viernes, 8 de agosto de 2025

Agosto 08 de 2025

Balance gobierno Petro: lo bueno, lo malo y lo feo en los principales indicadores macro

Aunque los indicadores dan cuenta de mejoras en pobreza, desempleo y crecimiento económico, el desequilibrio fiscal se ha convertido en un lunar.

A tres años de haber iniciado la presidencia de Gustavo Petro en Colombia, los principales indicadores económicos dejan ver mejoras en la mayoría de los frentes, excepto en el balance fiscal.

El desequilibrio, cada vez mayor, entre ingresos y gastos públicos se ha convertido en el lunar de esta administración, ha generado importantes alertas —el déficit fiscal podría ser este año el más alto de la historia—, ha traído serias consecuencias —como rebajas en las calificaciones soberanas— y podría dejar a la próxima administración de manos atadas —la suspensión de la Regla Fiscal se extenderá hasta 2027—.

Otros indicadores dan cuenta de mejoras en reducción de pobreza, generación de empleo y crecimiento económico, aunque todos están acompañados por un asterisco que ha llevado a los expertos a restarle méritos a la actual administración.

«El manejo y los resultados económicos son algunos de los aspectos más relevantes a la hora de evaluar a un dirigente y su equipo, no solo por el debate que suscita entre los expertos, sino también de cara al electorado», destacó el centro de estudios económicos ANIF en su comentario semanal.

Lo bueno

Balance gobierno Petro: lo bueno, lo malo y lo feo en los principales indicadores macro

El Producto Interno Bruto (PIB) ha exhibido este año una expansión superior a la proyectada por el mercado, tras dos años creciendo tímidamente. Solo el primer trimestre de 2025 creció un 2,7 % y se espera que el segundo trimestre muestre una dinámica similar. Esto ha llevado a los analistas, incluso a los del Banco de la República, a ajustar al alza sus estimaciones de crecimiento para todo 2025 cada vez más cerca del 3 % —cifra no vista desde 2022—.

Después de seis años con tasas de desempleo de dos dígitos, Colombia lleva cuatro meses con una desocupación por debajo del 10 %, desde marzo de 2025, y viene registrando variaciones que están en línea con cifras de hace ocho años, según en DANE. En junio, por ejemplo, fue del 8,6 %, la más baja en la historia reciente.

La inflación ha mantenido una senda descendente sostenida desde marzo de 2023 —después de haber alcanzado un pico del 13,3 %— y aunque la velocidad de su reducción se ha moderado e incluso ha dejado ver leves incrementos —como en abril de 2025—, la tendencia actual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se extendería por lo menos hasta 2026, según las previsiones de los expertos, cuando podría ubicarse dentro del rango meta del banco central (2-4 %).

En su informe anual más reciente, el DANE destacó una reducción en la pobreza monetaria del 34,6% en 2023 al 31,8% en 2024, luego de que más de 1,2 millones de personas salieran de esta condición. De hecho, se vienen reportando disminuciones sostenidas desde 2020, tras el pico de la pandemia, aunque las cifras actuales son incluso menores a las de 2018, cuando llegaron a su mínimo.

Lo malo

Balance gobierno Petro: lo bueno, lo malo y lo feo en los principales indicadores macro

Las mejoras en algunos indicadores incluyen un asterisco que impide que el país hable de mejoras tangibles: aunque la economía crece lo hace menos que sus pares en la región, la inflación se mantiene por encima del promedio de las naciones más grandes de América Latina (4,8 % vs 3,4 %), por lo menos la mitad de los nuevos empleos corresponden al trabajo por cuenta propia —en su mayoría informales— y las estadísticas de pobreza monetaria revelaron que los subsidios no contribuyeron en su reducción.

Además, los analistas han insistido en que no todos los resultados se pueden atribuir al Gobierno, pues el crecimiento económico también es producto del esfuerzo del sector privado, de sus inversiones, apuestas y proyecciones, no solo producto de políticas públicas.

Por esto, ANIF resaltó en su análisis que evaluar una administración en materia económica es una tarea difícil, debido a que «cualquier Gobierno está expuesto a choques, en especial externos, que pueden cambiar o modificar sus planes económicos, para bien o para mal, dependiendo de su naturaleza».

El centro de estudios económicos también argumentó que las acciones de política toman tiempo en surtir efecto, de tal suerte que las decisiones de un gobierno pueden afectar a los siguientes.

Lo feo

Balance gobierno Petro: lo bueno, lo malo y lo feo en los principales indicadores macro

En materia de déficit fiscal el balance del Gobierno Petro es preocupante. Colombia es el país de la muestra con los mayores desbalances fiscales, y de hecho, frente a las expectativas para cierre de 2025, se aleja del resto.

Según cifras oficiales, Colombia tendría un déficit de 7,1% del PIB a cierre de 2025, muy superior al déficit de 1,8% en Chile, 2,2% en Perú, y 3,9% en México. En esta dimensión, la administración Petro sale mal calificada, al punto que podríamos decir que este es el gran lunar de su Gobierno.

Estos desbalances fiscales se han traducido en un significativo aumento de la deuda pública de Colombia. De acuerdo con proyecciones de diferentes analistas, Colombia cerraría este año con una deuda pública de 62,2% del PIB, 6 puntos porcentuales por encima de los niveles de 2024. Chile, por su parte, tendría un nivel

de 41,9%, 3 puntos porcentuales de aumento para el mismo periodo; Perú 33,2%, con un incremento de 0,8 puntos porcentuales; y México 53,2%, con un aumento similar al de Colombia de 6 puntos.

Por esta misma razón no sorprende que la prima de riesgo de Colombia, medida con base en el EMBI2, es ahora la más alta de los cuatro. Con datos a finales de julio, Colombia tiene una prima de 309 puntos básicos, frente a 265 de México, 142 en Perú y 109 en Chile. Primas de riesgo más altas aumentan las tasas de interés de mediano y largo plazo, incrementan el costo de capital y desincentivan la inversión.

Fuente: Valora

Incertidumbre económica en Colombia aumentó en julio: Estas serían las causas

Un informe de Fedesarrollo muestra los indicadores de la incertidumbre económica en Colombia.

La incertidumbre económica en Colombia, que mide Fedesarrollo, captura la incertidumbre con una periodicidad mensual y con un enfoque sectorial.

Lo anterior se hace a través del conteo de palabras relacionadas con la coyuntura en noticias de los medios de comunicación.

Desde una perspectiva histórica, la incertidumbre económica en Colombia tiene en cuenta periodos vinculados a episodios como la emergencia económica de 1996, la crisis financiera de 1999, la caída de los precios del petróleo entre 2014 y 2016, la pandemia de Covid-19 en 2020 y el pico de la prima de riesgo en octubre de 2022.

Los principales resultados muestran que, en julio de 2025, el indicador se situó en 279, lo que equivale a una reducción de 1 punto frente a junio de 2025 (280) y a un incremento de 7 puntos frente al registro de julio de 2024 (272).

De esta manera, la incertidumbre económica en Colombia completa 82 meses por encima del promedio observado entre 2000 y 2019 (100). 

“Las noticias en medios de comunicación capturadas por el IPEC en julio se concentraron principalmente en el tema de política económica, social y geopolítica (54,2 %), seguido por la categoría de actividad económica (16,9 %), variables financieras (10,2 %), otros (10,2 %) y seguridad (8,5 %)”, dice la medición.

Al compáralo con el mes anterior, la categoría de política económica, social y geopolítica mostró el mayor aumento en su participación (8,7 puntos porcentuales), mientras que la categoría de seguridad fue la que mostró la mayor reducción (-6,0 puntos porcentuales).

“Por su parte, la categoría de variables financieras mostró el mayor incremento frente a julio de 2024 (6,2 puntos porcentuales), mientras que la categoría de política económica, social y geopolítica mostró la mayor contracción (-7,8 puntos porcentuales)”, concluye el informe sobre incertidumbre económica en Colombia.

Fuente: Valora

Citibank: Crecimiento en Latinoamérica se mantiene resiliente; economía colombiana se expandiría un 2,7 % en 2025

La mayor expansión para Latinoamérica se vería en Argentina, con un 5,3 %, seguida de República Dominicana, cuyo incremento sería del 4,7 %.

Las proyecciones económicas de Citi Research para el Producto Interno Bruto (PIB) de los principales países del mundo en 2025 da cuenta de un crecimiento resiliente en América Latina frente a otras regiones.

Durante la presentación del Economic Outlook, la entidad financiera reveló que bajó el pronóstico del crecimiento en casi todas las regiones del mundo para este año, excepto en América Latina, donde estiman una variación del 2,2 %, por cuenta de sus buenos fundamentos y el buen posicionamiento en el entorno comercial.

Según Ernesto Revilla, economista jefe de Citi para la región, los aranceles no le han pegado tanto a este grupo de países porque las tarifas no son tan altas como en otros casos, porque no tienen déficit comercial con Estados Unidos y porque al estar en la zona de influencia del país norteamericano se puede convertir en un buen sustituto para sus importaciones.

La mayor expansión para Latinoamérica se vería en Argentina (5,3 %), que consolidaría su recuperación tras una contracción de 1,7 % el año pasado. A este le seguiría República Dominicana con un incremento del 4,7 % que es ligeramente inferior al 5 % de 2024.

Por su parte, Perú y Colombia destacan con estimaciones del 2,9 % y el 2,7 %, respectivamente. La firma explicó que, en el primer caso, el crecimiento económico se mantendría en línea con el 3 % del año pasado; en el segundo, la aceleración sería notoria, a pesar del ruido de la política fiscal, pues en 2024 el PIB de Colombia varió un 1,6 % respecto a 2023.

“Vemos un buen momento en la actividad económica de muchos de estos países y los pronósticos tanto para 2025 como para 2026 son mejores que en otros casos. En la región Andina particularmente se ve un comportamiento secuencial en los índices, pero en Centroamérica y Caribe se observa un poco de desaceleración”, señaló Revilla.

Incluso el entorno político dejo de ser percibido como un riesgo para Citi Research, pues ha identificado que el mercado internacional prevé que con el nuevo ciclo electoral lleguen gobiernos con un ligero giro a la derecha, más amigables con la inversión y los negocios, basados en los candidatos y partidos más opcionados.

“Los ciclos políticos tienden a reflejarse en la prima de riesgo y, a su vez, en los activos y las monedas, pero no parece ser el caso, así que no es nuestro escenario base, aunque dependerá de los fenómenos políticos”, de acuerdo con el experto.

Particularmente sobre las elecciones en Colombia, Esteban Tamayo, economista principal para Colombia, Perú, Centroamérica y Caribe, advirtió la importancia de que llegue una administración con voluntad de hacer un ajuste fiscal debido al hueco que heredarán del Gobierno actual: “lo primero que va a tener que hacer es una reforma tributaria y una de gasto fuerte para reducir el déficit en 2 o 3 puntos del PIB”.

Respecto a la inflación, la entidad financiera reconoce que el descenso sostenido les ha dado espacio a los bancos centrales para hacer últimos ajustes a la baja en las tasas de interés, incluso cree que la mayoría de los países seguro pueden recortar un poco más todavía su tasa de referencia, como en el caso de Chile y Perú, donde recomiendan restar 25 puntos básicos (pb), México, donde proyectan se pueden reducir 50 pb, y Colombia, que alcanzaría a ceder en 100 pb.

Finalmente, Revilla destacó que el entorno de debilidad global del dólar visto desde principios de abril de este año ha dado empuje a que los países emergentes fortalezcan sus monedas y mitiguen el impacto financiero, aunque también le preocupa que esto afecte la competitividad o la meta de inflación de los soberanos latinoamericanos.

Citi anticipa que esta tendencia del dólar se extenderá en la segunda mitad del año, a pesar de la fortaleza de los últimos días y comenzará a revertirse de manera gradual en 2026, lo que influirá en las tasas de cambio más que los propios eventos locales.

Fuente: Valora

Banco de la República está cada vez más preocupado por el desajuste fiscal en Colombia

La Junta Directiva del banco central señaló que el desbalance entre ingresos y gastos públicos crea retos importantes para el país.

El Banco de la República dejó ver en las minutas de la reunión de Junta Directiva del 31 de julio, durante la cual se decidió mantener inalterada la tasa de interés en el 9,25 %, que le sigue preocupando que el lento descenso de la inflación, pero también el persistente desajuste fiscal del Gobierno.

Sobre el primer punto, los codirectores reconocieron que la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha cedido a menor velocidad de lo esperado en la primera mitad de 2025. Respecto al segundo señalaron que el desbalance entre ingresos y gastos públicos crea retos importantes para el país.

Sin embargo, los miembros de la Junta Directiva también destacaron el buen desempeño de la economía colombiana en lo corrido del año, «caracterizado por una actividad económica dinámica y una reducción de la tasa de desempleo, en un contexto en el que el crédito comienza a mostrar tasas de crecimiento reales positivas».

Los que insisten en no recortar las tasas

Una mayoría de cuatro codirectores se inclinaron por mantener inalterada la tasa de interés de política en el 9,25 %, pero dos de ellos votaron por una reducción de 50 puntos básicos (pb) y el último optó por un recorte de 25 pb.

El grupo mayoritario que optó por la prudencia señaló que la reducción de la inflación anual observada en junio y las perspectivas sobre su trayectoria en los próximos meses, no crean las condiciones propicias para proceder con un recorte porque no hay seguridad en la convergencia de la inflación hacia la meta del 3 % en un horizonte prudente.

En el Informe de Política Monetaria, el equipo técnico del BanRep dejó ver qué proyecta una inflación total y básica del 4,7 % y el 4,2 % para 2025 y del 3,2 % y el 3,3 % para 2026, respectivamente.

Los codirectores que no accedieron a mover las tasas también recordaron que se vislumbran riesgos inflacionarios a corto plazo de llegarse a presentar faltantes de financiamiento del déficit fiscal o de la cuenta corriente de la balanza de pagos que presionen al alza la tasa de cambio.

De hecho, subrayaron que el mayor déficit fiscal del Gobierno Central previsto para 2025 y para 2026 genera un impulso macroeconómico que se reflejaría en mayores presiones inflacionarias y en un incremento adicional a la ya alta prima de riesgo país.

El riesgo de la política monetaria restrictiva

En contraste, los codirectores que respaldan algún recorte en las tasas insisten en que la postura «altamente restrictiva» por la que se ha optado deriva en una amplia brecha entre la tasa de interés real de política monetaria (sin inflación) del último año y medio, que es de 4,15 % está muy por encima del promedio histórico visto entre 2010 y 2023 (0,45 %) y además es la segunda más alta de la región, después de Brasil.

Sobre los desequilibrios fiscales, insistieron en que para atenderlos es prioritario garantizar el mayor crecimiento de la economía y una ley de financiamiento que permita la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo.

En tercer lugar, cuestionaron que los cálculos que el equipo técnico utiliza para respaldar sus recomendaciones a la Junta (tasa de interés neutral, brecha del PIB y brecha de desempleo) están basados en resultados de modelos que no pueden verificarse empíricamente, por lo que calificaron como «discutibles».

También abordaron el punto de la inflación, pero con una lectura diferente. Para estos codirectores las expectativas del mercado para el cierre de 2025 vienen disminuyendo, es así que el equipo técnico de la Dirección General de Política Macroeconómica del Ministerio de Hacienda proyecta en su última actualización de supuestos macroeconómicos que la inflación se sitúe en el 4,5 % al cierre de 2025, pues se espera que este indicador mantenga su senda decreciente durante el resto del año.

Finalmente, insistieron en que tasas de interés reales altas, como las que actualmente se observan en Colombia, afectan las posibilidades de crecimiento económico y, en particular, el dinamismo del sector manufacturero.

Fuente: Valora

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