lunes, 22 de septiembre de 2025

Septiembre 22 de 2025

Colombia, descertificada de nuevo: ¿Qué sigue para el país?

En términos económicos, la medida incrementa el riesgo reputacional del país, según un análisis de ANIF. Las inversiones podrían verse afectadas.

El pasado 15 de septiembre de 2025, Colombia fue descertificada por Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, una medida que no se tomaba desde hacía 28 años.

Según el Departamento de Estado, el país fue señalado de «haber fallado notablemente» en sus obligaciones para combatir el narcotráfico y ha sido incluido en la lista de las principales naciones de tránsito o producción de drogas ilícitas. En esta lista también figuran Afganistán, Birmania, Bolivia y Venezuela.

La decisión se basa en una combinación de factores, según un análisis del centro de estudios económicos ANIF. Por un lado, los cultivos de coca y la producción de cocaína han alcanzado «récords históricos». Las cifras estadounidenses indican que, en 2023, los cultivos de coca llegaron a 252.572 hectáreas, un aumento del 9,8 % anual, mientras que la producción potencial de cocaína alcanzó las 2.644 toneladas métricas, un incremento del 53 % respecto al año anterior.

Por otra parte, Estados Unidos cuestiona los diálogos del gobierno con grupos armados, los cuales son percibidos como un retroceso en el control territorial y en la capacidad del Estado para contener la expansión del narcotráfico. Washington atribuye directamente la responsabilidad por estos resultados al presidente Gustavo Petro y señala un «déficit de liderazgo político» en el último año.

Según el comentario de ANIF, aunque la descertificación no interrumpe de inmediato la cooperación bilateral, el gobierno estadounidense aplicó un «waiver por interés nacional» que evita sanciones directas, pero fija un plazo de 12 meses para que Colombia demuestre resultados tangibles.

En términos económicos, la medida incrementa el riesgo reputacional del país. Esto podría traducirse en mayores exigencias por parte de organismos multilaterales y en una percepción de mayor incertidumbre para los inversionistas extranjeros.

En ello coincidió Laura Clavijo, directora de Investigaciones Económicas de Bancolombia, quien señaló que las consecuencias podrían sentirse en las decisiones de inversión y una menor capacidad del mercado local para atraer capitales en relación con sus pares.

Para el Gobierno colombiano, la decisión representa una presión adicional para mostrar avances en la reducción de cultivos ilícitos y fortalecer su política de seguridad, de acuerdo con el centro de pensamiento.

Esta no es la primera vez que Colombia se enfrenta a este escenario. En 1996 y 1997, el país fue descertificado por Estados Unidos debido al aumento de la violencia ligada al narcotráfico y a la debilidad institucional. Sin embargo, en 1998 recuperó la certificación tras implementar reformas legales, fortalecer la cooperación bilateral y comprometerse con nuevas estrategias antidrogas, las cuales sentaron las bases para el Plan Colombia.

ANIF concluyó que, a pesar de ser un golpe a la reputación, la descertificación puede convertirse en un punto de inflexión para replantear la política antidrogas y redefinir la cooperación con Washington. Así, los próximos doce meses serán decisivos para que Colombia logre equilibrar sus apuestas de paz con un compromiso efectivo en la lucha contra las drogas.

Fuente: Valora

Tesoro Nacional alcanza su mayor nivel de liquidez desde 2023

El anuncio, en palabras del propio Ministerio, busca mostrar una posición de solidez fiscal en un contexto de alta exigencia para las finanzas públicas.

El director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, Javier Cuéllar, informó que el Tesoro Nacional cerró esta semana con $38,3 billones en liquidez, el nivel más alto registrado desde 2023. 

De acuerdo con el funcionario, la cifra no incluye las posiciones de portafolio que hacen parte de la reserva estratégica del Gobierno.

“El viernes cerramos con COP 38,3 billones en las cuentas del Tesoro Nacional, lo que representa el mayor nivel de liquidez desde el año 2023. No incluye las posiciones de portafolio que tenemos en nuestra reserva estratégica”, señaló en sus redes sociales el funcionario.

La disponibilidad de recursos se distribuye en $11,88 billones en depósitos en el Banco de la República y alrededor de $25 billones en cuentas en el exterior, recursos que garantizan el cumplimiento de obligaciones inmediatas, como pagos de deuda y funcionamiento del Estado.

Hay nuevo pronóstico para el dólar en Colombia: ¿Se acercará a los $3.700?

El anuncio, en palabras del propio Ministerio de Hacienda, busca mostrar una posición de solidez fiscal en un contexto de alta exigencia para las finanzas públicas. Con esta liquidez, el país tiene capacidad de responder a sus compromisos y mantener la confianza en los mercados internacionales, factor clave para la estabilidad económica.

¿Quién es el director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda?

Javier Cuéllar es financiero de profesión y cuenta con una amplia trayectoria en el sector público y privado.

Ha trabajado de la mano con los últimos seis ministros de Hacienda —Mauricio Cárdenas, Alberto Carrasquilla, José Manuel Restrepo, José Antonio Ocampo, Ricardo Bonilla y, actualmente, Diego Guevara—, especialmente desde su paso por el Fondo Nacional de Garantías (FNG).

Fue nombrado director de Crédito Público en 2023 durante el gobierno del presidente Gustavo Petro, aunque ya había ocupado cargos como vicepresidente de Riesgos y presidente de la Junta Directiva del FNG, además de haberse desempeñado como subdirector de Riesgos en el Ministerio de Hacienda.

Fuente: Valora

Riesgo fiscal en Colombia: La deuda que el próximo gobierno heredará en 2026

A medida que el país se acerca a las elecciones presidenciales de 2026, la trayectoria de la deuda y el déficit se convierten en el reto fundamental.

El panorama económico de Colombia presenta una dualidad marcada: mientras indicadores clave como el crecimiento del PIB, la inflación y el desempleo muestran una aparente resiliencia y mejoría, detrás de estas cifras se esconde una realidad fiscal en rápido deterioro.

Un informe de Colombia Risk Analysis sobre el panorama fiscal advierte que a medida que el país se acerca a las elecciones presidenciales y legislativas de 2026, la trayectoria de la deuda y el déficit se convierten en el reto fundamental que definirá el próximo mandato.

El futuro fiscal del país sigue siendo altamente incierto, con un déficit en expansión, un endeudamiento creciente y compromisos de gasto cada vez más rígidos. La consultora de riesgos políticos delineó tres posibles escenarios dependiendo de quien llegue al poder, que van de restricciones modestas en busca de una trayectoria gradual en manos de un gobierno promercado (el más probable) a una continuidad de la administración actual que llevaría al país a perder su credibilidad fiscal (poco probable).

La sostenibilidad fiscal de Colombia se ha visto seriamente comprometida en los últimos años. La deuda bruta del Gobierno ha pasado del 56 % del PIB en 2023 a superar el 61 % en 2024. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que esta relación se mantendrá alrededor del 60 % del PIB durante 2024-2025.

La preocupación se intensificó con la decisión del Gobierno de Gustavo Petro de suspender la Regla Fiscal en junio de 2025 por hasta tres años, invocando la cláusula de escape. Aunque la medida busca acomodar el aumento del gasto y los ingresos inferiores a los previstos, esta decisión fue fuertemente criticada por expertos y por el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), de acuerdo con Colombia Risk Analysis.

Como consecuencia directa, las agencias calificadoras de riesgo actuaron rápidamente: Moody’s y S&P Global Ratings rebajaron sus calificaciones crediticias de la deuda colombiana en moneda extranjera en junio de 2025. S&P, en particular, mantuvo una perspectiva negativa, advirtiendo que podría rebajar aún más la calificación en los próximos 12 a 18 meses si no se aplican medidas proactivas y efectivas.

Los mercados reaccionaron con ventas masivas de bonos gubernamentales (TES) por parte de tenedores extranjeros, alcanzando un volumen sin precedentes en julio de 2025.

«En 2026, Colombia enfrentará un récord alarmante: los pagos de intereses de la deuda equivaldrán al 256 % de las amortizaciones. Esto ocurre porque el gobierno decidió aplazar $21,9 billones en pagos, generando liquidez inmediata, pero trasladando una carga insostenible al futuro», dijo el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo.

La carga financiera para 2026

Las proyecciones para 2026 evidencian que el próximo gobierno heredará una situación financiera extremadamente compleja.

Un indicador alarmante es el costo del servicio de la deuda: se proyecta que la relación entre pagos de intereses y amortizaciones de deuda en 2026 alcance un récord del 256 %. Este aumento refleja un costo creciente del servicio de la deuda y un nivel inusualmente bajo de amortizaciones programadas para ese año, en gran parte resultado de decisiones previas de reprogramar pagos.

El informe de Colombia Risk Analysis estima que aproximadamente $ 21,9 billones (US$5.400 millones) en pagos de deuda han sido diferidos, posponiendo el problema y trasladando una mayor carga a los presupuestos futuros, una vez finalice el Gobierno Petro.

Adicionalmente, la propuesta de presupuesto nacional para 2026 asciende a $556,9 billones (28,9 % del PIB) y refleja deficiencias estructurales. Un punto controversial es que $26,3 billones (5 % del total) actualmente carecen de fuentes de financiamiento.

El Gobierno ha optado por depender exclusivamente del aumento de los ingresos fiscales, proponiendo una reforma tributaria para cubrir este faltante, en lugar de aplicar recortes de gasto.

Estrategias de financiamiento y riesgos

Ante el creciente déficit fiscal, el Ministerio de Hacienda ha aumentado significativamente sus necesidades de financiación. Para 2026, se planean estrategias similares a las de 2025, incluyendo hasta $60 billones en emisiones locales (TES) y un mayor financiamiento vía tesorería.

En un intento por diversificar el financiamiento externo y reducir los costos del servicio de la deuda a corto plazo, el Gobierno anunció una nueva estrategia para emitir hasta $40,5 billones (US$10.000 millones) en bonos denominados en francos suizos (CHF).

Aunque esta medida busca aprovechar las bajas tasas de interés suizas, conlleva riesgos significativos. Dado que el franco suizo es una moneda refugio, su apreciación frente al peso colombiano podría aumentar drásticamente el valor de los pagos futuros, especialmente si la confianza de los inversionistas se deteriora.

«Este manejo de la deuda crea un alivio momentáneo, pero compromete la sostenibilidad fiscal inmediata, aumenta la presión sobre presupuestos venideros y pone en riesgo de imposibilidad el retorno a la Regla Fiscal que el propio gobierno actual suspendió. La sensación es que el gobierno actual tiene como propósito gastar más hoy a costa del gobierno que viene mañana. Una bomba de tiempo que tarde o temprano habremos de pagar», concluyó Restrepo.

Fuente: Valora

Con una tasa de rechazo del 70 % en las devoluciones de impuestos, la asesoría tributaria se ha vuelto un negocio en auge

El proceso de devolución de impuestos en Colombia es notoriamente complicado; la mayoría de las solicitudes son rechazadas por la DIAN.

Esto les abrió la puerta a empresas como Clevertax Assessment, una firma fundada hace más de un año por dos exfuncionarios de la DIAN que se ha consolidado como un referente en el ámbito de la asesoría tributaria, especialmente en la solicitud y recuperación de saldos a favor.

“Hemos logrado consolidarnos como líderes porque para no generar inconvenientes con otras firmas de asesoría tributaria nos enfocamos en devoluciones y buscamos generar un ámbito colaborativo. Hoy en día no solamente manejamos las devoluciones de nuestros propios clientes, sino las de los clientes de otras firmas que decidieron dejarnos ese servicio porque les destrabamos los procesos”, destacó Christian Quiñonez, socio fundador.

Según el vocero, aunque en asesoría tributaria se presta un gran portafolio de servicios, algunas empresas se han especializado en determinados trámites, pero muy pocas lo han hecho en devoluciones. Incluso Clevertax también presta asesoría en planeación y fiscalización.

Quiñonez, quien fue subdirector de fiscalización de la DIAN, contó que en la pandemia se vivió una época de auge en las devoluciones de impuestos y él estuvo a cargo en el proceso. De hecho, siendo funcionario, realizó el diseño funcional del Sistema de Devoluciones de la entidad. Además, el aumento en las tarifas de autorretenciones de este Gobierno también ha generado mayores saldos futuros.

Justamente esta experiencia le ha permitido diseñar soluciones expertas en gestión fiscal y mitigación de riesgos tributarios y construir un nombre. Según estimaciones de la DIAN, como el proceso de devolución de impuestos en Colombia es notoriamente complicado, aproximadamente el 70 % de las solicitudes son rechazadas.

A pesar de la complejidad del proceso, que incluye las trabas que impone la administración tributaria para reducir el impacto en el recaudo, Clevertax reporta una tasa de éxito del 99 % en las devoluciones que gestionan, sin haber tenido inconvenientes hasta la fecha en la recuperación de recursos para los contribuyentes.

“Nosotros somos expertos, pero sí es complicado pedir una devolución porque, en primer lugar, al Estado no le gusta devolver plata y menos en estos tiempos donde el recaudo está caído. Eso hace que el proceso tenga muchas trabas, así que siempre se requiere a alguien especializado de verdad para no encontrarse con esa pared de rechazos si se hace por cuenta propia porque hay mucha minucia”, contestó Quiñonez cuando se le preguntó por la complejidad de las devoluciones.

La firma ha manejado las devoluciones de alrededor de 100 contribuyentes, los cuales han logrado obtener el dinero solicitado, en gran parte porque el primer paso implica hacer una evaluación responsable con ojos de la DIAN para asegurarse de que sea conveniente hacer la solicitud.

Su experticia abarca la complejidad de las devoluciones de IVA, incluyendo casos especializados como exportadores de oro, de servicios y aquellos que venden bienes exentos (como carne, pescado o huevos) o gravados al 5 % (como licores).

Quiñonez recordó que la norma les permite a los contribuyentes solicitar la devolución hasta dos años después del vencimiento que tenían para declarar, según el calendario tributario, aunque advirtió que es recomendable priorizar la recuperación de esos saldos, pues el Gobierno podría hacer que el proceso sea más complejo hacia adelante.

Fuente: Valora

Dólar en Colombia cerró a la baja y siguió por debajo de los $3.900; deuda pública se desvalorizó

La tasa de cambio se movió a la baja la mayor parte del día, de hecho, apenas subió $2 después de la apertura ($3.910).

El dólar en Colombia cerró la semana en $3.864,29, según registros de Credicorp Capital, un precio que no solo es inferior al último dato de ayer ($3.894,10), sino que confirma que la divisa no logró mantenerse por encima de los $3.900, a pesar de haber superado varias veces ese rango esta semana.

La tasa de cambio se movió a la baja la mayor parte del día, de hecho, apenas subió $2 después de la apertura ($3.910) y luego se mantuvo por debajo de ese valor e incluso llegó a un mínimo de $3.860.

Acciones & Valores anticipó que la moneda terminaría la semana con ganancias importantes (0,89 %), dado el fortalecimiento del dólar global y la caída de los precios del crudo, a pesar de presentar en los últimos días una amplia volatilidad|.

“Mantenemos nuestra narrativa acerca de que cualquier impulso alcista de la tasa de cambio local podrían ser simples correcciones del movimiento pues, para que se dé un cambio de tendencia, el USD/COP tendría que superar la resistencia dinámica en torno a $3.935 por dólar, mientras esto no se materialice el sesgo primario es de apreciación para el peso colombiano”, detalló la firma.

Los precios del petróleo retrocedieron presionados por temores de menor demanda en EE. UU. tras el recorte de la FED y el aumento de inventarios de destilados, mientras la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) avanza en mayores cuotas de producción.

A la 1:00 p.m., hora Colombia, la referencia WTI acumulaba una pérdida del 1,05 % frente a la sesión anterior y se negociaba en US$62,90, mientras que el barril de Brent se ubicaba en US$66,75, por cuenta de una caída del 1,02 %.

La llamada de hoy entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y China, Xi Jinping, abordó temas como las medidas comerciales restrictivas, el entorno de negocios entre las empresas de ambos países y la venta de las operaciones de TikTok en EE. UU., según la agencia de noticias oficial Xinhua.

Finalmente, la deuda pública (TES) en Colombia cerró mercados con una desvalorización del 0,18 %, que equivale al promedio ponderado de todas las referencias de títulos de tesorería que integran el ETF de Global X, que se negocia en la Bolsa de Valores de Colombia.

Por otra parte, los cierres de TES de deuda pública, de acuerdo con el sistema de negociación del Banco de la República, donde operan los grandes inversionistas de Colombia, registraron los siguientes movimientos:

•Los TES de 2026 cerraron en 8,966 %; la jornada previa no hubo registro.

•Los TES de 2028 terminaron en 9,880 %, mientras que el dato anterior fue de 9,875 %.

•Los TES de 2033 cerraron en 11,430 % y la jornada previa finalizaron en 11,370 %.

•Los TES de 2050 terminaron en 11,620 % y el dato anterior deja ver que terminaron en 11,645 %.

Fuente: Valora

Inflación global registra un nuevo descenso en agosto impulsada por las economías emergentes

La tendencia deflacionaria en China, los precios de las materias primas y el debilitamiento del dólar contribuyeron en la dinámica observada.

La inflación a nivel mundial continuó su tendencia a la baja en agosto, alcanzando un 2,5 % anual desde el 2,6 % de julio. Este descenso se debe principalmente a la moderación de los precios en las economías emergentes, que cayeron del 2,8 % al 2,5 %.

En contraste, las economías avanzadas mantuvieron una relativa estabilidad en 2,5 %, impulsadas por ligeros ascensos en Estados Unidos (2,7 % a 2,9 %) y la Eurozona (inalterada en 2 %), de acuerdo con la Dirección de Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados del Banco de Bogotá. 

“Se destaca el cierre del diferencial entre la inflación de avanzadas y emergentes, que se mantendría en terreno negativo durante todo el horizonte de pronóstico hasta diciembre de 2026”, señaló el informe.

Dentro de las economías emergentes destaca un grupo de países en Asia donde los precios al consumidor se redujeron en promedio de 0,4 % a 0,2 %. Latinoamérica, por su parte, mantuvo su inflación en 4,3 %.

Sin embargo, se espera que la inflación en las economías emergentes aumente hacia un 2,6 % para finales de 2026 (cuando en el mundo sería del 2,4 %), a pesar de que China acentuó su deflación, lo que podría presionar el dato global a futuro.

Varios factores explican esta dinámica inflacionaria. En primer lugar, la inflación en China jugó un papel crucial, acentuando su tendencia deflacionaria al pasar del 0,0 % al -0,4 %. Por otro lado, los precios de las materias primas también contribuyeron al panorama de moderación.

También influyó el hecho de que el precio del petróleo (WTI), a pesar de su volatilidad, registró en agosto una variación anual negativa del -17 %. De manera similar, el índice de alimentos de la FAO retrocedió del 7,5 % al 6,9 %, impulsado por el descenso en los precios de los fertilizantes.

Además, el debilitamiento del dólar frente a otras monedas globales ha favorecido a las divisas de los mercados emergentes. Esta apreciación ha ayudado a limitar los riesgos de transmisión de inflación por la vía cambiaria.

Por otra parte, el comportamiento de la inflación núcleo, que excluye los componentes más volátiles como alimentos y energía, se mantuvo estable en un 2,9 %. De hecho, el indicador vio una leve tendencia a la baja, gracias a la disminución de 2,8 % a 2,7 % en avanzadas.

Este hecho, según la entidad, resalta que la contención de la inflación general se explica en gran medida por el retroceso de los precios de los bienes más sensibles.

Finalmente, aunque las expectativas del consenso de analistas han aumentado ligeramente en el corto plazo (2,6 % para finales de 2025), las del horizonte de pronóstico más lejano (diciembre de 2026) se han mantenido relativamente estables y se sitúan en 2,4 %, reflejando que los economistas continúan incorporando un efecto de una sola vez por las tarifas arancelarias sin esperar efectos de segunda ronda sobre la inflación.

Fuente: Valora

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