miércoles, 3 de diciembre de 2025

Diciembre 03 de 2025

Gasto de los hogares se dispara por menor desempleo y crecimiento de remesas; Raddar advierte consumo excesivo 

Este año, el consumo podría experimentar una expansión de cerca del 3,8 %, producto de un fuerte crecimiento del empleo y un alto ingreso de remesas al país.

Las estimaciones de gasto de los hogares colombianos han tomado un giro inesperado, superando significativamente las proyecciones iniciales, según Camilo Herrera, fundador de Raddar, quien presentó hoy las proyecciones de la forma para el próximo año.

Mientras que la expectativa previa de crecimiento de consumo para este año se situaba entre el 2,3 % y el 2,5 %, en realidad podría cerrar 2025 con una expansión de cerca del 3,8 %, producto de una combinación de factores que incluye un fuerte crecimiento del empleo y un alto ingreso de remesas al país (US$10.850 millones con corte a octubre), los cuales han aumentado el presupuesto de los hogares.

Sin embargo, el gran problema inevitable, de acuerdo con el vocero, ha sido la inflación, que ha demostrado “ser espesa”, es decir, que no quiere ceder y se mantiene por encima del 5 %. Además, se ha mantenido durante cinco años consecutivos fuera de la meta del 3 % del Banco de la República.

En consecuencia, la firma coincide con otros analistas en que el banco central no bajará las tasas de interés, de hecho, ya se discute en la Junta si será necesario subirlas en cualquier momento.

Herrera advirtió que esta inflación, que pondrá a prueba la capacidad de gasto de los hogares, golpea desproporcionadamente a los ingresos bajos, donde tres canastas (alimentos, vivienda y transporte y comunicaciones) componen aproximadamente el 80 % de la variación percibida.

Además, los precios regulados son los causantes del 37 % de la inflación en ingresos bajos, lo que sugiere que la intervención gubernamental perjudica a la población más pobre.

La amenaza de saturación en el gasto

Raddar identificó que el consumidor se ha adaptado a la ecuación de “bajo desembolso, alta satisfacción». Esto significa que gran parte de los compradores están ahora más enfocados en buscar momentos que productos, lo que se refleja en el rendimiento de las industrias de moda y entretenimiento en el mercado.

También es claro el apetito por los artículos importados, según el fundador de la firma, ya que Colombia no está produciendo lo que el consumidor compra. Las categorías que más crecen en este grupo y muestran las preferencias de los compradores son entretenimiento (con un peso de casi 50 %), salud (más del 48 % de participación) y moda (alrededor del 40 %).

Por ahora, el consumidor recibe un menor nivel de precios debido a la revaluación del peso colombiano, que actúa como una «llanta de repuesto» frente a la inflación, pero se trata de un efecto temporal.

A pesar de este auge de gasto, Raddar anticipó una saturación del mismo, particularmente en bienes duraderos, la cual se presentaría porque los consumidores que ya han adquirido bienes de larga vida útil, como carros o neveras, no volverán a comprarlos a corto plazo.

“El gasto de los hogares y en la deuda que estos tienen es una presión grande, está pesando hoy en la economía cerca del 77 % o 78 % del PIB. Nos estamos endeudando para gastar, lo que llevaría a un menor dinamismo de este en 2026 por cuenta de un menor ingreso disponible”, dijo Camilo Herrera en su presentación.

Además de los retos inflacionarios, el entorno económico enfrenta otros dilemas, como la baja productividad del mercado laboral, el repunte del trabajo informal, la poca certidumbre en las políticas económicas, la menor inversión y el aumento del riesgo país, lo que indica que el mercado internacional no confía demasiado en la política fiscal del Gobierno, según la firma.

Esto podría desacelerar la masa salarial y, en consecuencia, limitar la expansión del mercado interno. “El avance del empleo informal vuelve más frágil el bienestar y aumenta la vulnerabilidad ante caídas en el crecimiento económico”, señala la presentación.

Por el lado de las empresas, aunque los costos de producción de bienes de consumo están bajando gracias a insumos importados, el costo intermedio de la producción local está aumentando debido a reformas laboral y tributaria y a los cambios en las jornadas de trabajo.

“Si los costos de las empresas crecen al 6 % mientras la inflación crece al 5 %, las empresas están perdiendo dinero, lo cual reduce el recaudo de impuestos y aumenta el déficit fiscal”, concluyó Camilo Herrera.

Fuente: Valora

Dólar en Colombia cierra con leve descenso, marcado por tensión política y volumen moderado; deuda pública se valorizó

La cotización abrió en $3.819,99, moviéndose en un rango acotado entre un mínimo de $3.806,10 y un máximo de $3.832.

El dólar estadounidense cerró la jornada de este martes con una ligera depreciación, cerrando en $3.808,50. Este valor se situó $4,5 por debajo del visto ayer, que fue de $3.813.

La cotización abrió en $3.819,99, moviéndose en un rango acotado entre un mínimo de $3.806,10 y un máximo de $3.832. Los analistas habían anticipado movimientos entre $3.795 y $3.845.

La dinámica observada en la jornada difiere de la semana anterior, según Acciones & Valores, cuando grandes flujos de capitales, incluidas las adquisiciones del Gobierno por cerca de US$2.186 millones, dominaron el movimiento del dólar:

La firma destacó que el avance del dólar se produjo esta vez en un contexto de volumen moderado y de un entorno político más tenso.

Petróleo, riesgo geopolítico y decisión de OPEP+

Los precios del crudo, un referente clave para la economía colombiana, retrocedieron levemente a pesar de factores alcistas.

El petróleo repuntó inicialmente, apoyado en una mayor prima de riesgo tras los daños en el Caspian Pipeline Consortium, que obligaron a detener cargues, y por el aumento de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela.

Además, la OPEP+ confirmó que mantendrá estable su producción en el primer trimestre de 2026.

A pesar de estos factores, el barril WTI cerró en US$58,97 (-0,59 %) y el Brent en US$62,79 (-0,60 %).

Noticias económicas: sólida expansión manufacturera

En Colombia, el PMI manufacturero se mantuvo sólido en 54 puntos. Aunque la cifra se ubicó ligeramente por debajo del 54,8 de octubre, indica una fuerte expansión con un aumento considerable en la producción y los nuevos pedidos.

Finalmente, la deuda pública (TES) en Colombia cerró mercados con una valorización del 0,14 %, que equivale al promedio ponderado de todas las referencias de títulos de tesorería que integran el ETF de Global X, que se negocia en la Bolsa de Valores de Colombia.

Esta información se toma del indicador de Global X (GXTESCOL), que replica el índice GBI-EM de J.P.Morgan para Colombia.

Por otra parte, los cierres de TES de deuda pública, de acuerdo con el sistema de negociación del Banco de la República, donde operan los grandes inversionistas de Colombia, registraron los siguientes movimientos:

•Los TES de 2026 cerraron en 9,348 % y la jornada previa finalizaron en 9,320 %.

•Los TES de 2028 terminaron en 11,310 %, mientras que el dato anterior fue de 11,200 %.

•Los TES de 2033 cerraron en 12,540 % y la jornada previa finalizaron en 12,432 %.

•Los TES de 2050 terminaron en 12,500 %, mientras que el dato anterior fue de 12,595 %.

Fuente: Valora

OCDE advierte que la economía mundial es resiliente, pero frágil; Colombia crecerá de forma moderada

La OCDE proyecta que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial se modere del 3,3 % registrado en 2024, al 3,2 % en 2025.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió en su Economic Outlook un crecimiento económico mundial que ha demostrado ser más resiliente de lo esperado durante este año, a pesar de las crecientes barreras comerciales y la elevada incertidumbre política.

Según el organismo, esta solidez se debe en parte a políticas macroeconómicas de apoyo, mejores condiciones financieras, un adelantamiento de la producción y el comercio, y una fuerte inversión relacionada con la Inteligencia Artificial (IA).

No obstante, la OCDE subraya que el panorama sigue siendo frágil. Se proyecta que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial se modere del 3,3 % registrado en 2024, al 3,2 % en 2025 y 2,9 % en 2026, antes de repuntar ligeramente a 3,1 % en 2027.

Los riesgos para estas proyecciones incluyen un posible aumento adicional de las barreras comerciales que podría infligir daños significativos a las cadenas de suministro y la producción global, así como la posibilidad de correcciones abruptas de precios debido a las altas valoraciones de activos impulsadas por expectativas optimistas sobre las ganancias corporativas generadas por la IA.

Respecto a Colombia, el informe proyecta que la economía crecerá a una tasa moderada, con una expansión del PIB del 2,8 % en 2025, manteniéndose en 2,8 % en 2026 y acelerándose ligeramente a 2,9 % en 2027.

Se espera que el consumo privado se mantenga sólido, respaldado por la disminución de la inflación, un mercado laboral fuerte y remesas robustas. A pesar de la incertidumbre, la inversión comenzará una recuperación gradual, aunque parcial, gracias a la relajación de las condiciones financieras.

En el ámbito de la política monetaria, la OCDE anticipa que la postura será restrictiva para asegurar el retorno de la inflación a la meta. A pesar de los esfuerzos, se proyecta que la inflación se mantenga por encima del objetivo del 3 % hasta 2027. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) se proyecta en un promedio anual de 5,1 % en 2025, 4,6 % en 2026 y 3,8 % en 2027.

En cuanto a las tasas de interés, Colombia es una de las economías donde se asume una flexibilización limitada de la política monetaria adicional para 2027, dado que las tasas al final de 2026 siguen siendo relativamente restrictivas. Por último, dado que la regla fiscal permanece suspendida, los déficits fiscales se mantendrán significativamente amplios, proyectados en 7,1 % del PIB en 2025, 6,2 % en 2026 y 4,9 % en 2027.

Inflación se moderará en el mundo y las tasas seguirán a la baja

El informe también detalla indicadores macroeconómicos clave que reflejan la situación actual y las proyecciones globales. En términos de inflación, se espera que el IPC anual en los países del G20 se modere a 2,8 % en 2026 y 2,5 % en 2027, tras el 3,4 % de este año.

Sin embargo, la desinflación se ha estabilizado en algunas economías, impulsada en parte por una mayor inflación de bienes. Las proyecciones indican que la inflación global retornará gradualmente a la meta en la mayoría de las principales economías a mediados de 2027.

El crecimiento del comercio mundial real se proyecta en 4,2 % para 2025, pero se espera que se desacelere bruscamente a 2,3 % en 2026, recuperándose a 2,8 % en 2027. Esta moderación se debe a la reversión del adelantamiento de la actividad y al impacto total de las mayores tasas arancelarias efectivas. La incertidumbre sobre la política comercial ha alcanzado niveles históricamente altos.

En el frente laboral, la demanda de empleo se ha desacelerado y las tasas de desempleo han tendido al alza en general. La tasa de desempleo mediana de la OCDE se proyecta en 5 % en 2025 y 2026, y en 4,9 % para 2027.

Respecto a la política fiscal y la deuda pública, el déficit primario subyacente solo muestra una mejora modesta (0,3 % del PIB potencial) entre 2025 y 2027 en la OCDE. Se proyecta que el ratio de deuda bruta del gobierno de la OCDE alcance el 113 % del PIB promedio para finales de 2027.

Finalmente, en cuanto a la política monetaria, se espera que las tasas de interés continúen reduciéndose en los próximos trimestres en muchas economías avanzadas, con tasas reales proyectadas a converger hacia rangos de niveles neutrales para finales de 2027.

Fuente: Valora

Colombia profundiza su déficit en cuenta corriente al tercer trimestre; cifra llega al nivel de 2022

Entre julio y septiembre de 2025, el saldo negativo llegó a representar el 2,4 % del Producto Interno Bruto trimestral, con US$2.853 millones.

En el tercer trimestre de 2025, Colombia vio una ampliación en su déficit en la cuenta corriente, una tendencia impulsada por el desempeño del comercio de bienes, según la balanza de pagos del Banco de la República.

El informe de la entidad señala que entre julio y septiembre el saldo negativo llegó a representar el 2,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) trimestral, con US$2.853 millones, una cifra que no se veía desde finales de 2022 (US$4.609 millones).

El BanRep confirmó que este indicador continuó ampliándose, pues la cifra más reciente es superior en US$427 millones a la del segundo trimestre de 2025, que llegó a representar el 2,3 % del PIB.

“Este incremento se explica por el mayor déficit de la balanza comercial de bienes (US$4.307 millones) y el aumento de los egresos netos de la renta de factores (US$3.170 millones), compensado parcialmente por el cambio de déficit a superávit de la balanza de servicios (US$141 millones) y el aumento del superávit de las transferencias corrientes (US$4.213 millones)”, detalló el banco central.

Del mismo modo, en el acumulado enero-septiembre de 2025, el déficit corriente llegó a US$7.152 millones (2,2 % del PIB), lo que significa que es superior en US$2.552 millones al del mismo periodo en 2024.

En este caso, el resultado es producto de la ampliación en el déficit comercial de bienes, compensado parcialmente por el incremento en los ingresos netos por transferencias corrientes, en los menores egresos netos del rubro renta de los factores y el cambio de déficit a superávit en la balanza comercial de servicios, de acuerdo con la entidad.

Entradas netas de capital aumentan

En contraste, la dinámica económica externa de Colombia mantuvo su resiliencia en la cuenta financiera, la cual registró un flujo de entradas netas de capital extranjero, de acuerdo con la balanza de pagos del Banco de la República.

En el tercer trimestre de 2025, el país registró entradas netas de capital por US$2.232 millones, lo que equivale al 1,9 % del PIB trimestral, las cuales mostraron un aumento de US$262 millones en comparación con el periodo anterior (abril-junio).

“Este resultado se explica por los desembolsos netos de préstamos y otros créditos externos, mayores ingresos netos de inversiones de cartera y de inversión directa, lo cual fue compensado parcialmente por mayores constituciones de depósitos en el exterior”, indicó el banco central.

En detalle, aquí aparecen entradas netas de capital por US$2.232 millones que corresponden a ingresos de capital extranjero (US$10.377 millones), salidas de capital colombiano (US$8.009 millones), pagos de no residentes a residentes por ganancias en operaciones de derivados financieros (US$398 millones) y al aumento de las reservas internacionales por concepto de transacciones de balanza de pagos (US$534 millones).

Para los primeros nueve meses del año, la cuenta financiera registró entradas netas por US$5.792 millones (equivalente al 1,8 % del PIB acumulado), lo que representa un flujo positivo superior en US$2.203 millones frente al mismo periodo de 2024.

La entidad señaló que esta dinámica se debe a los mayores ingresos netos por inversiones de cartera, compensados parcialmente por mayores constituciones de depósitos en el exterior, mayores amortizaciones netas de préstamos y otros créditos externos, y menores ingresos netos de inversión directa.

Contexto de la posición de inversión internacional

Al cierre de septiembre de 2025, la posición de inversión internacional neta de Colombia se mantuvo en terreno negativo, alcanzando los US$194.546 millones (46 % del PIB anual).

El Banco de la República dejó ver que este saldo se compone de pasivos por US$493.089 millones y activos por US$298.543 millones. La estructura de pasivos subraya la relevancia de la inversión extranjera directa como fuente de capital a largo plazo, ya que representó el 57,2 % del total de los pasivos externos.

Los resultados sugieren que, si bien el país enfrenta un reto estructural con el déficit comercial de bienes, mantiene un atractivo significativo para el capital extranjero, lo cual resulta clave para la estabilidad macroeconómica y la financiación de la brecha externa.

Fuente: Valora

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