Los hogares también se han visto afectados por la crisis fiscal en Colombia
El incremento sostenido de
la deuda pública, el déficit fiscal crónico y la inestabilidad política ya
están minando la estabilidad económica.
El desbalance fiscal que
atraviesa Colombia desde el año pasado podría encarecer el crédito, frenar la
creación de empleo y elevar el costo de vida, según un reporte de Crowe Co,
firma internacional de servicios de auditoría, consultoría Contable, asesoría
Legal y Tributaria, entre otros.
“La crisis fiscal ya se
traduce en efectos directos para las familias y aunque la inflación ha cedido
levemente, los alimentos siguen caros, afectando su poder adquisitivo”,
advirtió la empresa en un comunicado.
Según el reporte, el
incremento sostenido de la deuda pública, el déficit fiscal crónico y la
inestabilidad política ya están minando la estabilidad económica. De hecho, en
el año pasado Colombia cerró con un déficit fiscal del 6,8 % del PIB, superando
el tope legal del 5,6 %.
“Ya no es un tema técnico,
sino que impacta directamente al ciudadano común, encareciendo las tasas de
interés y afectando desde créditos hipotecarios hasta financiamiento
empresarial”, dijo Juan Carlos Arbeláez, socio de impuestos y asuntos legales
de Crowe Co y autor del reporte.
En primer lugar, hay
escasos recursos públicos porque estos se destinan cada vez en mayor proporción
al pago de intereses, afectando directamente la inversión en programas sociales
y de infraestructura, así como el pago de subsidios, la contratación por parte
del Estado y, en general, los programas sociales.
El Observatorio Fiscal de
la Universidad Javeriana reportó que el presupuesto de inversión pública cayó
un 33 % en 2025 (de $105,8 billones a $70 billones). La Contraloría General
también señaló un recorte del 17,4 %, pasando de $100 a $82,5 billones.
Además, la tasa de usura,
que marca el interés máximo legal para tarjetas y préstamos de libre inversión,
actualmente se ubica en 25,97 %, lo que, según la firma, dificulta aún más el
acceso a financiación.
Crowe Co mencionó también
la suspensión del programa “Mi Casa Ya” a finales de 2024 por falta de
recursos, pues unos 40.500 hogares perdieron la cobertura de tasa de interés,
lo que incrementó sus cuotas hasta en un 30 %. Además, unas 49.000 familias podrían
desistir de comprar vivienda este año por la reducción en subsidios, golpeando
al sector de la construcción.
Por otra parte, el Icetex
redujo en 40.000 los cupos de crédito educativo respecto a 2024, tras una caída
del 33 % en su presupuesto (de $1,2 billones a $859.036 millones). También
eliminó los subsidios a tasas de interés para estudiantes vulnerables, encareciendo
los créditos en promedio un 17 %.
Las pequeñas y medianas
empresas también sufren los efectos de esta crisis fiscal. Desde la reforma
tributaria de 2022, enfrentan una mayor carga tributaria, con incremento en
impuestos a dividendos y una tasa mínima del 15 % sobre la utilidad financiera
depurada. A esto se suma la inflación, los altos intereses, y mayores anticipos
y retenciones en la fuente.
Fuente: Valora
IIF plantea la urgencia de “un plan fiscal creíble” en Colombia
El Instituto de Finanzas
Internacionales dijo que la posición fiscal de Colombia está bajo presión
debido a que no se han hecho recortes de gasto.
El Instituto de Finanzas
Internacionales (IIF) señaló en su informe Visión LatAm que Colombia “necesita
con urgencia un plan fiscal creíble para restaurar la confianza del mercado y
evitar más presión sobre la calificación crediticia” porque se encuentra en un
punto de inflexión.
Según el análisis de la
firma, la posición fiscal de Colombia está bajo una presión creciente debido a
que los recortes estructurales del gasto aún no se han materializado, hay
escepticismo en torno a las medidas de austeridad y el compromiso político con
la consolidación parece débil.
También citó los
frecuentes cambios de gabinete del presidente Petro, incluyendo a cuatro
ministros de Hacienda desde 2022, y un enfoque en reformas controvertidas que
“ha erosionado la continuidad de la política, mientras que el apetito por el
gasto sigue inalterado”.
Este análisis se publica
previo al lanzamiento del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), programado para
el viernes 13 de junio, que esbozará las proyecciones de finanzas públicas y
que “podría ser la última oportunidad del gobierno para presentar una estrategia
fiscal creíble antes del ciclo electoral de 2026”.
El IIF recordó que el
déficit general del gobierno central aumentó al 6,7 % del PIB en 2024, tras un
breve período de consolidación entre 2022 y 2023, superando las proyecciones
anteriores (5,6 %) en medio de un gasto primario elevado y ingresos fiscales
decepcionantes.
“Este déficit creciente ha
continuado en el primer trimestre de 2025, exacerbando los desafíos fiscales”,
dijo en referencia a las cifras del Ministerio de Hacienda que daban cuenta de
un desbalance del -2,1 % del PIB % con corte a marzo, la cifra más alta
registrada en la serie, que comienza en 2004. Esto, según la firma, muestra
presiones de gasto persistentes y alimenta las restricciones de liquidez del
Gobierno.
“La rigidez del gasto
sigue siendo una gran restricción, particularmente debido al aumento de los
pagos de intereses (por encima del 4,5 % del PIB) y las transferencias
continuas al Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles. Además, una
ejecución presupuestaria más rápida contribuyó a la ampliación del déficit, con
un 28 % de las apropiaciones comprometidas en el primer trimestre”, detalló.
Luego reveló que la
reforma de pensiones, la intervención del gobierno en el sistema de salud y los
cambios aprobados al Sistema General de Participaciones (SGP) podrían aumentar
el gasto en más del 2 % del PIB a mediano plazo sin ahorros compensatorios o
nuevos ingresos.
El informe advierte
escepticismo entre los inversores y el mercado en general frente a la
posibilidad de que el déficit fiscal cierre el año en línea con lo proyectado
por el Gobierno (5,1 % del PIB). Sus cálculos estiman que el indicador llegue
al -7 % del PIB, comparable a los niveles de la pandemia y muy por encima del
nivel requerido para estabilizar la deuda pública a corto plazo.
“Se necesita un plan de
acción creíble para la consolidación fiscal para evitar más presión alcista
sobre la inflación y una posible degradación de la calificación crediticia.
Lograr esta meta requiere más del 2,5 % del PIB en ajustes, reflejando altos riesgos
de implementación”, anotó el IIF.
El Instituto señaló que se
requerirán recortes significativos en el gasto, incluida la eliminación gradual
del subsidio al diésel y la contención del aumento de costos por
subcontratación de servicios.
También se refirió a la
suspensión del acceso de Colombia a la Línea de Crédito Flexible (FCL) del
Fondo Monetario Internacional (FMI) por US$8.100 millones, citando
preocupaciones sobre la credibilidad de la política fiscal y la necesidad de
completar la consulta del Artículo IV y la revisión de medio año.
Fuente: Valora
Agencias calificadoras podrían alinearse y bajar un
escalón la nota crediticia de Colombia este año
Moody’s dará a conocer si
mantiene o no la calificación soberana del país (Baa2) después de que se
publique el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
La única agencia
calificadora que no se ha pronunciado este año respecto a la posición soberana
de la deuda colombiana, Moody’s, revelaría este mes si mantiene o ajusta la
calificación del país. La mayoría de los analistas dan por sentado que la
noticia será negativa y anticipan que será replicada por las demás firmas.
Renzo Merino,
vicepresidente y analista senior de Moody’s para Colombia, aseguró en un evento
el 20 de mayo que la firma esperará a que el Gobierno publique el Marco Fiscal
de Mediano Plazo (MFMP), programado para el viernes 13 de junio, antes de dar a
conocer si mantiene o no la calificación soberana del país (Baa2) a un año de
haber modificado la perspectiva de Colombia de estable a negativa.
“Nosotros creemos que
Moody’s nos va a bajar un notch (escalón) desde Baa2 hasta Baa3. Como en marzo
Fitch nos sorprendió poniéndonos en Outlook negativo, lo que creemos que va a
pasar ahora en el segundo semestre, antes de noviembre, es que S&P y Fitch
también nos van a bajar la calificación a un nivel de BB que hoy en día tiene
una economía como la de Brasil”, aseguró el economista jefe para la región
Andina de BTG Pactual, Munir Jalil.
La decisión sería producto
de la presión en la caja del Gobierno, que se viene evidenciando desde el año
pasado y que lejos de corregirse se ha agravado hasta el punto en que a pesar
de la expansión económica y el aumento en el recaudo de impuestos respecto a
2024, el déficit fiscal se duplicó en el primer trimestre y llegó a máximos de
la historia reciente (2,1 % del PIB vs 1 % en 2023), pues el nivel de gasto se
ha acelerado.
Merino comentó que el
perfil crediticio de Colombia podría estar más alineado con Baa3, lo que
llevaría a mantener al país en perspectiva negativa o directamente a ajustar la
nota crediticia. “Lo que estamos monitoreando de momento es no solamente el deterioro
de 2024 sino las expectativas de que vaya a haber una corrección o no este año
y el próximo”, explicó.
Los analistas reconocen
que ha habido cierta flexibilización por parte del Gobierno para volver a poner
sobre la mesa el tema de un eventual recorte de gasto público en el
presupuesto; sin embargo, el anuncio se concretaría con la publicación del
MFMP, pues el ministro de Hacienda, Germán Ávila, solo ha pedido tener en
cuenta las posibilidades de generar nuevos ingresos.
Por ahora, los cálculos
independientes sugieren recortes que empiezan en $20 billones, según el Banco
de Bogotá, y llegan a los $75 billones señalados por el Comité Autónomo de la
Regla Fiscal (CARF), dados los efectos fiscales de la reserva presupuestal
constituida en 2024 ($52,3 billones y 3,1 % del PIB).
Fedesarrollo, por su
parte, cree que como las proyecciones recientes de recaudo se han basado en
supuestos optimistas será necesario un recorte adicional de al menos $28
billones en 2025 para cumplir con la Regla Fiscal.
Lo cierto es que ninguno
de los análisis ven posible que se cumpla este año con la meta de déficit
fiscal del Gobierno del 5,1 % del PIB consignada en la actualización del Plan
Financiero. De hecho, todos coinciden en que superaría el 6,8 % del PIB registrado
en 2024. El Banco de Bogotá le apunta a un desbalance del 7,8 %, ANIF al 7,1 %
y el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) al 7 %, por mencionar algunos
pronósticos.
Del mismo modo, la deuda
en relación con el Producto Interno Bruto superaría el 60 % de 2024, por lo que
se seguiría deteriorando y se mantendría fuera del ancla y muy cercana al
límite del 70 %. BTG Pactual, por ejemplo, estima que llegaría al 63 %, el nivel
más alto de los últimos años, siempre y cuando el Gobierno anuncie un recorte
de entre $10 y $11 billones este año.
Jalil incluso cree que el
mal momento de la deuda colombiana y sus altas tasas de interés podrían llevar
a las agencias a ajustar la calificación dos escalones a la baja, aunque, al
parecer, las firmas no han incorporado ese riesgo adicional. “Tal vez nos dejen
el Outlook negativo, eso sí”, concluyó.
Fuente: Valora
Reforma laboral en Colombia: lo que se mantiene, lo que se
cambia y lo que desaparece del proyecto
Si no se aprueba antes del
próximo 20 de junio, el proyecto se hundirá por vencimiento de términos
legislativos.
El miércoles 29 de mayo
fue aprobado en tercer debate el proyecto de la reforma laboral en la Comisión
Séptima del Senado. Con esto, la iniciativa presentada por el Gobierno de
Gustavo Petro queda a una sola discusión —en la plenaria del Senado— de convertirse
en ley.
Sin embargo, el tiempo
juega en contra: si no se aprueba antes del próximo 20 de junio, el proyecto se
hundirá por vencimiento de términos legislativos.
Ante dicha coyuntura,
Valora Analitik consultó a Diego Felipe Valdivieso, líder del área de Derecho
Laboral y Seguridad Social de Scola Abogados, y explicó en detalle los
elementos clave de la ponencia aprobada, que refleja una versión más moderada
de la reforma original, y destacó cuáles fueron los puntos que generaron mayor
tensión entre el Gobierno y los gremios empresariales.
Una ponencia que busca el
equilibrio, pero no resuelve todas las tensiones
El texto aprobado
corresponde a una ponencia mayoritariamente construida en la Comisión Séptima
del Senado, tomando como base lo que ya había sido aprobado en la Cámara de
Representantes. No obstante, incluye algunos ajustes que buscan acercar las
visiones de los sectores más distantes: el Gobierno Nacional, por un lado, y
los gremios y empresarios, por el otro.
“Esta ponencia busca un
punto medio en muchos frentes. En algunos artículos se mantiene la línea del
Gobierno, en otros se recogen preocupaciones del sector privado. Es una reforma
que intenta conciliar posturas que han sido difícilmente reconciliables”,
explica Valdivieso.
De esta manera, se observa
un claro esfuerzo de la comisión para incorporar elementos que permitan avanzar
la discusión sin que ninguna de las partes sienta una derrota total, aunque
tampoco logra resolver del todo los nudos más complejos del debate laboral en
Colombia.
Jornada nocturna desde las
7 p.m.: uno de los puntos que más preocupa a los empresarios
Uno de los elementos que
se mantiene intacto es la propuesta del Gobierno sobre la ampliación del
recargo por trabajo nocturno. En la actualidad, la jornada nocturna inicia a
las 9:00 p. m., pero con la reforma se reduciría ese umbral a las 7:00 p. m., con
recargo hasta las 6:00 a. m.
“Se ratifica el recargo
nocturno desde las 7:00 p. m. sin excepción alguna, lo que puede tener un
efecto económico considerable sobre sectores como comercio, transporte y
servicios, que operan en horario extendido”, comenta el abogado.
Este punto ha sido una
bandera del Gobierno desde la primera versión del proyecto, bajo el argumento
de que mejora las condiciones laborales de miles de trabajadores. Sin embargo,
ha generado resistencia en los gremios, por el impacto que tendría en los costos
operativos de las empresas.
Recargo dominical y
festivo al 100 %
También se aprobó el
recargo del 100 % para el trabajo dominical y en días festivos, lo que
significa que quienes laboren en esos días deberán recibir el doble del valor
ordinario por hora trabajada. La reforma, no obstante, establece una regla de
transición para que esta medida se aplique de forma progresiva.
En ese sentido, la medida
se aplicaría de la siguiente manera:
A partir del primero de
julio de 2025, se incrementará el recargo por laborar en día de descanso
obligatorio a 80 %.
A partir del primero de
julio de 2026, se incrementará el recargo por laborar en día de descanso
obligatorio a 90 %.
A partir del primero de
julio de 2027, se dará plena aplicación al recargo por laborar día de descanso
obligatorio en los términos de este artículo.
“Es una medida que busca
dignificar el trabajo en días de descanso, pero que también impone un reto
importante para las empresas que operan en sectores de atención continua”,
señala Valdivieso.
Este punto también refleja
una de las principales banderas del Ministerio de Trabajo, que ha insistido en
la necesidad de equilibrar la carga laboral frente al derecho al descanso.
Contrato de aprendizaje
Uno de los temas que ha
generado mayor discusión es el del contrato de aprendizaje. El Gobierno ha
buscado transformarlo en un contrato laboral propiamente dicho, es decir, que
esté sujeto a las reglas laborales comunes. Sin embargo, la ponencia aprobada
no accede a esa propuesta.
“Se mantiene la figura del
contrato de aprendizaje como una forma especial de vinculación, distinta al
contrato laboral. Pero se mejora el monto del auxilio monetario para los
aprendices”, explica el abogado.
El nuevo texto establece
que los aprendices recibirán el 75 % de un salario mínimo durante la etapa
lectiva, y el 100 % en la etapa práctica, frente al modelo actual que en muchos
casos implica ingresos muy inferiores.
Desaparece la figura del
régimen simple para trabajadores de medio tiempo
Otro cambio significativo
tiene que ver con la eliminación de la propuesta del “régimen simple de
contratación laboral” para personas que trabajan por tiempos parciales. Esta
figura pretendía facilitar la contratación informal, sin el cumplimiento completo
de las obligaciones laborales tradicionales.
“Lo que se propone ahora
es que incluso quienes trabajan por horas reciban pagos proporcionales y
directos de prestaciones sociales como cesantías, primas, vacaciones y
seguridad social”, explica Valdivieso.
Este cambio busca frenar
prácticas de precarización laboral en sectores donde la vinculación por tiempos
parciales se ha usado como vía para evitar cargas prestacionales.
Medidas contra la
informalidad y el desempleo
Aunque el grueso del
proyecto sigue enfocado en fortalecer las condiciones del empleo formal, se
incorporan algunos artículos nuevos orientados a combatir la informalidad y
promover la generación de empleo, dos aspectos que fueron ampliamente
criticados en la versión original del proyecto por no tener suficientes
herramientas frente a estos desafíos estructurales.
Aún no se conocen en
detalle los mecanismos propuestos, pero según el abogado, “hay un interés por
avanzar hacia soluciones que reconozcan las realidades del mercado laboral
colombiano”, donde cerca del 60 % de los trabajadores están en la informalidad.
Lo que sigue: debate final
en el Senado y reloj en contra
Con tres debates ya
superados, al proyecto solo le queda la aprobación en la plenaria del Senado,
que deberá realizarse antes del 20 de junio. De no lograrse en esa fecha, el
proyecto se archivará.
“Es muy probable que no se
logren incorporar muchos más ajustes, justamente por los tiempos. El debate se
centrará en los temas más sensibles: contrato de aprendizaje y recargo
nocturno”, prevé Valdivieso.
El Gobierno podría
insistir en incluir la laboralización del contrato de aprendizaje, mientras que
los gremios buscarán limitar los costos derivados de los recargos nocturnos.
La versión del proyecto
que se aprueba hoy es más moderada que la presentada inicialmente por el
Ministerio de Trabajo, y representa un intento de construcción política entre
el Ejecutivo, el Congreso y el sector empresarial. Sin embargo, las tensiones persisten,
y el desenlace dependerá del pulso final en el Senado.
“No es una reforma
radical, pero sí implica cambios estructurales. El desafío está en implementar
estas medidas sin frenar el empleo o ahuyentar la inversión”, concluye el
vocero de Scola Abogados.
Fuente: Valora
Colombia tiene el segundo mayor riesgo político y la
segunda aprobación presidencial más baja de la región
Un informe de AtlasIntel y
Bloomberg evaluó el panorama político, social y económico de Argentina, Brasil,
Chile, Colombia, Perú y México.
Bloomberg y AtlasIntel
presentaron la más reciente actualización de su “Latam Pulse”, que proporciona
datos mensuales sobre el panorama político, social y económico de cinco países
clave de América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y México.
En esta medición, y
tomando en cuenta los países de referencia, Colombia tuvo el segundo mayor
riesgo político, así como la segunda aprobación presidencial más baja de la
muestra.
Al entrar en detalle, en
relación con la aprobación presidencial, el país tiene una tasa de 35 %,
solamente por encima de Perú, en el que este indicador se ubicó en 12 %. En
contraste Chile (38 %), Argentina (45 %), Brasil (48 %) y México (61 %)
arrojaron una mayor aprobación a sus gobiernos.
En relación con el riesgo
político, que capta las vulnerabilidades subyacentes que podrían perturbar la
gobernanza, debilitar las instituciones y aumentar la incertidumbre para los
responsables de la toma de decisiones, Colombia tiene el segundo mayor nivel
más alto.
De acuerdo con el
análisis, y en línea con la aprobación presidencial, Perú y Colombia tienen
mayor riesgo político, con una evaluación de 57 puntos y de 55 puntos
respectivamente. Sin embargo, vale la pena detallar que este factor aumentó en
Colombia un punto porcentual, mientras que en el país vecino viene cayendo.
¿Qué más mide el pulso de
Bloomberg sobre Colombia?
El informe cuenta con un
módulo permanente presenta indicadores esenciales para el seguimiento y
análisis de tendencias, incluyendo índices de aprobación presidencial,
evaluación del gobierno, Índice de Riesgo Político de AtlasIntel, Índice de
Polarización Social, Índice de Confianza del Consumidor (ICC), Índice de
Inflación y el Índice de Liberalismo Económico.
Con esto en mente, se
destaca también que Colombia tiene el segundo índice de confianza del
consumidor con un mayor negativo, ubicado en -15,5 %, nuevamente, solo superado
por Perú en el que este indicador llega a 34,7 %. En este punto particular, el
único país con una confianza del consumidor en positivo en México (6,6 %).
Finalmente, se destaca la
expectativa de inflación, según el cual en Colombia se espera que se ubique en
5,2 %, según la metodología de Atlas, siendo la segunda mayor inflación
esperada en este documento, solo superada por Argentina, en donde se espera que
este indicador llegue a 6,9 %, eso sí, tras una inflación actual de 39,3 %.
Fuente: Valora
Las razones por las que el sector camionero anunció el
paro para mediados de junio
El sector camionero
anunció que desde el 16 de junio se irían a paro en algunos departamentos del
país para que el Gobierno atienda sus requerimientos
La Asociación Colombiana
de Camioneros, anunció que a mediados de este mes van a irse a paro en las vías
del Cauca y Nariño, para pedirle al Gobierno que atiendan la inmensa crisis de
inseguridad que pone en riesgo el sector.
Su presidente, Alfonso Medrano advirtió que esta protesta podría extenderse a todo el país si las autoridades no atienden los requerimientos.
La movilización que se
dará en las vías del Cauca y Nariño comenzarán el 16 de junio. Aseguró que esto
se da porque no han visto avances tras los acuerdos pactados en marzo con la
ministra de Transporte, María Fernanda Rojas; el gobernador de Nariño, Luis
Alfonso Escobar Jaramillo; el alcalde de Ipiales, José Amilcar Pantoja; y el
alcalde de Pasto, Nicolás Toro.
Medrano advirtió que el
sector camionero está al borde de la quiebra y por ello requieren con urgencia
que se atiendan sus necesidades y se respeten los acuerdos.}
Otras de las razones por
las que se irán a paro están vinculadas con el mal estado de las vías y la
obstrucción al transporte internacional directo con el cierre de la frontera
con Ecuador.
El presidente de la
asociación le dio una advertencia a la ministra Rojas, pues aseguró que no les
ha dado la cara desde aquella reunión corta que sostuvieron en marzo. Por ello,
insistió que si no responde o renuncia a su cargo se irán a paro en todo el
país.
Más quejas contra acciones
del Gobierno
La Asociación envió una
carta al Gobierno no solo exponiendo la problemática, sino además rechazando el
decreto en el que se modifica el porcentaje de la autorretención de la fuente.
“Rechazamos que mientras
se nos niega protección y se incumplen los compromisos pactados, el Estado, sin
escuchar las advertencias del gremio por lo lesivo del incremento, haya emitido
vía decreto, sin el debido trámite legislativo, un desproporcionado e
inconstitucional aumento de la retención en la fuente de 1% a 3,5%”,
denunciaron en una carta.
Además, calificaron la
medida de antitécnica y confiscatoria, además de ir contra el principio de la
legalidad tributaria.
“Golpea de forma letal las
ya golpeadas economías de miles de pequeños transportadores, quienes en su
mayoría (85%) son pequeños propietarios de vehículo y no logran cubrir los
costos operativos mínimos”, expusieron en el comunicado.
Ante esto, hicieron otras
peticiones. La primera es reiniciar las mesas de trabajo con los ministros de:
Transporte, Interior, Defensa, Energía, Hacienda y Trabajo, igualmente de la
Fiscalía, Defensoría del Pueblo Procuraduría y Contraloría. A quienes les
pidieron participación activa y resolutiva en estos diálogos.
También exigieron la
derogación inmediata del decreto que aumenta la retención en la fuente, por ser
inconstitucional y lesivo.
En este comunicado
aprovecharon de insistir en la necesidad de protección y seguridad de los
camioneros para que se pueda garantizar sus labores.
Fuente: La Republica
Colombia, el único país de la región en no firmar nuevos
contratos de petróleo y gas
La actual política
energética podría generar pérdidas de $40 billones entre 2027 y 2035 y un
impacto sobre el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2024
Los contratos en
exploración y explotación son fundamentales para garantizar la continuidad en
la producción de petróleo y gas, productos que también son conocidos como
hidrocarburos. Entre 2023 y marzo de 2025, Colombia no firmó nuevos contratos
de exploración y explotación, ubicándose detrás de Uruguay (1), Ecuador (3),
Surinam (5), Venezuela (7), Argentina (7), Perú (13) y Brasil (183).
Lo que vendría para el
futuro (a partir de 2030) podría ser una declinación en la producción de
Brasil, lo que, para la Asociación Colombiana de Petróleo, ACP, genera
expectativas para que el mercado nacional pueda suplir la demanda. Para el
gremio, a pesar de la falta de nuevos contratos, existe la posibilidad de
potenciar este mercado mediante un cambio en la política energética.
La tendencia en la oferta
y demanda internacional reveló que se necesitarán más de 100.000 millones de
barriles de nuevas reservas, todo ello con la meta de cubrir el déficit de
petróleo entre 2035 y 2050. Como resultado de este contexto, se podría capitalizar
el déficit de petróleo desde la segunda mitad de la década 2030.
La tendencia en la oferta
y demanda internacional reveló que se necesitarán más de 100.000 millones de
barriles de nuevas reservas.
El petróleo y el gas
pueden hallarse en un mismo yacimiento o campo de producción, es por ello que
hacer referencia a estos dos componentes va de la mano. Pero si se pone la lupa
sobre el petróleo, la actual política energética haría que para 2030 se acabara
la actividad exploratoria en contratos vigentes.
Lo anterior causaría la
imposibilidad de producir petróleo tanto en el mediano como en el largo plazo,
lo que impactaría las metas del Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2024 y
pérdidas cercanas a $40 billones entre 2027 y 2035; estos ingresos se originan de
rentas, regalías, impuestos, derechos económicos, entre otros.
Perspectivas de inversión
en exploración en 2025
ACP proyectó inversiones
en esta materia por US$740 millones, 18% menor a la que hubo en 2024 (US$900
millones); esta sería la inversión más baja en los últimos cuatro años. Los
montos llegarían a dos regiones: Caribe (US$335 millones) y Llanos Orientales
(US$304 millones). Sin embargo, se requiere retomar exploración en cuencas
maduras.
Las zonas que concentrarán
inversiones en exploración son la costa afuera en el mar Caribe (US$225
millones), Casanare (US$186 millones), Meta (US$85 millones), Córdoba (US$38
millones) y Sucre (US$36 millones).
Fuente: Valora
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