Aumentos del salario mínimo y remesas tienen a hogares colombianos gastando más y sosteniendo la economía
El Banco de Bogotá
advirtió que esta dinámica es inquietante porque muestra que el crecimiento
económico está totalmente apoyado en el consumo.
Este año, el crecimiento
económico podría acercarse al 3 % según las proyecciones de diferentes
analistas (2,7 % para el Banco de Bogotá), una cifra que no se ve desde 2019
—excluyendo el repunte pospandemia— y que a lo largo de año se ha ido ajustando
al alza por cuenta de reportes mensuales mejores a lo esperado.
Sin embargo, los expertos
identificaron que el repunte se puede atribuir específicamente al consumo
privado, que ha venido ganando terreno. Particularmente, el Banco de Bogotá
advirtió que el gasto de los hogares pasó de pesar dos terceras partes del Producto
Interno Bruto (PIB) a equivaler al 76 % de este.
“Esta dinámica es
favorable en el corto plazo porque muestra que los hogares tienen una situación
muy saludable, pero es inquietante en el mediano plazo porque la configuración
del crecimiento está totalmente apoyada ahí. Esto no es nuevo, se viene consolidando
desde el segundo semestre del año pasado o incluso antes”, indicó el director
de Investigaciones Económicas de la entidad, Camilo Pérez.
Incluso el Banco de la
República anticipa que este viernes el DANE revelará que el PIB del segundo
trimestre creció exactamente lo mismo que el del primer trimestre, un 2,7 %,
soportado en la expansión de la demanda interna (4,1 %).
Pérez señaló que en el
comportamiento de los consumidores está la clave del desempeño económico los
próximos meses, particularmente de los cálculos del PIB potencial, pero este
también ostenta los riesgos futuros de la sostenibilidad de esta dinámica.
De hecho, anticipa
consecuencias en la incertidumbre que se vive en el país por cuenta del
desempeño de otros indicadores como la inflación, las tasas de interés o la
situación fiscal.
“Los economistas
esperábamos una recuperación en el consumo pospandemia que se estabilizara,
pero la realidad es diferente, los hogares no han detenido su consumo y ahí es
donde está el asunto que seguramente nos va a seguir dando para debates en los
próximos meses”, indicó el experto
¿Qué pasó con la
contribución de la inversión?
En contraste, otros
indicadores como la inversión y el gasto del Gobierno cada vez tienen un menor
aporte. “Antes de pandemia la inversión era de alrededor del 20 % y ahora
estamos en el 17 %, muy cerca de los mínimos”, contó el director de
Investigaciones Económicas.
El análisis del Banco de
Bogotá también revela que detrás de la mayor demanda están principalmente los
servicios, por encima de los bienes, lo que da cuenta de una reconfiguración.
Esto explica por qué sectores tradicionales como el de construcción, industria
o hidrocarburos han perdido peso en la economía, mientras comercio minorista y
turismo repuntan.
“En ese comportamiento hay
temas accidentales, pero también de decisiones de política pública”, dijo
haciendo referencia a las restricciones a la producción de petróleo, al recorte
de subsidios a viviendas de interés social e incluso a la incertidumbre jurídica
de quienes invierten en proyectos productivos.
También llamó la atención
en el incremento de compras de bienes durables por parte de los hogares, como
vehículos o electrodomésticos, pues este mide su perspectiva de la estabilidad
de sus ingresos a futuro para poder soportar estas deudas, “seguramente hay
algo de un ciclo que consumo porque por un buen tiempo la gente no compró
celulares, por ejemplo, y ya se van desactualizando”, reveló Pérez.
Mayor disponibilidad de
ingreso en los hogares
El director de
Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, Camilo Pérez, mostró cómo los
ingresos de los hogares están teniendo varios impulsos positivos producto del
incremento del salario mínimo por encima de la inflación, el envío de una mayor
cantidad de remesas del exterior e incluso las ventas de la cosecha de café de
600.000 familias productoras a mejores precios, por mencionar algunos.
“Respecto a lo que veíamos
en la pandemia, la diferencia que existía entre los ingresos que tenía la gente
y el consumo que podían realizar se cierra por completo, se vuelve a
normalizar, pero a niveles más altos de lo que marcaban las tendencias de largo
plazo”, detalló el economista.
Pérez describió esto como
un cambio estructural en la dinámica de los hogares. Incluso se refirió a la
confianza del consumidor, que viene mejorando desde principio de año, tras un
choque negativo atribuible al cambio de administración. “Podemos estar en
desacuerdo con el gobierno, pero al final de cuentas la economía se ha
sobrepuesto a todo”, concluyó.
Fuente: Valora
Dólar en Colombia cerró al alza cerca de $4.030; deuda
pública bajó, según ETF de GXTESCOL
La tasa de cambio se ubicó
toda la jornada por encima del precio de apertura ($4.010), que resultó ser el
valor más bajo del día.
El dólar hoy en Colombia
cerró negociaciones con un precio de $4.028,01, lo que significa que se movió
al alza en comparación con el último dato registrado ayer ($4.016,70), según
registros de Set-Icap.
De hecho, la tasa de
cambio se ubicó toda la jornada por encima del precio de apertura ($4.010), que
resultó ser el valor más bajo del día, e incluso tocó un máximo de $4.033,88
minutos antes de que terminaran las operaciones.
Paula Chaves, analista de
mercados de HFM, explicó que la expectativa casi unánime de recorte de tasas
por parte de la Reserva Federal, junto con una inflación estadounidense
moderada y tensiones políticas que afectan al dólar global, refuerzan un sesgo bajista,
aunque aún sin una tendencia definida.
“Vale la pena monitorear
los $3.985 y $3.950 como soportes y los $4.065 y $4.215 como resistencias. En
un contexto tan incierto, es plausible que el mercado se mantenga oscilante
hasta que surjan nuevos catalizadores”, detalló.
Por su parte, el índice
DXY del dólar perdía un 0,26 % y bajaba hasta los 97 puntos después de
mantenerse en 98 por más de una semana.
En otros mercados, los
precios del petróleo retrocedieron tras el informe de la Agencia Internacional
de la Energía (AIE), que proyecta un superávit de oferta en 2025, reforzado por
el aumento de inventarios en EE. UU. Además, el mercado anticipa que las
conversaciones entre Donald Trump y Vladimir Putín tendrán un impacto en el
flujo de crudo ruso.
A la 1:20 p.m. en Colombia
la referencia WTI caía el 0,84 % y se cotizaba en US$62,64 por barril, mientras
que el Brent perdía el 0,80 % frente a la sesión anterior hasta los US$65,59.
En Estados Unidos, los
mercados financieros globales se mueven al ritmo de las expectativas de
recortes de tasas y las crecientes tensiones comerciales.
En Colombia, la confianza
del consumidor alcanzó en julio su máximo en siete años (5,3 %), con un aumento
de 14,3 puntos porcentuales. El indicador de Fedesarrollo se vio favorecido por
un aumento de 5,6 puntos porcentuales en el Índice de Condiciones Económicas,
que se compone de dos mediciones que reflejan la percepción de los consumidores
acerca de la situación económica actual.
Finalmente, la deuda
pública (TES) en Colombia cerró mercados con una desvalorización del 0,18 %,
que equivale al promedio ponderado de todas las referencias de títulos de
tesorería que integran el ETF de Global X, que se negocia en la Bolsa de
Valores de Colombia.
Esta información se toma del indicador de Global X (GXTESCOL), que replica el índice GBI-EM de J.P.Morgan para Colombia.
Por otra parte, los
cierres de TES de deuda pública, de acuerdo con el sistema de negociación del
Banco de la República, donde operan los grandes inversionistas de Colombia,
registró los siguientes movimientos:
•Los TES de 2026 cerraron
en 8,991 %, mientras que el dato anterior fue de 9,029 %.
•Los TES de 2028 cerraron
en 9,848 %, mientras que el dato anterior fue de 9,800 %.
•Los TES de 2033
terminaron en 11,717 % y la jornada previa finalizaron en 11,669 %.
•Los TES de 2050 cerraron
en 12,110 % y la jornada previa terminaron en 12,000 %.
Fuente: Valora
Confianza del consumidor volvió a mejorar en julio y
alcanzó el dato más alto en siete años
La confianza del
consumidor aumentó en cuatro de las cinco ciudades analizadas (Barranquilla,
Bucaramanga, Medellín y Cali), solo cayó en Bogotá.
En julio de 2025, el
Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo aumentó 3,1 puntos
porcentuales y su balance se ubicó en el 5,3 %, cuando el mes anterior había
sido del 2,2 %, un dato por encima de cero por primera vez en tres años.
Además, cuando se compara
el dato de julio con el del mismo periodo en 2024 se evidencia un incremento de
14,3 puntos porcentuales (pp), pues hace 12 meses el balance fue negativo (-9,0
%). Así, el indicador alcanzó su máximo en siete años.
El centro de investigación
atribuyó el resultado al aumento intermensual de 5,6 pp en el Índice de
Condiciones Económicas (pasando del -0,2 % al 5,4 %), que se compone de dos
mediciones que reflejan la percepción de los consumidores acerca de la situación
económica actual.
Por su parte, el Índice de
Expectativas del Consumidor también vio un incremento de 1,4 pp (del 3,8 % al
5,2 %). Este se obtiene de tres componentes que corresponden a las expectativas
de los hogares a un año.
Y en la comparación
interanual, el crecimiento en la confianza de los consumidores obedeció a un
aumento de 16,8 pp en el Índice de Condiciones Económicas y al incremento de
12,7 pp en el Índice de Expectativas del Consumidor.
Fedesarrollo destacó que
al comparar los resultados de lo corrido del tercer trimestre de 2025 con los
del segundo trimestre del mismo año, se observa un incremento en la confianza
de los consumidores de 8,7 pp, así como en la disposición a comprar bienes
durables (9,6 pp) y en la valoración sobre la situación de sus hogares (8,1 pp)
y del país (7,1 pp).
Frente al mismo trimestre
del año pasado, se observó un incremento de 18,7 puntos porcentuales en el ICC,
así como un incremento de 30,3 pp, 15,7 pp y 14,8 pp en la disposición a
comprar bienes durables, en la valoración de los consumidores sobre la situación
de sus hogares y su país, respectivamente.
Además, la confianza del
consumidor aumentó en cuatro de las cinco ciudades analizadas (Barranquilla,
Bucaramanga, Medellín y Cali), solo cayó en Bogotá, y en uno de los niveles
socioeconómicos (estrato medio) en julio respecto a junio de este año.
De otra parte, la
disposición a comprar vivienda incrementó, mientras que la disposición a
comprar bienes durables se mantuvo constante y la disposición a comprar
vehículo disminuyó en julio de 2025 frente al mes anterior.
Fuente: Valora
Banco de la República le dejará a Colombia utilidades por
más de $12 billones este año
El funcionario ya había
anticipado en la Comisión Tercera del Senado de la República que era muy
probable que la cifra superara los $10 billones.
El gerente del Banco de la
República, Leonardo Villar, anticipó que la entidad le dejará utilidades récord
a la Nación este año de cerca de $12,5 billones, después de superar los $10
billones en 2024.
El funcionario ya había
anticipado en la Comisión Tercera del Senado de la República que, como las
utilidades de este año van a un ritmo superior, era muy probable que la cifra
alcanzara un nuevo récord, lo cual depende de las circunstancias financieras a
nivel internacional.
El principal ingreso de la
entidad viene de las reservas internacionales, donde se tienen invertidos más
de US$65.000 millones, una cifra que ha venido aumentando por la misma
rentabilidad y que se ubica en el rango recomendado por el Fondo Monetario Internacional.
Estos recursos son
trasladados cada año al Gobierno Nacional, tras la respectiva aprobación de la
Junta Directiva del Emisor, por lo que el banco central se ha convertido en una
alta fuente de ingresos para el Estado.
El gerente del banco
central reconoció en entrevista que este año sería el quinto por fuera de la
meta de inflación del 3 % con un rango aceptado de un punto porcentual por
encima o por debajo, según las proyecciones de la entidad, aunque destacó que
la cifra se ha ido acercando.
Sin embargo, dijo que el
hecho de que el rápido descenso de la inflación (que comenzó después de superar
el 13 % entre 2021 y 2022) se frenara a finales del año pasado es una señal de
cautela para garantizar el proceso de convergencia en 2026 y evitar que se tome
una decisión que después se deba reversar por el golpe que representa para las
expectativas.
“Desafortunadamente bajar
la inflación es difícil y es costoso para la economía porque hay que reprimir
la demanda básicamente con una política monetaria contractiva que se manifiesta
en tasas de interés altas”, indicó.
Villar atribuyó el
comportamiento de la inflación al entorno internacional, principalmente la
incertidumbre frente a los aranceles de EE. UU. y su efecto en las decisiones
de la Reserva Federal, pero también al cambio en los datos del déficit fiscal
en Colombia en 2024 y 2025 y al aumento “muy significativo” del salario mínimo
de este año con relación a la inflación.
Finalmente, respecto a los
indicadores macroeconómicos señaló que su desempeño ha sido mejor al que la
entidad preveía, “que ya era bueno” y destacó hitos como que el crecimiento
económico esperado para este año (2,7 %) es superior al de otros países de la
región, que el consumo ha impulsado sectores como el comercio y que el
desempleo se reduce, a pesar de que se atribuye a un mayor número de empleados
por cuenta propia.
Tema fiscal: un nubarrón
importante
El gerente del Banco de la
República aseguró en entrevista con el periódico La República que hay
circunstancias complejas en la economía colombiana que generan incertidumbre,
haciendo referencia específicamente al deterioro en la situación fiscal del país,
“no se puede negar, se vio de manera muy clara desde noviembre del año pasado y
se ha ido profundizando”.
Específicamente, su
efecto, según Villar, se siente en la deuda pública, que se ha venido
incrementando de manera acelerada, cuando venía bajando, pues el déficit fiscal
indica que se gasta más de lo que se tiene en ingresos. “Eso hace que la
perspectiva a futuro sea pagar más intereses”.
Frente al ajuste de este
desbalance en el futuro, Villar dijo que es costoso e impopular porque implica
lograr que aumente la tributación o bajar el gasto público, lo que se traduce
en decisiones incómodas para los gobiernos.
Fuente: Valora
El crecimiento del PIB para el segundo trimestre podría ubicarse entre 2,6% y 3,2%
Actividades financieras,
servicios y entretenimiento jalonarían la economía; sin embargo, el consumo de
los hogares fue el más destacado para explicar el alza
Este viernes 15 de agosto,
el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, publicará los
resultados del desempeño del Producto Interno Bruto, PIB, durante el segundo
trimestre de 2025.
De acuerdo con
estimaciones de entidades financieras, el crecimiento económico para este
periodo se ubicaría entre 2,6% y 3,2%, siendo Corficolombiana la que proyectó
la cifra más alta; mientras que el Banco de Bogotá estimó alzas más “moderadas”
que oscilan entre 2,6% y 2,9%.
El repunte del indicador
estaría respaldado por el mejor desempeño de sectores como comercio,
administración pública, entretenimiento, actividades financieras, y de manera
particular, el consumo de los hogares. En el primer trimestre, el PIB creció
2,7%, lo que marca una tendencia positiva.
Corficolombiana agregó que
en abril y mayo la economía creció 2,6% interanual, impulsada por los sectores
mencionados; pero el sector primario (agro, junto con minas y canteras) mostró
una dinámica marginal, mientras que el secundario (industrial) se contrajo
debido a la debilidad en la construcción, a pesar de los incrementos
registrados en la industria manufacturera.
Para junio, la previsión
es que el sector primario quede en rojo, principalmente por la disminución en
la producción de petróleo y café. En contraste, en la industria, con el
incremento en la demanda de energía, se anticipan resultados positivos.
Se indicó que, aunque la
política monetaria mantiene su tendencia contractiva, con la tasa de
intervención del Banco de la República en 9,25%, el consumo de los hogares
continúa ganando protagonismo, y así, se consolida como el principal motor del
crecimiento, superando incluso a rubros como la inversión y el gasto público.
“Para el segundo trimestre
esperamos un crecimiento de 2,8%. En general, anticipamos que ese será el
comportamiento del Producto Interno Bruto en el primer semestre. Sectores clave
como el entretenimiento tendrían alzas superiores a 8%. Para todo 2025, la
economía registraría niveles de crecimiento de 2,8%”, expresó el economista
jefe del Banco de Occidente, David Cubides.
Según el analista, esto
indica que la economía se estaría acercando cada vez más a su crecimiento
potencial, estimado en 3%. Cubides considera que este nivel podría alcanzarse
en 2026.
Desde Bancolombia
proyectaron un crecimiento de 2,9%, impulsado nuevamente por la demanda interna
y el consumo. No obstante, también advirtieron que persisten retos en materia
de inversión.
Para esta entidad, si bien
las expectativas de un cambio de gobierno en 2026 podrían estimularla, los
riesgos fiscales y las altas tasas de interés continúan limitando la
recuperación en sectores clave como la construcción y la manufactura.
Los servicios de
administración pública y de recreación mantendrían un crecimiento sostenido en
abril y mayo, contribuyendo al dinamismo económico. Se destacó que el sector
público conserva un ritmo de expansión constante, apoyado en un déficit fiscal
acumulado, mientras que en los hogares ha crecido el gasto en apuestas en línea
y suscripciones.
En cuanto a los sectores
productivos, indicaron que la agricultura (sector primario) podría aportar al
crecimiento, aunque este efecto se vería contrarrestado por el bajo desempeño
de minas y canteras, una rama que no ha mostrado señales de recuperación en los
últimos reportes oficiales del Dane.
Bancolombia indicó que el
sector primario presentó un comportamiento mixto. Entre los factores positivos,
destacó que las buenas condiciones climáticas favorecieron la producción de
café, pero se registró un retroceso en minería debido a menores niveles de
producción de carbón y petróleo.
Los economistas señalaron
que, de confirmarse sus proyecciones, el consolidado de 2025 mostraría una
tendencia al alza. Más allá del desempeño de cada sector, los datos evidencian
que la recuperación económica mantiene un ritmo sostenido y que las perspectivas
para el mercado son favorables.
La proyección es que la
economía alcance su potencial de 3% en 2026 y 2027
Con base en un sondeo
realizado por Citi, el PIB crecería en 2026 a un promedio de 2,9%, y en 2027
alcanzaría una cifra superior a 3%.
De cumplirse este
escenario, la economía nacional llegaría en dos años a su potencial de
crecimiento. Para 2025, la encuesta estimó un crecimiento mínimo de 2,25%, uno
máximo de 2,9%, junto con un promedio cercano a 2,6%. Con ello, se concluye
que, aunque la tendencia es al alza, la economía nacional aún no alcanzaría su
potencial de crecimiento en este año.
Fuente: La Republica
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