martes, 14 de octubre de 2025

Octubre 14 de 2025

Reforma pensional: mujeres serían las principales beneficiadas con la reducción de semanas de cotización

La reducción de semanas de cotización para las mujeres es uno de los avances más significativos de la reforma pensional.

La reforma pensional en Colombia no solo redefine el modelo de financiamiento y los pilares del sistema, sino que también incorpora un componente social y de género que busca equilibrar las desigualdades históricas en el acceso a la pensión.

Para entender los impactos de esta medida y los riesgos fiscales y financieros que representa, Valora Analitik conversó con Diego Acevedo, socio de Holland & Knight, quien analizó en detalle los principales puntos de la nueva estructura pensional.

De acuerdo con Acevedo, la reducción de semanas de cotización para las mujeres es uno de los avances más significativos de la reforma, pues reconoce la desigualdad estructural que ellas enfrentan en el mercado laboral.

“La reforma pensional incorpora un enfoque de género al reconocer tanto el papel social de la mujer como su rol de madre. Esto responde a la realidad laboral de las mujeres, quienes suelen enfrentar trayectorias laborales más interrumpidas debido a responsabilidades de cuidado y menor acceso a empleos formales”, explicó el abogado.

Reforma pensional estaría a horas de definirse en la Corte Constitucional

La medida permite que las mujeres accedan más fácilmente a la pensión, ya que reduce progresivamente las semanas requeridas, considerando tanto su condición como mujeres trabajadoras como el hecho de tener o haber tenido hijos a cargo.

“Esta medida facilita que más mujeres puedan cumplir los requisitos mínimos para pensionarse, promoviendo así una mayor equidad en el acceso a la seguridad social”, puntualizó Acevedo.

Persisten diferencias en los montos de las pensiones

Si bien la reducción de semanas impulsa la inclusión pensional femenina, Acevedo advierte que la brecha en los montos de las mesadas entre hombres y mujeres aún persistirá.

“La reforma contribuye a disminuir la brecha pensional de acceso entre hombres y mujeres, ya que, al exigir menos semanas de cotización para las mujeres, más de ellas podrán pensionarse. Sin embargo, la brecha en los montos de las pensiones persiste, dado que las mujeres continúan teniendo salarios promedio más bajos y menor densidad de cotización a lo largo de su vida laboral”, explicó.

El experto advierte que, aunque el número de mujeres pensionadas aumente, el valor de sus mesadas seguirá siendo inferior al de los hombres.

“Para cerrar completamente la brecha, se requerirían políticas adicionales que aborden la desigualdad salarial y la informalidad laboral”, subrayó.

Riesgos fiscales y de ahorro con el pilar semicontributivo

Uno de los puntos más debatidos de la reforma es la creación del pilar semicontributivo, que busca integrar a trabajadores con aportes parciales y subsidios estatales.

Acevedo explica que esta medida puede traer riesgos fiscales y financieros importantes si no se acompaña de reservas adecuadas ni de incentivos para la formalidad.

“La creación del pilar semicontributivo implica riesgos tanto fiscales como financieros. Este pilar combina aportes parciales de los trabajadores con subsidios estatales, lo que podría incrementar el gasto público y reducir el ahorro nacional si no se establecen reservas de respaldo adecuadas”, detalló.

Asimismo, indicó que la falta de incentivos efectivos para cotizar formalmente podría generar un efecto contrario al esperado.

“Si el esquema no contempla incentivos para la cotización formal, existe el riesgo de desincentivar la formalidad laboral, afectando la base de aportantes y poniendo en peligro la sostenibilidad futura del sistema pensional”, advirtió el socio de Holland & Knight.

Sostenibilidad: el reto fiscal más grande de la reforma

Sobre la viabilidad del nuevo sistema de pilares, Acevedo reconoce que la reforma tiene efectos positivos en cobertura y redistribución, pero también aumenta la presión sobre las finanzas públicas.

“La implementación del sistema de pilares mejora la cobertura y la redistribución de beneficios, pero también aumenta la presión fiscal y la complejidad actuarial”, explicó.

De acuerdo con el experto, la sostenibilidad del sistema dependerá de que el Gobierno establezca una ruta clara de financiamiento.

“Sin un mecanismo sólido de respaldo financiero, el sistema podría enfrentar un déficit estructural en el mediano plazo, comprometiendo su viabilidad y estabilidad”, señaló.

Reformas complementarias para garantizar equidad y solidez

Finalmente, Acevedo destacó la necesidad de que el sistema pensional se acompañe de políticas laborales y económicas que fortalezcan su base contributiva y garanticen su sostenibilidad a largo plazo.

“Para fortalecer la equidad y la solidez financiera del sistema pensional, se recomienda establecer una gobernanza técnica robusta y realizar evaluaciones actuariales periódicas”, sugirió.

También insistió en la importancia de mejorar la calidad del empleo y la productividad nacional. “Es fundamental acompañar la reforma con políticas de empleo y productividad que amplíen la base contributiva, promoviendo la formalización laboral y el crecimiento económico. Estos ajustes permitirían garantizar la sostenibilidad y la equidad del sistema a largo plazo”, concluyó el socio de Holland & Knight.

Fuente: Valora

Futuro del crecimiento económico en Colombia podría verse amenazado por la caída en la inversión

La edición más reciente de Prospectiva Económica de Fedesarrollo anticipó que la formación de capital estará rezagada.

La economía colombiana crecería este año un 2,6 % según la proyección del centro de investigación económica Fedesarrollo. Sin embargo, la inversión no lograría a expandirse al mismo nivel, lo que se convertiría en un riesgo para la sostenibilidad futura.

La semana pasada, el Banco de la República reveló que la Inversión Extranjera Directa (IED) cayó un 17 % en septiembre de 2025 frente al año anterior tras ubicarse en US$602 millones, la segunda cifra más baja del año, según las cifras de balanza cambiaria del Banco de la República.

El indicador ha registrado variaciones negativas en 8 de los 9 meses transcurridos este año y, en el acumulado del año, sumó US$6.967 millones, 19,5 % menos que lo reportado en el mismo periodo el año anterior (US$8.657 millones), por cuenta de una diferencia de US$1.690 millones.

La edición más reciente de Prospectiva Económica prevé que la formación de capital estará rezagada durante todo 2025, especialmente en la construcción de edificaciones, y lo describe como un fenómeno que «refleja la debilidad de los sectores más intensivos en capital».

Desde el enfoque de la demanda, la proyección de crecimiento del 2,6 % se sostendrá gracias a la fortaleza de los hogares, de acuerdo con el análisis de Fedesarrollo, pues se espera que el consumo privado se consolide como el principal impulsor del aparato productivo y compense la falta de dinamismo en la inversión.

Este dinamismo ocurre en un contexto de reducción de las presiones inflacionarias y una política monetaria más flexible frente al año anterior.

El centro de investigación económica prevé que la inflación cerrará 2025 en 5,01 %, una cifra que supone un incremento de 0,29 puntos porcentuales (pp) respecto a la estimación previa (4,72 %). En línea con esta perspectiva, el Banco de la República solo retomaría su senda de recortes de la tasa de interés de intervención en el último mes del año, cerrando 2025 en 9 %.

En cuanto a la oferta, el panorama es mixto. El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estaría explicado principalmente por el dinamismo de las actividades comerciales, artísticas y de administración pública. En contraste, la construcción y la minería registrarían caídas anuales.

El informe de Fedesarrollo también detalla otras proyecciones macroeconómicas relevantes en Colombia que se ajustaron al alza, como un déficit de cuenta corriente del 2,6 % del PIB, asociado al aumento de las importaciones, y un déficit fiscal del 7,5 % del PIB queproduciría una trayectoria creciente de la deuda a mediano plazo.

En el primer caso, las remesas se consolidarían como la principal fuente de divisas para la economía, en el segundo, serán necesarias medidas de ajuste para preservar la sostenibilidad fiscal.

Fuente: Valora

OCDE propone a Bogotá un sistema tributario más justo, progresivo y ambientalmente responsable

La OCDE entrega ajustes para fortalecer el sistema tributario de Bogotá, mejorar la relación impuestos/servicios y lograr una fiscalidad sostenible.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó de manera preliminar el informe Reconectando a Bogotá: hacia un pacto fiscal más sólido, en el que recomienda una serie de ajustes para fortalecer el sistema tributario de la capital, mejorar la relación entre los impuestos y los servicios percibidos por la ciudadanía, y avanzar hacia una fiscalidad más sostenible.

El estudio, elaborado por un grupo de expertos del Centro de Desarrollo de la OCDE, concluye que, aunque los bogotanos y el sector empresarial reconocen los impuestos como un aporte al progreso de la ciudad, persiste una brecha entre el pago de tributos y la percepción del retorno en bienes y servicios públicos.

Ajustes propuestos al ICA y al impuesto predial

Entre las principales recomendaciones del informe se encuentra la simplificación y progresividad del impuesto de Industria y Comercio (ICA), con el fin de reducir distorsiones, promover la formalización empresarial y aumentar la equidad entre los contribuyentes.

“Este informe le permite a Bogotá avanzar hacia una mayor progresividad en el cobro de sus impuestos y propone un camino para alcanzar la sostenibilidad fiscal”, señaló Sebastián Nieto Parra, jefe de la División Regional de África, Asia, América Latina y el Caribe de la OCDE.

En el caso del impuesto predial, el organismo sugiere avanzar hacia un esquema con tarifas diferenciadas y progresivas, aunque reconoce que su implementación representa un reto para la aceptación ciudadana.

Impuestos verdes y transición energética

La OCDE también plantea la incorporación de tributos ambientales para enfrentar los desafíos climáticos y apoyar la transición energética justa. Entre las medidas sugeridas figuran el rediseño del impuesto vehicular, incentivos a la movilidad sostenible y la modernización del alumbrado público con criterios de eficiencia energética.

De acuerdo con la OCDE, el fortalecimiento del sistema tributario no es solo un reto técnico, sino una oportunidad para consolidar un pacto fiscal entre la administración distrital, los ciudadanos y el sector productivo, basado en la transparencia, la equidad y la corresponsabilidad.

El informe subraya que pagar impuestos es una expresión de ciudadanía y compromiso colectivo, y que Bogotá tiene la oportunidad de convertirse en un referente de buenas prácticas tributarias en América Latina. 

La presentación del estudio contó con la participación de Sebastián Nieto Parra, Andrés Felipe Uribe, subsecretario de Hacienda de Bogotá, así como expertos del Centro de Desarrollo de la OCDE y de la Secretaría Distrital de Hacienda.

Hay que decir que el informe final será presentado por la OCDE a finales de octubre de este año, como lo informó la Secretaría de Hacienda de Bogotá.

Fuente: Valora

Deuda colombiana en el ojo del huracán: Optimismo de Petro choca con proyecciones de máximos históricos

El director de Crédito Público ha expresado la convicción del Gobierno de que la deuda neta en proporción al PIB se ubicará por debajo del 60 %.

Un intenso debate fiscal envuelve a Colombia, contraponiendo las afirmaciones del Gobierno de Gustavo Petro sobre la reducción de la deuda pública respecto al Producto Interno Bruto (PIB) frente a las alarmantes proyecciones de analistas y exfuncionarios, que insisten en una trayectoria ascendente e inevitable del indicador.

En medio de esta tensión, las cifras del Banco de la República ofrecen un panorama mixto que valida parcialmente la estrategia gubernamental, aunque no disipa las preocupaciones estructurales sobre el déficit fiscal.

Desde el Ministerio de Hacienda, el mensaje es claro: la deuda está cediendo. El director de Crédito Público, Javier Cuéllar, ha expresado la convicción del Gobierno de que la deuda neta en proporción al PIB se ubicará por debajo del 60 %. Según Cuéllar, este indicador se situó en 60,2 % en septiembre (calculado con el PIB rezagado del segundo trimestre), y es probable que al corte de septiembre ya se encuentre por debajo del 60 %, cumpliendo una meta técnica propuesta para 2025.

Estas afirmaciones encuentran soporte en el comportamiento reciente de las obligaciones externas del sector público. De acuerdo con las estadísticas preliminares del Banco de la República, en julio de 2025, la deuda del sector público contrajo su participación en el PIB en 10 puntos básicos (pb) para situarse en 27,5 % (luego de haber sido 27,6 % el mes anterior).

Esta disminución en la participación de la deuda externa pública se explica, en gran parte, por una reducción en el saldo en dólares de las obligaciones (-0,4%), pasando de US$116.702 millones en junio a US$116.206,5 millones en julio. El Ministerio de Hacienda atribuye este logro a la estrategia de endeudamiento implementada por la Dirección de Crédito Público, la cual ha logrado reducir el peso de estas obligaciones tanto en el Presupuesto General de la Nación (PGN) como en el PIB.

Es importante notar que, mientras la deuda pública externa disminuyó, la deuda externa total (pública y privada) se mantuvo en julio de 2025 en un equivalente al 49,1 % del PIB. De hecho, la tendencia alcista de la deuda externa total se explicó por el comportamiento del sector privado, cuya participación pasó de 21,4 % a 21,6 % del PIB en el mismo mes.

La proyección de los analistas

A pesar de los éxitos en el manejo de la deuda externa, la mayoría de los analistas financieros y observadores fiscales insisten en que la tendencia subyacente de la deuda total es al alza, impulsada por un gasto inflexible y un déficit fiscal históricamente alto.

Richard Francis, codirector de Calificación de Soberanos para las Américas en Fitch Ratings, reconoce que la fortaleza del peso colombiano ha mitigado el deterioro, permitiendo que la relación deuda/PIB se mantenga levemente por debajo del 60 % en 2026. Sin embargo, Francis subraya que la trayectoria de la deuda pública sigue siendo motivo de atención y que la tendencia general sigue siendo al alza.

Fitch proyecta que el déficit fiscal se acercará al 7 % del PIB el próximo año, un nivel que, si se acercara al 8 %, resultaría «muy negativo» y exigiría un ajuste aún mayor en el futuro. 

Las proyecciones más pesimistas provienen del exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, quien advirtió que el Gobierno Petro podría llevar el déficit fiscal y la deuda pública a máximos históricos, proyectando un déficit de -8 % y una deuda de 65 % del PIB.

Riesgos de financiación y déficit desbordado

Las preocupaciones de los analistas se centran en la dificultad del Gobierno para ajustar el gasto en un año electoral, además de la incertidumbre generada por la proyección de ingresos basada en una reforma tributaria aún inexistente.

Investigaciones Económicas (IE) del Banco de Bogotá estima que el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) totalizará 2025 entre 7,8 % y 8 % del PIB. Este rango supera el 7,1 % del PIB trazado por el Ministerio de Hacienda y se explica por una sorpresa bajista en ingresos (un faltante proyectado entre $8 B y $10 B) y una sorpresa alcista en el gasto primario por mayor ejecución presupuestal. De hecho, el PGN de $523 billones que se está ejecutando es el cuarto presupuesto más alto del siglo XXI.

Además, la estrategia de financiación del Gobierno, que busca obtener recursos a menor costo, se ha centrado en instrumentos de corto plazo, como los Títulos de Tesorería de corto plazo (TCO) y los Depósitos del Tesoro (pagarés de la Nación). Si bien esto ha ayudado a reducir el pago de intereses inmediatamente, ha generado grandes riesgos de refinanciación (o roll-over) para 2026, los cuales podrían ascender a $179 B.

En conclusión, mientras el Gobierno destaca el manejo exitoso de la deuda pública externa y aspira a mantener la deuda total por debajo del umbral del 60% del PIB, la mayoría de los expertos alertan que la combinación de un gasto elevado, un déficit fiscal en ascenso y los riesgos asociados a la financiación de corto plazo auguran un panorama de alza inevitable para el indicador de deuda a medio plazo.

Fuente: Valora

Deuda neta sobre PIB podría caer por debajo 60 % con corte a septiembre, de acuerdo con Crédito Público

A través de su cuenta de LinkedIn el director de Crédito Público, Javier Cuéllar, afirmó que este indicador bordea el objetivo técnico propuesto en 2025.

El Gobierno de Gustavo Petro cree que la deuda en proporción al Producto Interno Bruto (PIB) se ubicará por debajo de 60 %, de acuerdo con lo expresado por el director de Crédito Público, Javier Cuéllar.

En una publicación de LinkedIn, el funcionario afirmó que la deuda neta sobre el PIB sigue cayendo y anunció el balance en lo corrido de 2025. Dijo que este indicador se ubicó que en 60,2% en septiembre, calculado con PIB rezagado del segundo trimestre”.

Tras publicar este dato, Cuéllar expresó que “cuando se publique el dato de crecimiento del PIB del tercer trimestre y actualicemos esta gráfica (julio a septiembre), es probable que al corte de septiembre ya estemos por debajo del 60 %”.

Siete rondas en operaciones de canje de TES

Esta semana el Ministerio de Hacienda de Colombia anunció la séptima operación de manejo de deuda pública interna este año con el intercambio de títulos de tesorería entre la Nación y las entidades participantes en el Programa de Creadores de Mercado.

La operación se basa en recoger TES en pesos con vencimiento en 2025 y 2026 para entregar a cambio otros a 2029; así como bonos que finalizarían entre 2025 y 2028 y que saldrían para dar paso a unos fechados en enero de 2035.

Del mismo modo, los títulos a vencer en octubre de 2024 y 2050 son reemplazados por referencias a enero de 2035 y marzo de 2058, respectivamente.

Fuente: Valora

BanRep espera una “caída significativa” de la inflación en 2026, pese a aceleración que ha tenido este año

El gerente del emisor, Leonardo Villar, consideró que el crecimiento sostenido de la economía depende del IPC y evitar “descuadre” en finanzas públicas.

Tras conocerse el crecimiento de la inflación en Colombia durante septiembre, la cual se ubicó en 5,18 %, por encima de lo que habían proyectado los analistas, el gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, se refirió a los retos para controlar la variación de precios.

Mencionó que este dato requiere análisis detallado, aunque afirmó que “en principio fue ligeramente superior a lo que esperaba el equipo técnico del Banco”, lo que genera preocupación.

Sin embargo, consideró que en 2026 se espera “una caída significativa de la inflación”, a pesar de que “este año el proceso ha sido más complejo de lo que hubiéramos deseado”, según dijo en una entrevista con El Tiempo.

“La perspectiva es que comience a bajar en los meses siguientes, aunque eso exige mantener una política monetaria relativamente restrictiva, como la que hemos venido aplicando”, resaltó.

Aumento del salario mínimo y crecimiento económico

El gerente del emisor aclaró que, sin referirse a políticas salariales puntuales, “es claro que si el aumento del salario supera significativamente la suma de la inflación y la productividad, el proceso de reducción de la inflación se vuelve más difícil”.

Ese escenario podría llevar a que la política monetaria deba ser más restrictiva que en condiciones habituales de la economía, al tiempo que se refirió a los factores que impactan el crecimiento económico.

En su diálogo con El Tiempo se refirió puntualmente a dos de estos: “Por un lado, ganarle la batalla a la inflación y que lleguemos a la meta. Y, por otro lado, es fundamental evitar que el descuadre de las finanzas públicas continúe, porque ese descuadre obligaría a hacer ajustes muy costosos en términos de crecimiento económico en los próximos años”.

“En los últimos dos años, aunque el Banco de la República redujo su tasa de política en más de cuatro puntos porcentuales, el costo de la deuda pública aumentó, porque la mayor percepción de riesgo de los inversionistas ante el deterioro fiscal hizo que subieran las tasas de interés de los bonos de largo plazo emitidos por el gobierno”, indicó.

Como resultado, “cuando los inversionistas perciben mayor incertidumbre, exigen mayores márgenes de riesgo, lo que encarece el crédito para el Estado. En resumen, una política fiscal desequilibrada puede anular parte de los beneficios de una política monetaria más flexible”, dijo Leonardo Villar, gerente general del Banco de la República.

Manejo de deuda del gobierno e impacto de remesas

Sobre este primer punto, Villar dijo a El Tiempo que “el Gobierno ha hecho un manejo activo de la tesorería recientemente, con aspectos interesantes, aunque también con riesgos que deben manejarse con cuidado”.

Parte de esa gestión, de acuerdo con el gerente del banco central, “consiste en usar financiamiento de corto plazo para recomprar títulos de largo plazo que estaban desvalorizados debido al aumento del riesgo país. Esa estrategia puede resultar positiva, pero también implica riesgos que, según nos han explicado, el Gobierno está tratando de cubrir de la mejor manera posible”.

En relación con las remesas y su impacto en la economía del país, consideró que mantienen un comportamiento sólido, que se repite en la región.

Aunque advirtió que “no podemos depender de ellas indefinidamente. Es fundamental fortalecer las cuentas externas y lograr que las exportaciones crezcan a ritmos similares a las importaciones, ya que actualmente estas últimas avanzan con mucha más fuerza”.

Balance de Bre-B

En el caso del sistema de pagos inmediatos, que entró en operación el pasado 6 de octubre, ya se han registrado cerca de 8,3 millones de transacciones, que suman $1,3 billones. “El 93 % de esas operaciones fueron de montos menores a $500.000, lo que demuestra su utilidad para pagos cotidianos”. 

De acuerdo con las cifras de Villar a El Tiempo, “el sistema cuenta con 86,5 millones de llaves registradas, pertenecientes a más de 32 millones de clientes, lo que permite una alta interoperabilidad. Naturalmente, la entrada masiva implica ajustes técnicos y de coordinación, pero los resultados iniciales confirman el éxito del proyecto”.

Fuente: Valora

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