lunes, 22 de diciembre de 2025

Diciembre 22 de 2025

Contraloría cuestiona emergencia económica y pide recorte responsable del gasto

Para la Contraloría, el Gobierno tendría alternativas como realizar operaciones para el manejo de la deuda.

La Contraloría le hizo un llamado de atención al Ministerio de Hacienda para que considere las medidas que tomará frente al proceso de recorte del Presupuesto General de la Nación.

La alerta llega por el plan que tiene el Gobierno de declarar emergencia económica. El órgano de control dice que la alternativa más viable es hacer recorte del gasto “el cual debe tener en cuenta las fuertes inflexibilidades que caracterizan su composición, pues según el Ministerio de Hacienda, cerca del 92 % del presupuesto es inmodificable”.

Las recomendaciones de la Contraloría

Asimismo, sostiene que es fundamental que los recortes presupuestales se realicen con un enfoque que asegure la continuidad de los servicios públicos esenciales, evitando un aumento del déficit que ponga en riesgo la estabilidad económica del país y la sostenibilidad de las finanzas públicas evitando generar desequilibrios fiscales a largo plazo.

“Colombia ha mantenido históricamente el cumplimiento estricto de sus compromisos crediticios, por lo que el recorte de esta deuda estaría exento. Sin embargo, mediante operaciones de manejo de deuda, el Gobierno puede reducir una porción de este gasto”, dijo la Contraloría.

Por otro lado, señaló que, aunque la deuda pública debe mantenerse exenta de recortes por el historial de cumplimiento crediticio del país, el Gobierno puede reducir parte de este gasto mediante operaciones de manejo de deuda.

El ente de control advirtió sobre la rigidez del gasto en rubros como personal, pensiones y transferencias —en especial las del Sistema General de Participaciones—, pero planteó que el Ministerio de Hacienda puede identificar ajustes en componentes operativos como contratación y viáticos. En materia de inversión, indicó que, pese a ser el rubro más flexible, existen restricciones por compromisos de vigencias futuras, por lo que pidió priorizar proyectos con alto impacto macro-regional y capacidad de impulsar la estabilidad económica y la transformación productiva.

Asimismo, la Contraloría instó a mejorar la eficiencia en la ejecución presupuestal, tras evidenciar bajos niveles tanto en el presupuesto total como en inversión, especialmente en 2024 y en lo corrido de 2025. También recomendó acelerar la modernización de la DIAN y fortalecer las estrategias contra la evasión y la elusión para aumentar el recaudo tributario efectivo. Finalmente, subrayó la necesidad de que los recortes se hagan de manera transparente y participativa, con una comunicación clara de criterios e impactos, y reiteró la importancia de reafirmar la disciplina fiscal para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano plazo.

Fuente: Valora

Benedetti confirma que decreto de emergencia económica ya quedó firmado

Durante una rueda de prensa este sábado, 20 de diciembre, Benedetti explicó que el decreto fue firmado por todos los ministros del gabinete.

De acuerdo con el ministro del Interior, Armando Benedetti, el Gobierno Nacional firmó el decreto de emergencia económica.

Durante una rueda de prensa este sábado, 20 de diciembre, Benedetti explicó que el decreto fue firmado por todos los ministros del gabinete del presidente Gustavo Petro el jueves 18 de diciembre y que su radicación se completó el viernes 19, un paso previo a su publicación oficial y posterior revisión por parte de la Corte Constitucional.

«El decreto se firmó el día jueves por parte de los ministros y tuvo que haber sido radicado ayer y básicamente se hace con la estructura de ponerles impuestos a los megarricos y no como han dicho la oposición y los empresarios que es a la clase media», señaló el ministro del Interior.

 

 

Por el momento, el decreto no ha sido publicado, no obstante, el funcionario expresó que la declaratoria de emergencia es una respuesta directa a la falta de recursos para el Presupuesto General de la Nación 2026, tras el fracaso de la ley de financiamiento cuyo objetivo era recaudar más de $16 billones para cubrir el déficit fiscal. Sin ese recaudo, el Gobierno advirtió sobre el riesgo de no cumplir con obligaciones como el pago de deuda o subsidios clave, entre otros compromisos financieros del Estado.

Facultades extraordinarias y alcance del decreto

La emergencia económica permite al Ejecutivo expedir normas con fuerza de ley sin necesidad de trámite por el Congreso, aunque dichas normas están sujetas al control de la Corte Constitucional. Esta herramienta constitucional busca agilizar la implementación de medidas que garanticen la estabilidad fiscal y financiera del país ante situaciones excepcionales.

En sus declaraciones, Benedetti destacó que la estructura del decreto está enfocada en imponer gravámenes a los sectores de mayores ingresos, evitando, asegura, afectar a la clase media o a los estratos socioeconómicos más vulnerables.

“Si la ley de financiamiento no salió y no se paga la deuda, crece el riesgo ante los bancos internacionales. Aquí lo que se ve en peligro es la economía del país, porque una ley de financiamiento se hace para pagar la deuda”, expresó Benedetti.

La oposición y diversos sectores empresariales han cuestionado esa afirmación, argumentando que algunas figuras tributarias podrían terminar impactando a segmentos más amplios de la población.

Fuente: Valora

Gasto público ha aumentado 15 veces más que los ingresos en el gobierno Petro: CARF

Juan Sebastián Betancur, director técnico del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), habló de una incoherencia estructural en las finanzas del país.

La economía colombiana muestra indicadores de recuperación innegables, como la reducción del desempleo y una mayor confianza general. Sin embargo, estas buenas noticias en el corto plazo ocultan una alta dependencia del gasto público para impulsar el crecimiento.

Juan Sebastián Betancur, director técnico del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), habló de una incoherencia estructural en las finanzas del país con ingresos limitados y un gasto alto que ya genera alertas este martes durante el evento del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, en conversación con Valora Analitik.

Hace unos días, el CARF publicó sus proyecciones de déficit fiscal, pero parece que no hay buenas noticias…

En opinión del CARF, el déficit primario es una variable fundamental y quisiera enfatizar mucho su importancia porque el balance primario lo que muestra la salud de las finanzas públicas, en la medida en que refleja cuál es el equilibrio entre ingresos y gastos excluyendo el pago de intereses, así como la capacidad que tiene un gobierno para honrar esas obligaciones operativas y algunas inversiones. Cuando esos ingresos alcanzan a financiar los gastos fijos y algunos de inversión, uno está bien. Cuando ese no es el caso, uno tiene un déficit primario y la única manera de financiarlo es con deuda. No hay otra manera, igual que en una casa: si yo quiero comprar un apartamento y para eso me endeudo, bien, pero si yo voy a estar endeudándome para pagar el mercado y el arriendo, eso es un campanazo.

¿Cuál es la lectura del CARF de cómo llegamos a esta situación?

En Colombia ha habido una incoherencia estructural en la dinámica entre ingresos y gastos, eso no es del último año ni de los últimos dos años. Los ingresos han crecido 0,3 puntos del PIB en un contexto en que los gastos han crecido 4,5 puntos del PIB entre el 2019 y el 2024, esto es 15 veces más. Un análisis que hicimos recientemente en el comité muestra que los ingresos han seguido la tendencia histórica que se traía hasta la hasta antes de la pandemia, a pesar de que se han hecho reformas tributarias. Los gastos han crecido 2,5 puntos del PIB por encima de esa tendencia, se nos dispararon.

¿En cuáles rubros crece más el gasto?

Los tipos de gastos que más han crecido respecto de la pandemia son Sistema General de Participaciones (SGP), pensiones y salud. Esos tres cheques, que son casi la mitad del presupuesto total, son constitucionales. Si queremos como país cambiar esos tres cheques, hay que cambiar la Constitución. Hay unas inflexibilidades muy estructurales que implican que el Gobierno y el Congreso acuerden unas decisiones difíciles, dolorosas, pero que son necesarias. Hay otros aspectos que han crecido, como la inversión, que este año va a ser bastante más alta de lo que estaba previsto en nuestras estimaciones o el déficit del fondo es de estabilización del precio de los combustibles.

Justamente los temas en los que este Gobierno hizo reformas… ¿Las modificaciones en esas leyes pueden corregir ese gasto altamente inflexible?

Sobre esas reformas hay un montón de dimensiones que un actor de política pública debe tener en cuenta. Yo, por el mandato legal que tiene el CARF solo voy a hablar de lo fiscal. En el frente puramente fiscal, esas tres reformas están direccionadas hacia aumentar el gasto fiscal, ninguna está direccionada hacia reducirlo. Hay un déficit estructural en Colombia y una diferencia grande entre ingresos y gastos quitando el costo de los intereses. Y la perspectiva es que, si nos quedamos cruzados de brazos, ese boquete se va a abrir aún más. Más nos vale que el país y las autoridades competentes tengan las discusiones que se requieren, que no son fáciles, son difíciles, pero que son absolutamente necesarias si queremos tener un escenario de sostenibilidad fiscal. El reto es que como Colombia no tiene historial de insostenibilidad fiscal, es difícil convencer a la gente de que ese escenario es tan catastrófico.

¿Qué opciones tiene el Gobierno ahora que se cayó la ley de financiamiento para ajustar el desbalance a través de mayores ingresos?

El CARF no tiene mandato para dar recomendaciones puntuales de qué manera de subir ingresos o de qué manera bajar gastos. La norma dice que si se cayó la ley de financiamiento y se aprobó un presupuesto que ahora queda desfinanciado, el gobierno muy temprano en enero tiene que reducir el gasto. El año pasado hubo la misma situación porque había otra ley de financiamiento que tampoco se aprobó y el gobierno aplazó $12 billones de gasto que no se han recortado. En el comité lo que hemos dicho es: más allá de los $16,3 billones que no se aprobaron en la ley de financiamiento y que habrá que aplazar o recortar, faltan $37,6 billones. El monto que es necesario, no para para cumplir con la Regla Fiscal que está suspendida, no para estabilizar la deuda pública, sino para llegar a la meta que el mismo Gobierno se trazó se necesita un ajuste en total de $37,6 billones.

¿Han identificado desde el CARF cuáles son los impuestos o los frentes donde el Gobierno tiene mayor probabilidad de aumentar el recaudo?

El tema de la gestión de la DIAN, sin duda es importante. Ha dado muestras de ser efectivo en muchos países, pero eso toma tiempo. Hay que hacerlo, indiscutiblemente. Y Colombia ha hecho apuestas en el pasado, no es la primera vez que hablamos de gestión de la DIAN, y en alguna medida ocurrió. Pero uno no puede pensar que de la noche a la mañana se van a conseguir $20 billones o $30 billones. Colombia debe pensar el ajuste fiscal en dos dimensiones: liquidez y solvencia.

¿Qué lectura hacen ustedes de esa posibilidad de ajustes en un año electoral?

Nosotros desde el CARF dijimos que la ley de financiamiento tenía varios elementos técnicamente válidos desde nuestro punto de vista. El Congreso de la República ya se pronunció y decidió archivar el proyecto. Creo que el principal valor del CARF es que no está modificando análisis en función del ciclo político. Nosotros lo que decimos es: si Colombia no hace un ajuste pronto, el dolor va a ser más grande. Habrá unas decisiones que hay son difíciles que habrá que tomar, pero que si no se toman nos dejarían a todos nosotros en una situación peor.

¿Por qué enfocarse en el déficit primario si el pago de la deuda es tan significativo?

Lo importante de la deuda es que se pueda pagar. Hace 10 años $1 de cada $6 de recaudo por impuestos se iba al pago de la deuda. Hoy en día es $1 de cada $3 y si la deuda sigue creciendo, serán $1 de cada $2. Yo no estoy diciendo que Colombia esté en ese punto de no poder pagar todavía, pero sí estoy diciendo que, si no hacemos las medidas que se tienen que hacer, podríamos llegar a una situación así. Colombia nunca ha tenido un problema fiscal de crisis, de impago de su deuda la historia reciente y, por supuesto, esperamos que evitemos esos escenarios.

¿Pero estamos cerca de tenerlo?

Yo no quiero especular, eso depende de muchas fuerzas de mercado que son difíciles de simular. No pienso que Colombia hoy esté en una situación en la que no pueda honrar sus obligaciones financieras. De lo que sí estoy convencido es que ese desbalance tan grande que existe entre ingresos y gastos solo es consistente con un crecimiento sostenido de la deuda. Si eso no se corrige, en algún momento en el futuro, no sé cuándo, llegará el punto en el que será inviable el pago de los intereses.

En medio de esta coyuntura, la gente tiene más capacidad de gasto, el desempleo ha venido bajando, la percepción es de mayor confianza, pero desde el frente fiscal más bien todo parece alarmante. ¿Cómo leer esas dos caras?

Hay varios indicadores de corto plazo que están mostrando una fortaleza económica y eso es innegable. La economía se ha recuperado de manera importante, más fuerte que en otros países. Pero la composición importa y lo que se ha recuperado del consumo privado y público. Si la economía colombiana no tuviera consumo público, no estaría creciendo al 2,8 % sino al 2 % y la aceleración respecto del año pasado no sería como de 1,5 puntos porcentuales, sino de 0,5. La pregunta que hay que hacerse es: ¿es sostenible que el consumo público siga impulsando de esa manera la economía? Si hay un ajuste de ingresos y de gastos para que la deuda deje crecer, probablemente sí. Pero ese no es el caso hoy en día, en el escenario actual no es sostenible que el consumo público siga aportándole tanto crecimiento.

Fuente: Valora

Gremios y expertos piden a la Corte medidas urgentes para tumbar la emergencia económica de Petro

La Corte Constitucional podría reunirse extraordinariamente para analizar las normas, dada la actual vacancia judicial.

Durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta Directiva del Banco de la República, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, reveló a cuentagotas la declaratoria de emergencia económica tras la caída de la reforma tributaria.

Horas después se conoció el borrador del texto, con el que se busca conseguir más de $16 billones que le hacen falta al Presupuesto General de la Nación para el próximo año. El borrador incluye un incremento temporal al impuesto del 4×1.000, con lo que el Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF) subiría al 5×1.000 de forma temporal durante el año gravable 2026.

El borrador conocido por Valora Analitik también propone nuevas tarifas para el impuesto al patrimonio en personas naturales y empresas para 2026. Otras empresas que quedaron en la mira del Gobierno fueron las del sector de hidrocarburos, pues con el decreto se crearía un «impuesto especial para la estabilidad fiscal» del 1 % en las ventas o exportaciones.

Vale mencionar que este decreto levanta serios cuestionamientos institucionales por el momento elegido para su expedición, pues la declaratoria se produce justo cuando la Corte Constitucional entra en vacancia judicial, un periodo en el que el alto tribunal no puede pronunciarse de fondo sobre los decretos y artículos que emita el Ejecutivo al amparo de esta figura excepcional.

¿Qué dicen empresarios y expertos?

Luis Fernando Mejía, quien hasta el 31 de diciembre será el director de Fedesarrollo, consideró que “no existe ningún hecho sobreviniente que justifique la declaratoria de emergencia económica por parte del Gobierno nacional”.

De acuerdo con Mejía, los $16 billones de la ley de financiamiento representan menos del 3 % del presupuesto para 2026, por lo que es «imposible argumentar que un impacto de esta magnitud pueda perturbar o amenazar perturbar en forma grave e inminente el orden económico, social y ecológico del país”, tal como precisa la Constitución en su artículo 215.

Por su parte, Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), afirmó que no hay razones para la declaratoria y dijo que: “La ley que rige el presupuesto dice que cuando una ley de financiamiento no es aprobada, el gobierno debe aplazar el gasto o debe recortarlo”.

El líder gremial también consideró que “en este momento es una medida altamente desleal con la sociedad colombiana, ya que el gobierno sabe que en este momento entramos en vacancia judicial. No se le está jugando limpio a la sociedad colombiana”.

En esta misma línea, María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, aceptó que “sí hay fragilidad fiscal. Pero eso no significa que exista un escenario constitucional de emergencia económica. No es ideología, son reglas de juego”.

Corte podría reunirse de manera extraordinaria

Teniendo en cuenta que, la norma sería expedida en medio de la vacancia judicial, Blu Radio reveló que la Corte Constitucional, en cabeza del magistrado Jorge Enrique Ibañez podría citar a una sala plena extraordinaria, que se daría la próxima semana.

El objetivo sería comenzar el trámite de la discusión de la emergencia económica, en el escenario que el Gobierno Petro expida el decreto.

En esta misma línea, Lacouture pidió a la Corte que, “cuando se emitan los decretos de emergencia económica, tal como lo anunció el Gobierno, que conforme a la discreción y reglamento de la Corte”, sesione excepcionalmente para analizar este debate.

Fuente: Valora

Petro defiende venta directa de TES por $23 billones; analistas alertan por alta tasa de la operación y falta de caja

Colombia vendió US$6.000 millones en TES a fondo internacional en una operación directa.

Este viernes, el Gobierno Petro, a través del Ministerio de Hacienda, anunció una de las operaciones más importante de TES, con la venta directa por US$6.000 millones, equivalentes a $23 billones, a uno de los inversionistas extranjeros más grandes del mercado.

El comunicado de prensa de la cartera de Hacienda afirma que “esta venta directa implicará una reducción en las necesidades de financiamiento de la Nación para la vigencia 2026”, en medio de la caída de la reforma tributaria en días previos.

Sin embargo, las voces en contra de la operación no se hicieron esperar e, incluso, llegaron al espectro político, en el que ha habido múltiples reacciones.

Una de las primeras voces en pronunciarse fue la de José Ignacio López, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), quien calificó como un “viernes negro en lo fiscal”, al pasado 19 de diciembre.

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Reacciones sobre la venta directa de TES

Si bien el comunicado de Hacienda no mencionó la tasa de la transacción, expertos dieron a conocer que estos bonos vendidos el viernes vencen en 2029, 2033, 2035 y 2040 y ofrecen un rendimiento del 12,99 %, 13,05 %, 13,24 % y 13,32 %, en su orden, calificadas como altas.

Sobre esta operación, el presidente de ANIF afirmó que esta emisión privada por $23 billones a tasas de 13 %, se hizo “en una operación poco transparente que refleja la mala programación fiscal y falta de caja” que tendría el Gobierno Petro.

A este “viernes negro” López añadió: “El próximo Gobierno se encontrará con una situación fiscal peor dado que las empresas tendrán saldos a favor en materia de impuestos”.

Lisandro Junco, exdirector de la DIAN, también mencionó que “siguen endeudándonos por los problemas de caja que tiene el gobierno”, mientras que José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y actual rector de la IAE, por su parte, alertó por la falta de rigor técnico.

El debate sobre estas operaciones de manejo de deuda llegó al escenario político, algo poco habitual. Por ejempo, María Fernanda Cabal, senadora y hasta hace poco precandidata presidencial, afirmó que: “El Ministerio de Hacienda celebra la venta de TES por $23 billones como un logro. ¿Éxito? No. Más deuda para los colombianos, más carga para futuras generaciones. Endeudar al país no es una victoria, es una irresponsabilidad”.

Justificación oficial

Ante las críticas que ha tenido esta venta directa de TES, en su cuenta de X el presidente Gustavo Petro respondió que “esa deuda de $23 billones es para pagarle la deuda por otros $23 billones a los que les compraron títulos al gobierno de Duque que ya se vencen”.

Por su parte, el comunicado emitido del MinHacienda afirma que “con esta operación se inicia una importante relación comercial que refleja un voto de confianza no sólo en el mercado de deuda pública, sino en los fundamentales de la economía colombiana”.

Dice además que “esta operación es la primera de varias que potencialmente podrían ejecutarse con este inversionista el cual ve en Colombia un mercado y una economía con perspectivas positivas y con instituciones sólidas”.

Fuente: Valora

BanRep Colombia mantiene las tasas de interés en 9,25 % por quinta reunión consecutiva

La decisión estuvo alineada con el consenso del mercado, que anticipaba que la tasa de referencia se mantuviera inalterada

Las tasas de interés en Colombia se mantendrán en 9,25 % después de que la Junta Directiva del Banco de la República votara por mayoría no hacer ajustes, completando cinco sesiones sin anunciar cambios en la política monetaria.

Esto significa que en todo el año solo se hizo un recorte de 25 puntos básicos (pb), el cual tuvo lugar en abril.

La decisión estuvo alineada con el consenso del mercado, que anticipaba que la tasa de referencia se mantuviera inalterada, a pesar de que otros actores no descartaban la posibilidad de que esta subiera.

Según el comunicado del banco central, cuatro directores votaron a favor de esta decisión, mientras que dos se inclinaron por una reducción de 50 pb y uno por un recorte de 25 pb.

El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, mencionó que la Junta tuvo en cuenta el comportamiento de la inflación (que se mantiene por encima del nivel observado en 2024), el aumento en las expectativas de comportamiento del IPC, un crecimiento económico que superó las proyecciones de la entidad, los déficits comercial y en la balanza de pagos, así como el entorno internacional.

También manifestó que han aceptado desviaciones de la meta de inflación porque se debe a distintas circunstancias internas y externas. También señaló que el emisor no ha querido una política monetaria más contractiva porque espera conciliar el objetivo de mantener la inflación hacia la meta con una economía que crezca de manera satisfactoria. 

Por su parte, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, insistió en que el Gobierno no estuvo de acuerdo con la decisión de la Junta Directiva del Banco de la República y señaló que no han podido llegar a un consenso con algunos miembros.

«La decisión no es una sorpresa, la esperaban la mayoría de los analistas», dijo el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, en la rueda de prensa cuando se le preguntó por las apuestas del mercado sobre el comportamiento futuro de las tasas de interés. Sin embargo, no se refirió a la tendencia que se pueda tomar el próximo año.

Fuente: Valora

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