Tras revisión del PIB, Gobierno de Colombia tuvo peor cierre fiscal en 2023; podría incumplir Regla Fiscal
De
acuerdo con un informe del Banco de Bogotá, el Ministerio de Hacienda realizó
la actualización de las cifras de cierre fiscal oficial de 2023 donde se
observó un ligero deterioro en las cuentas del Gobierno Nacional.
En
particular, el banco dijo al incorporar el dato de crecimiento económico de
2023, que se ubicó por debajo de las previsiones del propio Gobierno, el
balance fiscal del año anterior fue de -4,3 % y no -4,2 % del PIB como se había
publicado en el Plan Financiero a comienzos del año.
Entre
tanto, el documento recopilado por el Banco de Bogotá muestra que la deuda neta
fue de 53,8 % del PIB, es decir, estuvo un punto porcentual por encima de la
estimación inicial (52,8 % del PIB).
Pese
a esto, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal confirmó que el Gobierno del
presidente Gustavo Petro cumplió la Regla Fiscal (RF) en 2023.
Agregó
la entidad que, al analizar el balance fiscal primario (aquel que no contempla
el pago de intereses), este se confirmó en -0,3 % del PIB con lo que se
presentó finalmente un sobrecumplimiento de la Regla Fiscal.
Sin
embargo, los analistas del banco advierten que la reciente publicación confirma
la relevancia de la actividad económica en los indicadores fiscales que, al incorporar
la perspectiva de bajo el crecimiento económico en 2024, vuelve a remarcar los
temores de incumplimiento de la Regla Fiscal en la presente vigencia.
Cierre
fiscal
Tras
revisión del PIB, Gobierno de Colombia tuvo peor cierre fiscal en 2023. Foto:
tomada de Pixabay
El
DANE informó recientemente que la economía colombiana creció 0,6 % en todo el
año 2023, cifra que se ubicó por debajo del 1,2 % esperado por el Ministerio de
Hacienda y también por debajo de la expectativa promedio de los analistas del
mercado que era de 1 %.
En
esa relevación de datos del DANE se destacó una revisión a la baja de todas las
cifras de crecimiento del PIB de Colombia durante los tres primeros trimestres
de año pasado.
De
hecho, esa revisión de parte del DANE -liderado por su directora Piedad
Urdinola- llevó a críticas desde el Gobierno Petro desde donde funcionarios
dijeron que la cifra del PIB se podría haber redondeado hasta 1 % para mostrar
un mejor desempeño.
Fuente:
Valora
Reservas
de grandes petroleras en Colombia muestran caída al cierre del 2023
Ecopetrol,
Frontera Energy, Geopark y Parex evidenciaron una contracción en sus volúmenes
probados de hidrocarburos.
A
pocos días de que se conozca el Informe de Recurso y Reservas de la Agencia
Nacional de Hidrocarburos, los resultados de las principales compañías que ya
han sido publicados generan alertas. Tal es el caso de Ecopetrol, Geopark,
Frontera, Gran Tierra y Parex, entre otras. La mayoría de estas firmas petroleras
muestra caídas, aunque con algunas excepciones.
Esto
alerta sobre varios temas, incluyendo la capacidad del país para cubrir el
abastecimiento propio, así como para las finanzas de la Nación.
En
el caso de Ecopetrol, la principal productora y también la compañía con más
reservas, reportó una caída de 6,3% en sus reservas probadas (1P), que bajaron
de 2.011 millones de barriles equivalentes (crudo y gas) en 2022 hasta 1.883
millones de barriles al cierre de 2023. Esto significa que el índice de vida de
las reservas pasó de 8,4 años a 7,6 años.
Sin
embargo, los detalles de los recursos contingentes (2P y 3P) no se han dado a
conocer al mercado, con lo que se desconoce cuál es el comportamiento de estos
datos. En el informe de sus resultados del año pasado se informa que el reporte
completo de recursos y reservas fue entregado al Comité de Reservas de
Ecopetrol y la Junta Directiva, a la espera de su aprobación. No obstante,
hasta el momento el documento no ha salido de estas instancias.
De
acuerdo con fuentes del sector, esto puede tener peligros para la toma de
decisiones por la limitación en los recursos para el análisis.
Incluso
dijeron que algunas decisiones estratégicas que se estarían tomando no estarían
alineadas con el rol de la empresa frente a las finanzas de la Nación.
La
caída reservas se explicó principalmente por la baja en el precio promedio del
crudo Brent al cierre de año, que fue de US$82 por barril, US$17 menos que
durante 2022. Esto llevó a una disminución en 188 millones de barriles en el
año, aunque se contrarrestó con la incorporación orgánica de 307 millones de
barriles.
Andrés
Duarte, director de renta variable de Corficolombiana, señaló que el resultado
neto de caída muestra que la empresa está consumiendo más de lo que puede
reponer.
Si
bien esto no representa un riesgo de corto plazo en el abastecimiento del país,
sí levanta alarmas para el mediano plazo, especialmente teniendo en cuenta que
no se otorgarán nuevos contratos de exploración y producción durante este
Gobierno.
Oscar
Ferney Rincón, director ejecutivo de Acipet, explicó que estos datos, sumados a
los de otras compañías muestran que hay una gran probabilidad de que a cierre
de año las cifras del país hayan caído. Con esto, dijo que se podría ver
comprometida la autosuficiencia en el abastecimiento.
Sin
embargo, Rincón destacó que algunas empresas presentaron resultados en sus
reservas probables (2P) positivos, “lo cual podría llegar a apalancar la
producción y la incorporación de reservas cuyo reporte se verá reflejado en
2025”.
Al
revisar los informes presentados por otras compañías se pueden ver también
algunas reducciones en sus reservas.
En
el caso de Parex, la compañía reportó unas reservas probadas de 112,5 millones
de barriles de petróleo equivalente, principalmente explicado por crudo pesado.
Esto también representa una caída frente a los 130,6 millones de barriles
equivalentes que reportaron a cierre de 2022.
De
acuerdo con lo presentado por la compañía, la caída en los datos de las
reservas probadas y probables (1P y 2P respectivamente) también cayeron debido
a “revisiones técnicas, que se centraron en el deterioro de activos en bloques
no esenciales en el Magdalena medio, así como a en el bloque LLA-34 por el bajo
desempeño de la delineación”.
De
acuerdo con los datos de la petrolera, su índice de vida de reservas probadas
cayó de 6,6 años a 5,4 años.
En
el caso de Frontera Energy, si se analizan sus reservas para Colombia (teniendo
en cuenta que opera también en Ecuador) se puede observar un leve descenso. Con
corte al 31 de diciembre de 2023 presentaron 97,4 millones de barriles
equivalentes, cifra por debajo de los 98,3 millones de 2022.
Según
su información, en el caso de las reservas probables (2P) el campo Hamaca en su
bloque CPE-6 aumentó en 42 millones de barriles equivalentes, contribuyendo en
25% al crecimiento en este indicador, que no compensó el neto.
Por
su parte, Gran Tierra Energy reportó 74,3 millones de barriles, para sus
activos de Colombia como de Ecuador. En el caso de esta compañía también se
evidenció una subida en sus reservas probables, que ascendieron a 46,3 millones
de barriles frente a los 36,7 que se reportaron en 2022.
Sin
embargo, en el caso de Geopark, su saldo para Colombia tanto las probadas, como
probables y posibles mostró un descenso.
En las probadas, es decir aquellas que son más fácilmente recuperables, hubo un descenso de 7% con lo que llegaron a 63,9 millones de barriles de petróleo equivalente.
Ahora
bien, contando las reservas probadas y probables también hay una contracción,
de 9%, al alcanzar 106,4 millones de barriles a cierre de 2023.
Julio
César Vera, presidente de Xua Energy, explicó que uno de los factores además de
precios que podría explicar las caídas es la menor actividad exploratoria y de
desarrollo.
La
caída en estas cifras generan alertas según los expertos consultados, por lo
que llamaron a contar con estrategias que permitan garantizar el suministro.
Estrategias
a analizar
Orlando
Velandia, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, dijo a Portafolio
que su intención sigue siendo optimizar los recursos de los contratos ya
asignados y mejorar las cifras de recobro mejorado.
Por
su parte, Vera dijo que se necesita encontrar alternativas e incluso estímulos
para acelerar la actividad exploratoria, “de tal forma que actividad que se va
desarrollar en los próximos 5 años se pueda ejecutar máximo en los próximos 3
años”.
Oscar
Rincón, director de Acipet, manifestó que solo el recobro mejorado es
insuficiente, por lo que otras estrategias como incentivos fiscales, manejo de
la conflictividad social e impulsar las inversiones podrían ayudar.
Fuente:
Portafolio
Gremios
económicos señalan que Colombia no requiere una Constituyente
La
Alianza de Asociaciones y Gremios (Aliadas), se pronunció por medio de un
comunicado sobre la propuesta del presidente de la República, Gustavo Petro, de
realizar una Asamblea Constituyente como camino alternativo para impulsar las
reformas propuestas en su plan de Gobierno.
Por
lo tanto, los gremios económicos se han pronunciado acerca de tal hecho y lo
han tildado como un generador de incertidumbre e inestabilidad.
“La
estabilidad institucional es un pilar fundamental para el adecuado
funcionamiento del Estado y proponer la convocatoria de una Asamblea
Constituyente genera un ambiente de mayor incertidumbre e inestabilidad.
Definitivamente ese no es el camino para impulsar las reformas”, subrayó la
alianza de gremios.
Además,
resaltó que estas deberían ser tramitadas por el conducto regular, es decir,
cumplir con todos los debates en el legislativo y tener un consenso político.
“El Congreso de la República es el espacio
adecuado para proponer y tramitar reformas. Creemos firmemente en el consenso
político como resultado del debate en el seno del congreso es el conducto
regular para llevar a cabo estos procesos. Acudir a una constituyente, figura
contemplada en la constitución, es ignorar las instituciones y limitar su
legitimidad. La democracia y el diálogo son las herramientas más efectivas para
impulsar cambios que requiera el país”, afirmó Aliadas.
Más
efectos que podría tener una Constituyente en Colombia
Los
gremios señalaron que además de generar incertidumbre e inestabilidad, una
Asamblea Constituyente tendría otros efectos en el país.
“No
solo generaría mayor incertidumbre, polarización e inestabilidad política,
jurídica, económica y social, sino que distraería de la búsqueda de soluciones
reales a problemáticas que son urgentes como la baja ejecución del gasto
público, el desempleo, la desaceleración económica, la informalidad, la falta
de competitividad y la inflación”, agregó la alianza.
Por
otro lado, desde la agremiación se mostró la disposición para que se presente
un diálogo entre los actores interesados en las grandes reformas, como: la
pensional, la laboral y la de la salud.
“Aliadas reitera su compromiso con el
diálogo desde todos los sectores para sacar adelante las reformas
institucionales que el país necesita, contemplando las distintas posiciones,
escuchando con respeto y aportando de manera propositiva para contribuir al desarrollo
económico y social de Colombia”, puntualizó.
Fuente: Valora
Reforma laboral en Colombia: ¿Qué pasará con los empleos del petróleo
y minería?
La reforma laboral que lidera el
gobierno del presidente Gustavo Petro incluye un apartado sobre lo que podría
llegar a pasar con el número de empleos que se eliminarían a cuenta del proceso
de descarbonización de la economía nacional.
Según el documento, es necesario que
la actividad económica nacional encuentre los mecanismos que ayuden a
reemplazar y proteger los empleos que se pueden perder por la idea que tiene el
gobierno del presidente Gustavo Petro.
Justamente los empresarios del
segmento han manifestado que, en ese sentido, la reforma laboral en Colombia
pareciera entonces quedarse corta para solventar los principales problemas
locales: la formalización y la creación de nuevos puestos de trabajo.
Dice el proyecto de ley que “toda
empresa que realice explotación minera, petrolera y actividades asociadas con
la generación de energías que esté en proceso de descarbonización, de
transición o de cambio de matriz minero-energética por renuncia o cambio de
operación o actividad debe contar con un plan de cierre y protección de
derechos laborales”.
Agrega el documento que ese plan
deberá ser concertado y construido “con las personas trabajadoras de la empresa
y con las organizaciones sindicales que las representan, socializado con las
partes interesadas en el proceso y aprobado por el Ministerio del Trabajo”.
Pide la reforma laboral en Colombia
que esa transición que deben hacer las empresas de los segmentos petroleros
tenga en cuenta la protección de los trabajadores.
¿Cómo se protegerá a los trabajadores
del sector petróleo en Colombia con la reforma laboral?
Identificación del número de
trabajadores directos e indirectos afectados por el proceso de transición, de
descarbonización, o de cambio de matriz minero-energética por renuncia o cambio
de operación.
Ruta de reconversión laboral de los
trabajadores cuyos contratos de trabajo puedan ser terminados o ruta de
reubicación laboral en casos de cambio de actividad.
Posibilidades de reubicación laboral o
condiciones para las desvinculaciones, o en su defecto planes de retiro
voluntario que garanticen el mínimo vital de la persona trabajadora durante el
periodo de transición laboral u obtención de pensión.
Continuidad en la afiliación y
cotización a la seguridad social durante el periodo de transición laboral u
obtención de pensión.
Financiación de un fondo de
diversificación económica para extrabajadores directos e indirectos y
contratistas, vinculados con su proceso productivo, que se organicen en formas
asociativas para impulsar la economía popular y comunitaria. Lo anterior, en el
marco de las autonomías de las empresas.
Las personas que se vean afectadas por
la transición ingresarán a la ruta de empleabilidad de la Unidad del Servicio
Público de Empleo.
Aclara el proyecto del gobierno del
presidente Petro que ese plan deberá incluir tener en cuenta la respectiva
reparación social y ambiental para poder compensar los efectos de la actividad
mineroenergética.
“En caso de transición, de
descarbonización o de cambio de matriz minero-energética por renuncia o cambio
de operación o actividad, se priorizará la vinculación de las empresas
contratistas que se vieren afectadas”, concluye el proyecto de reforma laboral
en Colombia.
Hay análisis sobre el mercado local
que dan cuenta de que la menor actividad del petróleo en Colombia llevaría a
que se pierdan cerca de 117.000 puestos de trabajo.
Fuente: Valora
Los hogares deben ganar más de $3,7 millones para acceder a vivienda
social
Para conseguir un crédito de $140
millones, una familia requiere 2,9 salarios mínimos, pero el 65 % de los
colombianos gana menos de 2.
La Vivienda de Interés Social (VIS)
por más de tres décadas fue el motor del sector edificador en el país y uno de
los mayores generadores de empleo, apalancando siete de cada 10 ventas e
impulsando más de 35 subsectores de la economía, siendo la solución más
accesible para que los hogares que devengaban entre 1 y 4 Salarios Mínimos
Legales Vigentes (SMMLV) lograran su sueño de tener vivienda propia.
Pero hace dos años este panorama
cambió y ahora los hogares han dejado de comprar vivienda.
El gran apalancador de este segmento,
al menos de la última década, fue el programa de subsidios Mi Casa Ya (MCY),
que permitía que las familias obtuvieran hasta 30 SMMLV por sí solo o hasta 50
SMMLV por concurrencia (uniendo este con el subsidio de las cajas de
compensación) para pagar su cuota inicial. Sin embargo, con una política más
restrictiva desde la llegada del gobierno Petro, este programa se convirtió en
el freno de la vivienda en el país.
El Gobierno limitó el número de
subsidios a 50.000 por año y además incorporó al Sisbén como medida para
focalizar el programa.
Estos cambios incorporaron un trámite
más a los hogares que debían escriturar en el 2023, y sin ninguna garantía
sobre la obtención del puntaje requerido, muchos desistieron de su compra. Al
cierre del año, la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol) registró que más
de 38.000 familias renunciaron a tener su vivienda propia, incluso, en algunos
departamentos, los desistimientos aumentaron hasta un 800%.
Según Camacol, uno de cada tres
desistimientos registrados se explicó por los cambios en Mi Casa Ya, dentro de
los cuales se encontraba el requerimiento del Sisbén y los procesos asociados a
la asignación de los subsidios.
Los hogares que lograron continuar con
su proceso de compra, enfrentaron dificultades para su cierre financiero debido
a la disminución del poder adquisitivo a causa de la inflación y las altas
tasas de interés, que si bien a hoy vienen bajado, ha sido a un ritmo más lento
que el esperado. Además, la vivienda VIS, al estar atado su precio a salarios
mínimos, con las fuertes escaladas de los últimos tres años, se ha encarecido.
Todo este panorama ha hecho que la
intención de compra disminuya con el paso del tiempo. Según la última Encuesta
de Opinión del Consumidor de Fedesarrollo, a febrero, la disposición a comprar
vivienda cayó 43,5 %. Los ajustes, las tasas y los precios subiendo responden a
este indicador.
A nivel general, el número de
comercializaciones cayó 50 % el año pasado, y en 2024 la situación se ha
agudizado aún más, pues tan solo en enero la caída fue de 35 %. Por poner un
ejemplo, mientras que enero de 2022 se vendieron 13.343 viviendas, en 2023 se
comercializaron 9.344 y este año apenas 6.595.
Sin cierre financiero
Si bien existen hogares hoy dispuestos
a iniciar su proceso de compra, y que hacen parte del segmento al cual va
dirigido el programa de MCY, debido a la situación del último año no lograrían
un cierre financiero, a diferencia de años anteriores.
Por ejemplo, para viviendas para
entrega en el 2021, con un salario básico de $908.526, con un costo de la VIS
de $ 136,2 millones, con unas tasas que bordaban el 13 % efectivo anual (EA) y
una inflación de 5,6 %, los hogares podían acceder a créditos hipotecarios por
un mayor valor que al de hoy en día (cercano al 70 % que necesitan para la
compra de vivienda, es decir, $ 95,3 millones de pesos a ese año), lo que permitía
que los hogares que accedían a comprar en preventa, es decir, dos o tres años
antes de la entrega, y en ese tiempo ahorraran el 30 % restante de manera ‘más
sencilla’.
Para este año, en el que se están
comercializando viviendas por encima de los $200 millones, en el mismo segmento
VIS, las familias no podrían lograr sus cierres financieros, pues con los
niveles de inflación, su poder adquisitivo se ha disminuido, así mismo las
altas tasas de interés han hecho que los préstamos sean por un monto menor.
Regresando al ejemplo, hoy en día, un
hogar que desee adquirir este tipo de vivienda deberá ahorrar como mínimo $60
millones en el mismo periodo (dos años) y conseguir financiación cercana a los
$ 140 millones para poder tener un cierre financiero, lo que dejaría a las
familias de por lo menos hasta los dos salarios mínimos por fuera de esta
posibilidad de adquirir este último, tanto por el monto a solicitar como por
las tasas de interés.
“Los bancos, con las tasas actuales,
que son las que están casi todos los bancos, es decir, el 14 % E.A. exige que
los hogares devenguen 3 SMMLV si se manda la operación a pesos. En UVR la
situación se exige hasta 2 SMMLV”, señala Mabel Quintero, experta en
financiación de vivienda.
Según Camacol, cuando las tasas de
interés superan niveles del 15 %, como ocurrió en 2023, la necesidad de ingreso
de los hogares para acceder a créditos de vivienda se incrementa
inmediatamente.
“Actualmente, la regulación en
Colombia permite que la primera cuota del crédito sea equivalente al 40 % del
ingreso del hogar. De manera que con tasas de interés del 15 %, un hogar
necesitaría un ingreso de 2,5 SMMLVpara acceder a una VIP de 90 SMMLV y de cerca
de 4,2 SMMLV para adquirir una VIS de 150 SMMLV”, señala Guillermo Herrera,
presidente del gremio.
Y agrega: “Esto quiere decir que las
tasas de interés por encima del 15 % excluyen a los hogares con ingresos de
menos de 2,5 SMMLV del acceso a una VIP o VIS, y limita de manera significativa
la capacidad de aquellos con ingresos inferiores a 4 SMMLV para acceder a la
oferta VIS tope”.
Por eso hoy, una familia que necesite
de un crédito de $140 millones necesitará al menos devengar $2,9 salarios, es
decir, $3,7 millones al mes.
Esta situación apremiante que parece
que durará, según las expectativas de algunos bancos, hasta el primer semestre
de este año, no solo está afectando las ventas, sino que ponen en duda si la
vivienda VIS continuará llegando a la clase media-baja o será de ahora en
adelante de acceso para la clase media-alta y dejaría de cumplir su objetivo.
¿Luz al final del túnel?
Sobre esta preocupación, Herrera
considera que la baja en las tasas será crucial para potencializar esta
industria y permitirá que los hogares accedan a los altos créditos que
necesitarán.
Por fortuna, esta dinámica estaría
viéndose en la última semana, en la cual la banca ha bajado sus tasas. Por
ejemplo, Bancolombia anunció que sus tasas para este tipo de crédito serán del
12%, lo que, según el presidente de Camacol permitirá nuevamente a las familias
adquirir una vivienda formal, sin embargo, debido a las variables
macroeconómicas deberán ganar más de dos salarios para ello.
“A una tasa del 12 %, el ingreso
requerido para comprar una VIP baja a aproximadamente 2,1 SMMLVy para adquirir
una VIS de 150 SMMLV, a 3,6 SMMLV”, dice.
Vale recordar que en Colombia cerca
del 65% de los hogares tienen un ingreso inferior a los 2 SMMLV, lo que no solo
les limita el acceso a la banca y a un posible cierre financiero, sino
restringe la capacidad de ahorro para cumplir con la cuota inicial, es decir,
que hoy en día estos hogares no podrían acceder a la vivienda social.
“En este punto los subsidios juegan un
papel fundamental, dado que justamente son el instrumento para mejorar la
accesibilidad por parte de los hogares de menores ingresos, que representan la
mayor parte de la población en Colombia y crecen de manera dinámica”, reconoce
Herrera.
Además, hay que tener en cuenta, que
los hogares por encima de este promedio son menos probables de obtener un
subsidio de vivienda de Mi Casa Ya, pues el foco y la prioridad por acceder a
este alivio son para los hogares más vulnerables, aquellos que no podrán
acceder a un crédito que les permita un cierre financiero.
“Se requerirán mayores esfuerzos de la
política de vivienda para lograr que las familias con ingresos inferiores a 2
SMMLV, y las que enfrentan restricciones para generar ahorro para adquirir su
vivienda, puedan acceder al mercado formal. A esto hay que sumarle la población
que sigue creciendo; de hecho, cada año se forman más de 270.000 hogares
urbanos con ingresos inferiores a 4 SMMLV que son potenciales demandantes de
VIS”, dice el presidente de Camacol.
De esta manera, habrá subsidios para
hogares que no pueden acceder a créditos y créditos para personas que no
accederán a subsidios. Esto perjudica al sector, y desde ya se refleja en las
cifras de iniciaciones, que para el mes de febrero ha descendido 49 %, y en VIS
55,6 %.
Esta situación ha hecho que jugadores
importantes dejen de apostar por este segmento, e incluso lo trasladen a otros
países, en donde consideran que sí existe seguridad jurídica. Este es el caso
del Grupo Accanto, importante constructora del país, ahora le apostará a
República Dominicana.
“El sector constructor ha venido
soportando durante varios años la influencia de factores que van desde el alza
en los costos de los insumos o el precio del dólar, hasta la inseguridad
jurídica, un escenario económico inestable y condiciones políticas que, para el
caso de la VIS, impiden construir con calidad y conciencia sostenible”, señaló
Luis Fernando Ballesteros, gerente general del Grupo.
Futuro de la preventa
Según datos de la industria, de los
270.000 hogares urbanos que se conforman cada año tienen ingresos de hasta 4
SMMLV y de ellos, más de 200.000 devengan solo 2 SMMLV, lo significa que para
poder acceder a la compra de vivienda, las posibilidades cada vez se limitaran
más.
Por tal motivo, el poder contar con
alivios financieros que permitan a las familias tener un cierre para su negocio
no solo permite el desarrollo de las ciudades, sino el fortalecimiento
económico del país y ayuda a disminuir las brechas sociales.
“Los programas de subsidio bien
gestionados tienen la capacidad de impactar el cierre financiero de las
familias y reducir el monto de ahorro requerido para la cuota inicial a niveles
inferiores al 20 % del valor de la vivienda”, señala Herrera.
Según datos de Camacol, antes del 2023,
el número promedio de subsidios para acceso a VIS y VIP se ubicó en torno a los
72.000 por año, lo que entonces permitió mayor acceso a esta vivienda.
“El volumen de subsidios y la
confianza en el sistema permitieron que las entidades financieras incorporaran
el subsidio esperado dentro del cierre financiero de los hogares. En el caso de
Mi Casa Ya, el hecho de que los hogares pudieran ser evaluados con subsidio
reducía el ingreso requerido para comprar una VIP a niveles de hasta 1 SMMLV; a
2,5 SMMLV, para comprar una VIS de 135 SMMLV, y aproximadamente 2,9 SMMLVpara
una VIS de 150 SMMLV”, explica Herrera.
Fuente: Portafolio
No hay comentarios:
Publicar un comentario