Reforma pensional: mujeres serían las principales beneficiadas con la reducción de semanas de cotización
La reducción de semanas de
cotización para las mujeres es uno de los avances más significativos de la
reforma pensional.
La reforma pensional en
Colombia no solo redefine el modelo de financiamiento y los pilares del
sistema, sino que también incorpora un componente social y de género que busca
equilibrar las desigualdades históricas en el acceso a la pensión.
Para entender los impactos
de esta medida y los riesgos fiscales y financieros que representa, Valora
Analitik conversó con Diego Acevedo, socio de Holland & Knight, quien
analizó en detalle los principales puntos de la nueva estructura pensional.
De acuerdo con Acevedo, la
reducción de semanas de cotización para las mujeres es uno de los avances más
significativos de la reforma, pues reconoce la desigualdad estructural que
ellas enfrentan en el mercado laboral.
“La reforma pensional
incorpora un enfoque de género al reconocer tanto el papel social de la mujer
como su rol de madre. Esto responde a la realidad laboral de las mujeres,
quienes suelen enfrentar trayectorias laborales más interrumpidas debido a
responsabilidades de cuidado y menor acceso a empleos formales”, explicó el
abogado.
Reforma pensional estaría
a horas de definirse en la Corte Constitucional
La medida permite que las
mujeres accedan más fácilmente a la pensión, ya que reduce progresivamente las
semanas requeridas, considerando tanto su condición como mujeres trabajadoras
como el hecho de tener o haber tenido hijos a cargo.
“Esta medida facilita que
más mujeres puedan cumplir los requisitos mínimos para pensionarse, promoviendo
así una mayor equidad en el acceso a la seguridad social”, puntualizó Acevedo.
Persisten diferencias en
los montos de las pensiones
Si bien la reducción de
semanas impulsa la inclusión pensional femenina, Acevedo advierte que la brecha
en los montos de las mesadas entre hombres y mujeres aún persistirá.
“La reforma contribuye a
disminuir la brecha pensional de acceso entre hombres y mujeres, ya que, al
exigir menos semanas de cotización para las mujeres, más de ellas podrán
pensionarse. Sin embargo, la brecha en los montos de las pensiones persiste,
dado que las mujeres continúan teniendo salarios promedio más bajos y menor
densidad de cotización a lo largo de su vida laboral”, explicó.
El experto advierte que,
aunque el número de mujeres pensionadas aumente, el valor de sus mesadas
seguirá siendo inferior al de los hombres.
“Para cerrar completamente
la brecha, se requerirían políticas adicionales que aborden la desigualdad
salarial y la informalidad laboral”, subrayó.
Riesgos fiscales y de
ahorro con el pilar semicontributivo
Uno de los puntos más
debatidos de la reforma es la creación del pilar semicontributivo, que busca
integrar a trabajadores con aportes parciales y subsidios estatales.
Acevedo explica que esta
medida puede traer riesgos fiscales y financieros importantes si no se acompaña
de reservas adecuadas ni de incentivos para la formalidad.
“La creación del pilar
semicontributivo implica riesgos tanto fiscales como financieros. Este pilar
combina aportes parciales de los trabajadores con subsidios estatales, lo que
podría incrementar el gasto público y reducir el ahorro nacional si no se establecen
reservas de respaldo adecuadas”, detalló.
Asimismo, indicó que la
falta de incentivos efectivos para cotizar formalmente podría generar un efecto
contrario al esperado.
“Si el esquema no
contempla incentivos para la cotización formal, existe el riesgo de
desincentivar la formalidad laboral, afectando la base de aportantes y poniendo
en peligro la sostenibilidad futura del sistema pensional”, advirtió el socio
de Holland & Knight.
Sostenibilidad: el reto fiscal más grande de la reforma
Sobre la viabilidad del
nuevo sistema de pilares, Acevedo reconoce que la reforma tiene efectos
positivos en cobertura y redistribución, pero también aumenta la presión sobre
las finanzas públicas.
“La implementación del
sistema de pilares mejora la cobertura y la redistribución de beneficios, pero
también aumenta la presión fiscal y la complejidad actuarial”, explicó.
De acuerdo con el experto,
la sostenibilidad del sistema dependerá de que el Gobierno establezca una ruta
clara de financiamiento.
“Sin un mecanismo sólido
de respaldo financiero, el sistema podría enfrentar un déficit estructural en
el mediano plazo, comprometiendo su viabilidad y estabilidad”, señaló.
Reformas complementarias
para garantizar equidad y solidez
Finalmente, Acevedo
destacó la necesidad de que el sistema pensional se acompañe de políticas
laborales y económicas que fortalezcan su base contributiva y garanticen su
sostenibilidad a largo plazo.
“Para fortalecer la
equidad y la solidez financiera del sistema pensional, se recomienda establecer
una gobernanza técnica robusta y realizar evaluaciones actuariales periódicas”,
sugirió.
También insistió en la
importancia de mejorar la calidad del empleo y la productividad nacional. “Es
fundamental acompañar la reforma con políticas de empleo y productividad que
amplíen la base contributiva, promoviendo la formalización laboral y el crecimiento
económico. Estos ajustes permitirían garantizar la sostenibilidad y la equidad
del sistema a largo plazo”, concluyó el socio de Holland & Knight.
Fuente: Valora
Futuro del crecimiento económico en Colombia podría verse
amenazado por la caída en la inversión
La edición más reciente de
Prospectiva Económica de Fedesarrollo anticipó que la formación de capital
estará rezagada.
La economía colombiana
crecería este año un 2,6 % según la proyección del centro de investigación
económica Fedesarrollo. Sin embargo, la inversión no lograría a expandirse al
mismo nivel, lo que se convertiría en un riesgo para la sostenibilidad futura.
La semana pasada, el Banco
de la República reveló que la Inversión Extranjera Directa (IED) cayó un 17 %
en septiembre de 2025 frente al año anterior tras ubicarse en US$602 millones,
la segunda cifra más baja del año, según las cifras de balanza cambiaria del
Banco de la República.
El indicador ha registrado
variaciones negativas en 8 de los 9 meses transcurridos este año y, en el
acumulado del año, sumó US$6.967 millones, 19,5 % menos que lo reportado en el
mismo periodo el año anterior (US$8.657 millones), por cuenta de una diferencia
de US$1.690 millones.
La edición más reciente de
Prospectiva Económica prevé que la formación de capital estará rezagada durante
todo 2025, especialmente en la construcción de edificaciones, y lo describe
como un fenómeno que «refleja la debilidad de los sectores más intensivos en
capital».
Desde el enfoque de la
demanda, la proyección de crecimiento del 2,6 % se sostendrá gracias a la
fortaleza de los hogares, de acuerdo con el análisis de Fedesarrollo, pues se
espera que el consumo privado se consolide como el principal impulsor del aparato
productivo y compense la falta de dinamismo en la inversión.
Este dinamismo ocurre en
un contexto de reducción de las presiones inflacionarias y una política
monetaria más flexible frente al año anterior.
El centro de investigación
económica prevé que la inflación cerrará 2025 en 5,01 %, una cifra que supone
un incremento de 0,29 puntos porcentuales (pp) respecto a la estimación previa
(4,72 %). En línea con esta perspectiva, el Banco de la República solo
retomaría su senda de recortes de la tasa de interés de intervención en el
último mes del año, cerrando 2025 en 9 %.
En cuanto a la oferta, el
panorama es mixto. El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estaría
explicado principalmente por el dinamismo de las actividades comerciales,
artísticas y de administración pública. En contraste, la construcción y la minería
registrarían caídas anuales.
El informe de Fedesarrollo
también detalla otras proyecciones macroeconómicas relevantes en Colombia que
se ajustaron al alza, como un déficit de cuenta corriente del 2,6 % del PIB,
asociado al aumento de las importaciones, y un déficit fiscal del 7,5 % del PIB
queproduciría una trayectoria creciente de la deuda a mediano plazo.
En el primer caso, las
remesas se consolidarían como la principal fuente de divisas para la economía,
en el segundo, serán necesarias medidas de ajuste para preservar la
sostenibilidad fiscal.
Fuente: Valora
OCDE propone a Bogotá un sistema tributario más justo,
progresivo y ambientalmente responsable
La OCDE entrega ajustes
para fortalecer el sistema tributario de Bogotá, mejorar la relación
impuestos/servicios y lograr una fiscalidad sostenible.
La Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó de manera preliminar el
informe Reconectando a Bogotá: hacia un pacto fiscal más sólido, en el que
recomienda una serie de ajustes para fortalecer el sistema tributario de la capital,
mejorar la relación entre los impuestos y los servicios percibidos por la
ciudadanía, y avanzar hacia una fiscalidad más sostenible.
El estudio, elaborado por
un grupo de expertos del Centro de Desarrollo de la OCDE, concluye que, aunque
los bogotanos y el sector empresarial reconocen los impuestos como un aporte al
progreso de la ciudad, persiste una brecha entre el pago de tributos y la
percepción del retorno en bienes y servicios públicos.
Ajustes propuestos al ICA
y al impuesto predial
Entre las principales
recomendaciones del informe se encuentra la simplificación y progresividad del
impuesto de Industria y Comercio (ICA), con el fin de reducir distorsiones,
promover la formalización empresarial y aumentar la equidad entre los contribuyentes.
“Este informe le permite a
Bogotá avanzar hacia una mayor progresividad en el cobro de sus impuestos y
propone un camino para alcanzar la sostenibilidad fiscal”, señaló Sebastián
Nieto Parra, jefe de la División Regional de África, Asia, América Latina y el
Caribe de la OCDE.
En el caso del impuesto
predial, el organismo sugiere avanzar hacia un esquema con tarifas
diferenciadas y progresivas, aunque reconoce que su implementación representa
un reto para la aceptación ciudadana.
Impuestos verdes y
transición energética
La OCDE también plantea la
incorporación de tributos ambientales para enfrentar los desafíos climáticos y
apoyar la transición energética justa. Entre las medidas sugeridas figuran el
rediseño del impuesto vehicular, incentivos a la movilidad sostenible y la
modernización del alumbrado público con criterios de eficiencia energética.
De acuerdo con la OCDE, el
fortalecimiento del sistema tributario no es solo un reto técnico, sino una
oportunidad para consolidar un pacto fiscal entre la administración distrital,
los ciudadanos y el sector productivo, basado en la transparencia, la equidad y
la corresponsabilidad.
El informe subraya que pagar impuestos es una expresión de ciudadanía y compromiso colectivo, y que Bogotá tiene la oportunidad de convertirse en un referente de buenas prácticas tributarias en América Latina.
La presentación del
estudio contó con la participación de Sebastián Nieto Parra, Andrés Felipe
Uribe, subsecretario de Hacienda de Bogotá, así como expertos del Centro de
Desarrollo de la OCDE y de la Secretaría Distrital de Hacienda.
Hay que decir que el
informe final será presentado por la OCDE a finales de octubre de este año,
como lo informó la Secretaría de Hacienda de Bogotá.
Fuente: Valora
Deuda colombiana en el ojo del huracán: Optimismo de Petro
choca con proyecciones de máximos históricos
El director de Crédito
Público ha expresado la convicción del Gobierno de que la deuda neta en
proporción al PIB se ubicará por debajo del 60 %.
Un intenso debate fiscal
envuelve a Colombia, contraponiendo las afirmaciones del Gobierno de Gustavo
Petro sobre la reducción de la deuda pública respecto al Producto Interno Bruto
(PIB) frente a las alarmantes proyecciones de analistas y exfuncionarios, que
insisten en una trayectoria ascendente e inevitable del indicador.
En medio de esta tensión,
las cifras del Banco de la República ofrecen un panorama mixto que valida
parcialmente la estrategia gubernamental, aunque no disipa las preocupaciones
estructurales sobre el déficit fiscal.
Desde el Ministerio de
Hacienda, el mensaje es claro: la deuda está cediendo. El director de Crédito
Público, Javier Cuéllar, ha expresado la convicción del Gobierno de que la
deuda neta en proporción al PIB se ubicará por debajo del 60 %. Según Cuéllar,
este indicador se situó en 60,2 % en septiembre (calculado con el PIB rezagado
del segundo trimestre), y es probable que al corte de septiembre ya se
encuentre por debajo del 60 %, cumpliendo una meta técnica propuesta para 2025.
Estas afirmaciones
encuentran soporte en el comportamiento reciente de las obligaciones externas
del sector público. De acuerdo con las estadísticas preliminares del Banco de
la República, en julio de 2025, la deuda del sector público contrajo su participación
en el PIB en 10 puntos básicos (pb) para situarse en 27,5 % (luego de haber
sido 27,6 % el mes anterior).
Esta disminución en la
participación de la deuda externa pública se explica, en gran parte, por una
reducción en el saldo en dólares de las obligaciones (-0,4%), pasando de
US$116.702 millones en junio a US$116.206,5 millones en julio. El Ministerio de
Hacienda atribuye este logro a la estrategia de endeudamiento implementada por
la Dirección de Crédito Público, la cual ha logrado reducir el peso de estas
obligaciones tanto en el Presupuesto General de la Nación (PGN) como en el PIB.
Es importante notar que,
mientras la deuda pública externa disminuyó, la deuda externa total (pública y
privada) se mantuvo en julio de 2025 en un equivalente al 49,1 % del PIB. De
hecho, la tendencia alcista de la deuda externa total se explicó por el comportamiento
del sector privado, cuya participación pasó de 21,4 % a 21,6 % del PIB en el
mismo mes.
La proyección de los
analistas
A pesar de los éxitos en
el manejo de la deuda externa, la mayoría de los analistas financieros y
observadores fiscales insisten en que la tendencia subyacente de la deuda total
es al alza, impulsada por un gasto inflexible y un déficit fiscal históricamente
alto.
Richard Francis,
codirector de Calificación de Soberanos para las Américas en Fitch Ratings,
reconoce que la fortaleza del peso colombiano ha mitigado el deterioro,
permitiendo que la relación deuda/PIB se mantenga levemente por debajo del 60 %
en 2026. Sin embargo, Francis subraya que la trayectoria de la deuda pública
sigue siendo motivo de atención y que la tendencia general sigue siendo al
alza.
Fitch proyecta que el déficit fiscal se acercará al 7 % del PIB el próximo año, un nivel que, si se acercara al 8 %, resultaría «muy negativo» y exigiría un ajuste aún mayor en el futuro.
Las proyecciones más
pesimistas provienen del exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, quien
advirtió que el Gobierno Petro podría llevar el déficit fiscal y la deuda
pública a máximos históricos, proyectando un déficit de -8 % y una deuda de 65
% del PIB.
Riesgos de financiación y
déficit desbordado
Las preocupaciones de los
analistas se centran en la dificultad del Gobierno para ajustar el gasto en un
año electoral, además de la incertidumbre generada por la proyección de
ingresos basada en una reforma tributaria aún inexistente.
Investigaciones Económicas
(IE) del Banco de Bogotá estima que el déficit fiscal del Gobierno Nacional
Central (GNC) totalizará 2025 entre 7,8 % y 8 % del PIB. Este rango supera el
7,1 % del PIB trazado por el Ministerio de Hacienda y se explica por una sorpresa
bajista en ingresos (un faltante proyectado entre $8 B y $10 B) y una sorpresa
alcista en el gasto primario por mayor ejecución presupuestal. De hecho, el PGN
de $523 billones que se está ejecutando es el cuarto presupuesto más alto del
siglo XXI.
Además, la estrategia de
financiación del Gobierno, que busca obtener recursos a menor costo, se ha
centrado en instrumentos de corto plazo, como los Títulos de Tesorería de corto
plazo (TCO) y los Depósitos del Tesoro (pagarés de la Nación). Si bien esto ha
ayudado a reducir el pago de intereses inmediatamente, ha generado grandes
riesgos de refinanciación (o roll-over) para 2026, los cuales podrían ascender
a $179 B.
En conclusión, mientras el
Gobierno destaca el manejo exitoso de la deuda pública externa y aspira a
mantener la deuda total por debajo del umbral del 60% del PIB, la mayoría de
los expertos alertan que la combinación de un gasto elevado, un déficit fiscal
en ascenso y los riesgos asociados a la financiación de corto plazo auguran un
panorama de alza inevitable para el indicador de deuda a medio plazo.
Fuente: Valora
Deuda neta sobre PIB podría caer por debajo 60 % con corte
a septiembre, de acuerdo con Crédito Público
A través de su cuenta de
LinkedIn el director de Crédito Público, Javier Cuéllar, afirmó que este
indicador bordea el objetivo técnico propuesto en 2025.
El Gobierno de Gustavo
Petro cree que la deuda en proporción al Producto Interno Bruto (PIB) se
ubicará por debajo de 60 %, de acuerdo con lo expresado por el director de
Crédito Público, Javier Cuéllar.
En una publicación de
LinkedIn, el funcionario afirmó que la deuda neta sobre el PIB sigue cayendo y
anunció el balance en lo corrido de 2025. Dijo que este indicador se ubicó que
en 60,2% en septiembre, calculado con PIB rezagado del segundo trimestre”.
Tras publicar este dato,
Cuéllar expresó que “cuando se publique el dato de crecimiento del PIB del
tercer trimestre y actualicemos esta gráfica (julio a septiembre), es probable
que al corte de septiembre ya estemos por debajo del 60 %”.
Siete rondas en
operaciones de canje de TES
Esta semana el Ministerio
de Hacienda de Colombia anunció la séptima operación de manejo de deuda pública
interna este año con el intercambio de títulos de tesorería entre la Nación y
las entidades participantes en el Programa de Creadores de Mercado.
La operación se basa en
recoger TES en pesos con vencimiento en 2025 y 2026 para entregar a cambio
otros a 2029; así como bonos que finalizarían entre 2025 y 2028 y que saldrían
para dar paso a unos fechados en enero de 2035.
Del mismo modo, los
títulos a vencer en octubre de 2024 y 2050 son reemplazados por referencias a
enero de 2035 y marzo de 2058, respectivamente.
Fuente: Valora
BanRep espera una “caída significativa” de la inflación en
2026, pese a aceleración que ha tenido este año
El gerente del emisor,
Leonardo Villar, consideró que el crecimiento sostenido de la economía depende
del IPC y evitar “descuadre” en finanzas públicas.
Tras conocerse el
crecimiento de la inflación en Colombia durante septiembre, la cual se ubicó en
5,18 %, por encima de lo que habían proyectado los analistas, el gerente
general del Banco de la República, Leonardo Villar, se refirió a los retos para
controlar la variación de precios.
Mencionó que este dato
requiere análisis detallado, aunque afirmó que “en principio fue ligeramente
superior a lo que esperaba el equipo técnico del Banco”, lo que genera
preocupación.
Sin embargo, consideró que
en 2026 se espera “una caída significativa de la inflación”, a pesar de que
“este año el proceso ha sido más complejo de lo que hubiéramos deseado”, según
dijo en una entrevista con El Tiempo.
“La perspectiva es que
comience a bajar en los meses siguientes, aunque eso exige mantener una
política monetaria relativamente restrictiva, como la que hemos venido
aplicando”, resaltó.
Aumento del salario mínimo
y crecimiento económico
El gerente del emisor
aclaró que, sin referirse a políticas salariales puntuales, “es claro que si el
aumento del salario supera significativamente la suma de la inflación y la
productividad, el proceso de reducción de la inflación se vuelve más difícil”.
Ese escenario podría
llevar a que la política monetaria deba ser más restrictiva que en condiciones
habituales de la economía, al tiempo que se refirió a los factores que impactan
el crecimiento económico.
En su diálogo con El
Tiempo se refirió puntualmente a dos de estos: “Por un lado, ganarle la batalla
a la inflación y que lleguemos a la meta. Y, por otro lado, es fundamental
evitar que el descuadre de las finanzas públicas continúe, porque ese descuadre
obligaría a hacer ajustes muy costosos en términos de crecimiento económico en
los próximos años”.
“En los últimos dos años,
aunque el Banco de la República redujo su tasa de política en más de cuatro
puntos porcentuales, el costo de la deuda pública aumentó, porque la mayor
percepción de riesgo de los inversionistas ante el deterioro fiscal hizo que subieran
las tasas de interés de los bonos de largo plazo emitidos por el gobierno”,
indicó.
Como resultado, “cuando
los inversionistas perciben mayor incertidumbre, exigen mayores márgenes de
riesgo, lo que encarece el crédito para el Estado. En resumen, una política
fiscal desequilibrada puede anular parte de los beneficios de una política monetaria
más flexible”, dijo Leonardo Villar, gerente general del Banco de la República.
Manejo de deuda del
gobierno e impacto de remesas
Sobre este primer punto,
Villar dijo a El Tiempo que “el Gobierno ha hecho un manejo activo de la
tesorería recientemente, con aspectos interesantes, aunque también con riesgos
que deben manejarse con cuidado”.
Parte de esa gestión, de
acuerdo con el gerente del banco central, “consiste en usar financiamiento de
corto plazo para recomprar títulos de largo plazo que estaban desvalorizados
debido al aumento del riesgo país. Esa estrategia puede resultar positiva, pero
también implica riesgos que, según nos han explicado, el Gobierno está tratando
de cubrir de la mejor manera posible”.
En relación con las
remesas y su impacto en la economía del país, consideró que mantienen un
comportamiento sólido, que se repite en la región.
Aunque advirtió que “no
podemos depender de ellas indefinidamente. Es fundamental fortalecer las
cuentas externas y lograr que las exportaciones crezcan a ritmos similares a
las importaciones, ya que actualmente estas últimas avanzan con mucha más
fuerza”.
Balance de Bre-B
En el caso del sistema de pagos inmediatos, que entró en operación el pasado 6 de octubre, ya se han registrado cerca de 8,3 millones de transacciones, que suman $1,3 billones. “El 93 % de esas operaciones fueron de montos menores a $500.000, lo que demuestra su utilidad para pagos cotidianos”.
De acuerdo con las cifras
de Villar a El Tiempo, “el sistema cuenta con 86,5 millones de llaves
registradas, pertenecientes a más de 32 millones de clientes, lo que permite
una alta interoperabilidad. Naturalmente, la entrada masiva implica ajustes
técnicos y de coordinación, pero los resultados iniciales confirman el éxito
del proyecto”.
Fuente: Valora
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