proyectó un incremento del
7,1 % para el salario mínimo del próximo año. Pero también advierte que cada
punto adicional implicaría:
$240.000 millones
adicionales en pensiones, según cálculos de Anif.
$600.000 millones
adicionales en gasto total sin financiamiento, lo que presionaría aún más las
ya estrechas cuentas fiscales.
Llamado a la concertación
responsable del Salario Mínimo | Asofondos
Un mercado laboral a
vulnerable
Uno de los argumentos centrales del documento es que Colombia no tiene un mercado laboral capaz de absorber incrementos superiores al crecimiento de la productividad.
Hoy, por cada trabajador
que gana un salario mínimo, hay cuatro trabajadores informales. En el campo, la
informalidad alcanza incluso el 80 %, lo que refleja la fragilidad estructural
del empleo en el país.
En ese contexto, dicen el
documento, resulta fundamental evitar decisiones que terminen beneficiando a un
grupo reducido de trabajadores formales a costa de expulsar a otros hacia la
informalidad.
Inflación y productividad
La recomendación principal
al Gobierno, empresarios y centrales obreras es que la negociación se centre
estrictamente en dos variables:
Inflación causada y
esperada
Productividad laboral
En países modernos,
recuerda el texto, los salarios —incluido el mínimo— se actualizan conforme al
aumento del costo de vida y las ganancias de productividad, no a expectativas
políticas o presiones coyunturales.
Actualizar el salario bajo
estos criterios genera, según el documento:
Previsibilidad para
hogares y empresas
Estabilidad en el mercado
laboral
Entornos propicios para el
crecimiento económico
Un llamado a un acuerdo
responsable para 2026
Los expertos cierran el
documento con un llamado directo a los actores de la mesa tripartita —Gobierno,
gremios y centrales obreras— para que la negociación del salario mínimo de 2026
llegue a un acuerdo responsable y técnicamente fundamentado, que proteja tanto
a los trabajadores como al empleo formal.
“Confiamos en que un
diálogo serio permitirá un acuerdo justo, sostenible y favorable al empleo
formal y al crecimiento económico”, concluye el pronunciamiento.
El documento fue firmado
por figuras como Alejandro Gaviria, José Antonio Ocampo, Rudolf Hommes,
Mauricio Olivera, María Fernanda Suárez, Andrés Velasco, Carolina Soto, Juan
Emilio Posada, entre más de 120 expertos nacionales.
Fuente: Valora
Contraloría advierte riesgos fiscales para 2026:
déficit, deuda y baja ejecución del gasto
Según el análisis
presentado, la economía colombiana enfrenta presiones relevantes en materia de
sostenibilidad fiscal.
La Contraloría General de
la República lanzó una advertencia sobre la situación fiscal y presupuestal del
país al cierre de 2025 y de cara al Presupuesto General de la Nación (PGN)
aprobado para 2026.
El organismo alertó por
tres riesgos centrales: el rezago en el cumplimiento de la meta de recaudo
tributario, la baja ejecución del gasto, y la alta dependencia del presupuesto
de 2026 de una reforma tributaria aún no aprobada.
Según el análisis
presentado, la economía colombiana enfrenta presiones relevantes en materia de
sostenibilidad fiscal, justo cuando el Gobierno activó la cláusula de escape de
la regla fiscal y proyecta un déficit por encima del límite legal.
Meta de recaudo tributario
De acuerdo con la
Contraloría, a octubre de 2025 el recaudo tributario neto alcanzó un
cumplimiento del 95,8 %, lo que implica una desviación negativa de $9,8
billones frente a la meta establecida por la DIAN.
El organismo señala que ya existe un “rezago importante” en el cumplimiento de la meta anual de recaudo, y advierte que solo un repunte en los dos últimos meses —por tributos pendientes y por la recuperación económica— podría evitar un cierre crítico.
Este rezago tiene efectos
directos sobre la caja del Gobierno Central y sobre la capacidad de ejecutar
programas prioritarios en inversión social, infraestructura y funcionamiento.
Ejecución del gasto
El análisis del ente de
control también muestra un nivel de ejecución presupuestal inferior al
esperado. A octubre de 2025:
Solo el 67,2 % del
presupuesto total había sido obligado.
La ejecución de inversión
se ubicó en 46,6 %, incluso con solo dos meses para cerrar la vigencia.
Si esta tendencia se
mantiene, advierte la Contraloría, el país podría enfrentar:
Altas pérdidas de
apropiación presupuestal.
Constitución de reservas
no ejecutadas (situación similar a la registrada en 2024).
Una menor provisión de
bienes y servicios públicos, esenciales para el desarrollo económico.
El organismo pidió al
Ministerio de Hacienda realizar los ajustes necesarios antes de terminar el año
fiscal para evitar mayores inconvenientes.
Déficit fiscal se dispara
al 7,1 % del PIB en 2025
El Ministerio de Hacienda
confirmó en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP 2025) la activación de la
cláusula de escape de la regla fiscal, lo que permitió un mayor gasto del
Gobierno Nacional Central pese a las restricciones en los ingresos.
La decisión se fundamentó
en:
La elevada rigidez del
gasto público (92 % es inflexible).
La necesidad de sostener
la demanda agregada mediante gasto estatal.
Con ello, el déficit
fiscal proyectado para 2025 llegó a 7,1 % del PIB, superando ampliamente el
límite permitido por la regla fiscal.
Panorama 2026: déficit
primario empeora pese a más recaudo
Para 2026, el Gobierno
proyecta una reducción del déficit total a 6,2 % del PIB, apoyado en:
Un mayor recaudo derivado
de la reforma tributaria (estimada en $16,3 billones).
Una reducción del pago de
intereses cercana a $10 billones.
Sin embargo, la
Contraloría advierte que el déficit primario —que excluye pago de intereses—
aumentará de -1,45 % a -1,97 % del PIB, deterioro que también ha sido criticado
por el Comité Autónomo de la Regla Fiscal.
El organismo señala que no
existe todavía un plan de ajuste creíble que permita retornar a la senda de
cumplimiento fiscal.
Deuda pública
Por su parte, el análisis
del ente de control estima que la deuda neta llegará al 61,3 % del PIB en 2025,
superando en 6,3 puntos el ancla fiscal prevista por ley.
Además, la trayectoria
proyectada muestra:
Un pico del 64 % del PIB
en 2027,
Y una reducción gradual
hasta 2036.
Sin embargo, advierte que
factores como la diferencia entre tasas de interés reales y crecimiento
económico pueden dificultar el cumplimiento de esa senda.
Presupuesto General de la
Nación
El Presupuesto General de
2026 asciende a $546,9 billones, un aumento del 4 % frente a 2025. Pero los
ingresos proyectados solo suman $530,7 billones, dejando un hueco de $16,3
billones, que se espera cubrir con la nueva reforma tributaria aún en trámite
legislativo.
La Contraloría señala contradicciones entre el crecimiento proyectado y la reducción esperada del recaudo tributario de 1,8 %, lo que requiere una aclaración del Ministerio de Hacienda, pues no es normal que con una economía con tasas de crecimiento positivo en dos años consecutivos el recaudo tributario caiga.
En ese sentido, se supone
un crecimiento económico de 2,7 % en 2025 y 3 % en 2026. La inflación anual a
octubre se ubicó en 5,5 % y se proyecta en 3,2 % para 2026. El precio del
petróleo ha mostrado una recuperación y el tipo de cambio se estima en $4.408
para 2026.
El gasto de funcionamiento
crece 8,8 %, por encima del crecimiento nominal del PIB (6,3 %), lo que, de
acuerdo con la Contraloría, no refleja un compromiso con la eficiencia del
gasto. La deuda pública disminuye en términos absolutos, producto de menores
pagos al FMI y operaciones de manejo de deuda.
“La Contraloría, considera
finalmente, que el país necesita una estrategia integral de responsabilidad
fiscal que combine eficiencia del gasto, realismo en los supuestos de ingreso,
y medidas estructurales para fortalecer el crecimiento económico”, concluye el
comunicado.
Fuente: Valora
Tasas de interés volverían a subir a 10 % en Colombia
por culpa de la inflación, proyecta BTG Pactual
A partir de enero, la
Junta Directiva del emisor inclinarse por ajustes al alza de 25 puntos básicos
en tres sesiones consecutivas hasta abril.
Las nuevas perspectivas
económicas del banco BTG Pactual para Colombia en 2026 advierten que la lucha
contra la inflación no solo será un desafío importante, sino que su nivel
obligará al Banco de la República a endurecer su política monetaria.
Munir Jalil, economista
jefe para la Región Andina de BTG Pactual, proyecta que la tasa de interés de
intervención alcance el 10 % y se mantenga en ese nivel durante el resto del
año, una cifra que no se veía desde septiembre de 2024. De hecho, señaló que el
principal «dolor de cabeza macroeconómico del 2026” será la inflación, debido a
que esta «no quiere ceder».
El pronóstico de la
entidad financiera anticipa una postura más conservadora por parte del banco
central. Aunque Jalil cree que el deber ser es que las alzas de tasas inicien
en diciembre, le apunta a que el BanRep esperará hasta tener la información oficial
del aumento del salario mínimo.
A partir de enero, la
Junta Directiva del emisor podría inclinarse por ajustes al alza de 25 puntos
básicos en tres sesiones consecutivas hasta abril, dejando la tasa en el 10 %.
Esta acción se considera necesaria para contener las expectativas de inflación
y forzar una estrategia de convergencia a la baja.
El pronóstico de variación
del Índice de Precios al Consumidor de BTG Pactual para finales de 2025 se
sitúa por encima del 5,4 %, lo que implica que podría ser un poco más alta que
la de 2024 (5,2 %).
El impulso inflacionario
del salario mínimo
Un factor crucial que
mantiene la presión inflacionaria es el incremento proyectado para el salario
mínimo en 2026. BTG Pactual incorpora en sus cálculos una subida del salario
mínimo del 11 %. La combinación del incremento del mínimo más el auxilio de transporte
llevaría el salario total a $1.800.000.
El efecto principal de
este ajuste se sentirá en el componente de inflación de servicios, el cual es
actualmente el mayor impulsor de la inflación en términos generales.
En la presentación, Jalil
destacó que un grupo significativo de consumidores ha visto mejoras en sus
ingresos gracias a los incrementos del mínimo, aunque este grupo solo
representa alrededor del 14 % de las personas ocupadas. No obstante, el consumo
sigue siendo fuerte, especialmente en bienes durables (creciendo 17 % real a
septiembre) y semidurables (8,2 %).
Otros indicadores
macroeconómicos clave para 2026
Más allá de las tasas de
interés y la inflación, BTG Pactual ha identificado otras proyecciones
macroeconómicas que marcarán la dinámica del país en 2026, un año en que el
Producto Interno Bruto se expandiría el 3 %.
Por un lado, el banco
mantiene la creencia de que el consumo continuará siendo el principal motor
detrás del crecimiento económico, que se mantendrá a niveles de los promedios
históricos.
Sin embargo,espera un
deterioro en el déficit de cuenta corriente, que pasaría del 2,5 % esperado
para el año actual a un 3 % en 2026. Esta dinámica estaría impulsada por tres
factores principales: mayores importaciones, exportaciones que no crecen a la misma
velocidad y giros de dividendos por parte de las compañías extranjeras más
altos que en el pasado.
Aunque ver el indicador
alrededor del 3 % no se considera un nivel alarmante o problemático, según
Jalil, reconoció que es un deterioro que continuará y se profundizará.
Fuente: Valora
Dólar en Colombia cayó fuerte jalonado por la debilidad
del DXY; deuda pública se valorizó
La cotización abrió en
$3.807,50 y rápidamente encontró presión vendedora. El precio mínimo de la
jornada coincidió con el cierre.
El dólar estadounidense
registró un fuerte descenso en el mercado colombiano, retomando la tendencia a
la baja que caracterizó el mes anterior. El precio de cierre se estableció en
$3.761,01 (valor que no se veía al final de una jornada desde el 28 de noviembre),
lo que representa una significativa variación de -1,2 % frente al último dato
de ayer, que fue de $3.808,50.
La cotización abrió en
$3.807,50 y rápidamente encontró presión vendedora. El precio máximo de la
jornada se ubicó en el valor de apertura, mientras que el mínimo coincidió con
el cierre.
La fuerte depreciación se
debe al panorama externo, según analistas, que brinda soporte a las monedas
emergentes. El dólar global extendió su tendencia bajista y se encamina a su
novena caída consecutiva.
Esta dinámica es
presionada por el rápido aumento en las expectativas de recortes de tasas por
parte de la FED y por la incertidumbre que genera el posible anuncio anticipado
del nuevo presidente del banco central, según Acciones & Valores.
El índice DXY retrocedió
hacia 98,8 puntos y acumuló una caída cercana al 9 % en el año. Esta situación
ha mejorado el apetito por riesgo global y abre espacio para un mejor desempeño
relativo de las monedas emergentes.
Los precios del crudo
avanzan en medio de nuevos ataques contra infraestructura energética rusa.
Estos ataques elevan las primas de riesgo geopolítico pese a la persistente
expectativa de un mercado con sobreoferta para 2026. El barril WTI se ubicó en
US$59,23 (+1,01 %) y el Brent en US$62,97 (+0,83 %).
Datos mixtos en EE. UU. y
discursos en Colombia
Las empresas en Estados
Unidos redujeron sus nóminas en 32.000 puestos, la mayor cantidad desde
principios de 2023. Sin embargo, la producción industrial aumentó solo 0,1 % en
septiembre, mientras que la actividad de servicios se ubicó en 52,6 puntos en noviembre,
su máximo en nueve meses.
En Colombia, el gerente
del Banco de la República, Leonardo Villar, advirtió que el crecimiento
económico en Colombia ha sido impulsado por el exceso de demanda y atribuyó su
repunte, en buena parte, a un déficit fiscal muy significativo.
Respecto a las tasas de
interés, Villar insistió en que, para tomar la decisión de bajarlas, se
necesita que la inflación vaya descendiendo y la perspectiva de su
comportamiento converja, aunque sea en un plazo razonable, a la meta del 3 %.
De lo contrario, el recorte podría derivar en problemas adicionales y no
contribuiría con la expectativa de recuperación de la economía.
Finalmente, la deuda
pública (TES) en Colombia cerró mercados con una valorización del 0,87 %, que
equivale al promedio ponderado de todas las referencias de títulos de tesorería
que integran el ETF de Global X, que se negocia en la Bolsa de Valores de Colombia.
Esta información se toma
del indicador de Global X (GXTESCOL), que replica el índice GBI-EM de
J.P.Morgan para Colombia.
Por otra parte, los
cierres de TES de deuda pública, de acuerdo con el sistema de negociación del
Banco de la República, donde operan los grandes inversionistas de Colombia,
registraron los siguientes movimientos:
•Los TES de 2028
terminaron en 11,150 %, mientras que el dato anterior fue de 11,310 %.
•Los TES de 2033 cerraron
en 12,310 % y la jornada previa finalizaron en 12,540 %.
•Los TES de 2050
terminaron en 12,202 %, mientras que el dato anterior fue de 12,500 %.
Fuente: Valora
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